Cine-mundial (1928)

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Sigue arguyendo dulzonamente con el señor gerente, quien, a juzgar por lo que ella se humilla a las pocas palabras, debe de haberse exasperado. —Pero, señor X, ¿qué le he hecho yo para que me trate usted así? ¿No hice siempre cuanto pude para darle gusto? ¿Por qué, pues, señor X, me habla usted con ese tono ahora, como si yo fuese una criada? Y a fuerza de ruegos y de quejas, que suenan a veces a sollozos, logra la estrella que el gerente la conceda unos cuantos momentos para acabar la cena y para trasladarse a donde está él. Según nos aclara luego la artista, el gerente la llama para presentarla a un importante periodista que tiene muchos deseos de conocerla. Pero no debemos irnos, porque ella no puede tardar en volver. Se va, pues, la estrella. Tiene que irse también la secretaria. Se marcha igualmente la cocinera, porque éste es precisamente el día en que le toca a ella irse a pasear... Y los convidados nos quedamos aguardando el retorno de la estrella. Son las nueve de la noche. Charlamos. Bromeamos. Bailamos al son de la victrola. Contestamos al teléfono: — No; no está. Ha salido temprano, y no sabemos a qué hora pueda regresar. Han dado las diez de la noche. Repetimos el mismo programa... Llegan las once; y no se nos ocurre cosa mejor. Acaso sea ella la que llama ahora al teléfono, para decirnos que ya no tarda en venir. Nada. Nos vemos obligados a decir por vigésima vez: —No; no está. Ha salido temprano y no sabemos a qué hora pueda regresar. Sólo a las doce de la noche volvemos a tener bastante iniciativa para introducir alguna innovación en el programa de nuestra larga espera. Mi compañera tiene un poco de hambre. Yo tengo más bien deseos de echar un traguito. Nos adueñamos de la cocina. La simpática periodista en seguida encuentra manjares para confeccionar un sandwich. Yo descubro inmediatamente el rincón donde se esconde la botella de ginebra. Come ella y bebo yo. Más héte aquí que, repentinamente, se apagan todas las luces de la casa. Menos mal que, aun sin luz, se puede comer un sándwich y beber una copa. Pero esta obscuridad inspira cosas más elevadas. Le digo a la compañera de plantón: — Ahora que estamos completamente a obscuras y que, por consiguiente, no puedo ver a usted ¿cuánto apuesta a que si mueve usted algo, y me pregunta al mismo tiempo qué es lo que mueve, adivino lo que es? Se siente tan segura de que no podré adivinarlo, que está dispuesta a apostar lo que yo quiera. Propongo un beso, que esla moneda que más abunda en Hollywood; y acepta mi simpática amiga. Mueve algo. Me pregunta qué es. Lo adivino. Y, en medio de la obscura cocina, me paga deliciosamente la apuesta. ¡Un beso sabrosísimo! El sandwich era de camarón. La una de la mañana, y la estrella no da señales de vida. Nos vamos, pues, y dejamos la casa sola, si bien poniendo a la puerta un DULCES HELADOS = Chuparse los dedos de gusto “Chuparse los dedos de gusto” no será un acto de estricto refinamiento, pero no lo -podrá Ud. evitar cuando pruebe un exquisito DULCE HELADO pulcramente confeccionado en uno de nuestros aparatos refrigeradores. No hay nada más exquisito, más delicioso, más SANO. Niños y adultos saborean con el más grato placer estos admirables DULCES congelados, hechos con substancias absolutamente puras. Y si además de gustarlos decide Ud. fabricarlos, entonces entra Ud. en uno de los negocios más lucrativos que existen. ¡Imagínese Ud. una ingeniosa maquinita que ocupa poco más espacio que un baúl, fabricando sin cesar exquisitos DULECS HELADOS cuya venta deja utilidades netas imposibles de obtener en ningún otro negocio! 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CUBA: Thrall Electric Co., Presidente Zayas 27, Habana. CHILE: Morrison & Co., Casilla 944, Valparaíso; Casilla 212, Santiago. GUATEMALA: Alfredo Herbruger, 8a. Avenida Sur Número 60, Guatemala City. MEXICO, D. F.; The General Supply Co., S. A., Ave. Isabel la Católica No. 51 Bis. Julio Mo!ine Font, Calle 61, No. 505, Mérida, Yucatán. . EL SALVADOR: Dada-Dada € Co., San Salvador, El Salvador. ~ PERU: Emilio F. Wagner y Cia., Aptdo. No.. 1123, Lima, e 3 1 ISLAS FILIPINAS: Elmaċ Inc., Electrical € Machinery Co., 631 Rizal Avéz Manila. E VENEZUELA: Báez y Cia., Apartado 271, Caracas. DULCES HELADOS Ei r PÁcINA 893 EREI