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CINE-MUNDIAL
BUENOS AIRES DEPOR S
Por Narciso Robledal
L equipo Real de Barcelona, campeón
de España, lleva jugados hasta la fe
cha seis o siete partidos. Ganó uno
por uno... por un tanto, y perdió los restantes por mayor diferencia.
Cierto que los balompedestres catalanes fueron recibidos con entusiasmo y con respeto deportivo. Se recordaba que habían derrotado a los olímpicos argentinos a su paso por Europa y vibraba en el ambiente una febril ansiedad por contemplarles, desplegar en el campo sus energías y habilidades.
Se les contempló con un máximo de entradas, se les aplaudió por diestros y por corteses, se les individualizó en los comentarios periodísticos, se les fotografió a granel; pero el entusiasmo y el respeto de la llegada fué convirtiéndose, a medida de las derrotas de los visitantes, en
Público patriota reunido en el atrio de Santo Domingo, histórico lugar, con motivo del aniversario de la Reconquista.
feminidad, la viva delicadeza de sus movimientos y, sobre todo, por el encanto de su voz, tan cálilda, tan matizada, tan pasional.
El cronista, al contemplarla de nuevo en la escena después de once años, admiró la notable evolución de sus facultades de dama joven, cuando, por los co
A la izquierda, instantánea de un momento del part do futbolesco entre el F. O. Barczlona y el combinado argentino.
Selecto grupo reunido para celebrar la independencia boliviana.
un sentimiento de amable simpatía sin pizca de
temor deportivo. El fantasma essfumábase pa
ra dar realidad concreta a un buen equipo
disciplinado que, con ser bueno, no alcanzaba
a los equipos argentinos, que ressultaron mejores. Esta es la verdad.
KR OR *
María Teresa Montoya, la primera actriz mejicana que con su compañía debutó en el teatro Avenida, obtuvo un clamoroso éxito escénico la noche de su presentación. : Pocas veces se han escuchado por estos recintos espectaculares ovaciones tan entusiastas y tan merecidas. Muy flexible, muy temperamental y de una figura que irradia simpatía, la artista, apenas apareció en las tablas, cautivó al “respetable” por la gracia de su expresión, su distinguida
El Dr. Giugiari, nuevo presidente de Paraguay, que visitó Buenos Aires.
NOVIEMBRE, 1928
liseos de la capital mejicana, ya prometía lo que ahora cumple.
La noche de su presentación asistieron el Embajador de su patria, Don Alfonso Reyes,
“y el de España, Don Ramiro de Maeztu, am
bos bastante más emparentados por su robusta y cultivada intelectualidad que por el uniforme de diplomáticos.
Maeztu tuvo la galantería de dirigir una carta, tan breve como expresiva, a Julio César Rodríguez, el primer actor y director del elenco y esposo de María Teresa, en cuyos renglones se cita el primer verso con que Santos Chocano, el inspirado ex-presidiario, saludó alguna vez a la admirable actriz:
“Mágica, trágica, quimérica”... En efecto; no hay exageración poética en (Continúa en la página 956)
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