Cine-mundial (1931)

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daba funciones en Manchester, y volvió a escaparse de las. manos de la policía. Finalmente, se recibió noticia de que el fugitivo se había internado en el Canadá, y Griffin partió para Sherbrooke, Quebec. Otra falsa noticia llevó al detective, acompañado de cinco reporteros, hasta Montreal. LA APARICION de Taylor en puntos tan distanciados parecía ser un juego en el que tomaban parte personas de gran imaginación nada más. Los rumores se encargaban de hacer viajar al fugitivo con la velocidad del relámpago. Cartas, telegramas, mensajes telefónicos llovían a granel sobre la mesa de trabajo de Griffin. Al mes de cometido el crimen, todo lo que Griffin podía decir era que continuaba sus pesquisas. Después de recorrer cientos de kilómetros y entrevistarse con docenas de testigos, todavía el supuesto delincuente estaba en libertad. Griffin nunca dudó del éxito final de su trabajo. Estaba seguro que Taylor no podía haberse alejado mucho. —Será arrestado en el norte de Nueva Inglaterra, manifestó el detective a los periodistas. Será delatado por sus características peculiares y, cuando lo detengan, nosotros tendremos la evidencia necesaria para probar su culpabilidad. Los periodistas, naturalmente, no estaban tan seguros de lo que afirmaba el detective. Nadie había presenciado la tragedia. El último rastro que se tuvo de Taylor fué en Dover, donde provocó las sospechas de un hombre por carecer de sus útiles de barbero. El informante avisó à la policía de. Dover y la policía notificó el hecho a las autoridades de Lawrence. Resultado neto: otro viaje infructuoso para el detective Griffin. ¡Nadie había tratado de arrestar al sospechoso y éste desapareció! Inesperadamente, se recibieron nuevos alientos. La mañana de julio 5, un caminante fatigado y hambriento había llamado a la puerta de un tal John McKeown, vecino del pueblito de Johnson, en el estado de Vermont, como a 60 kilómetros de la frontera canadiense. El transeunte pidió que le dieran algo que comer. McKeown lo recibió hospitalariamente, le sirvió comida y café. Mientras el huesped desconocido comía, llegó a la casa el hijo de McKeown, a quien su padre explicó las circunstancias del desconocido. El muchacho miró al hombre de arriba a abajo, lo caló y sospechó que no era bueno. Se fué a la habitación contigua y llamó al Jefe de gendarmes, quien tenía gran interés en los sujetos extraños que merodeaban por las inmediaciones del pueblo, porque desde hacía semanas se venían repitiendo con frecuencia robos de automóviles. CUANDO el oficial Holmes llegó a la casa, ya el visitante se había marchado. Pero como McKeown observara que se había dirigido a la vía del ferrocarril, junto con el oficial siguió la misma ruta hasta que alcanzaron al individuo. Holmes lo arrestó por vagancia. A preguntas de McKeown, el detenido dijo llamarse Harry Lewis, pero no pudo ensefiar papeles de identificación. Después de encarcelado varios días, en vista de que el interrogatorio que se le hizo nada importante revelaba a las autoridades, el oficial Holmes decidió ponerlo en libertad. Antes de hacerlo, sin embargo, se le ocurrió (Continúa en la página 75) ENERO, 1931 CINE-MUNDIAL Es la delicia de los niños mayores ILLONES de buenas ma dres bendicen el Kellogg's Corn Flakes, cuyo sabor invita irresistiblemente a los muchachos a comer... siendo además tan nutritivo ... crujiente... y fácil de digerir. Sírvalo con leche fría o crema (frescas o evaporadas). No hay que cocerlo. Puede ponérsele fruta o miel para variar. CORN FLAKES Creadores también del Kellogg’s ALL-BRAN,-el salvado laxante, y del Kellogg’s PEP — sabrosas conchitas de trigo integral con su salvado, ligeramente laxante. Insustituible cereal para el desayuno, pero es también un bocado ideal como merienda o postre. Apetece por igual a jóvenes y viejos. ExijaKellogg's,el “corn flakes" legítimo, de sabor inimitable. Siempre fresco como salido del horno. De venta en todas las tiendas de comestibles en su pa quete verde y rojo. PÁGINA ^73