Cine-mundial (1932)

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aparte de Roberts, debe mencionarse a Lucie Englisch y a Fritz Schulz. Si la exhiben por nuestros terrenos, gustará.—Ariza. “The Rich Are Always With Us”, sonora en inglés, de Warner.—Otra película cuyo título nada tiene que ver con el asunto. Pero, no obstante, una sugestiva producción, realzada por la magnífica labor de Ruth Chatterton y George Brent. El asunto se reduce a reflejarnos la huella, a menudo indeleble, que el primer matrimonio deja en los que se divorcian y vuelven a casarse. . . . No es un anovedad, pero el problema se plantea y resuelve hábilmente, aunque el segundo marido necesita de una fuerte dosis de comprensión sajona.—Don Q. “Como me Deseas”, sonora en inglés, de M-G-M.—Pirandello no pudo apetecer más ideal intérprete que Greta Garbo en la personificación de la protagonista de “Como me deseas.” La gloriosa sueca—que en “Grand Hotel” estuvo a punto de perder su cetro a manos de Joan Crawford—ha puesto en la obra pirandelliana todo su arte y toda su emoción, creando un tipo de mujer, hija de sí misma, que vive y nos subyuga desde el momento en que se mos presenta. Una mujer desconcertante, como la propia Garbo, que el autor sitúa en un cabaret de Budapest, borracha, degenerada, con la memoria perdida y a merced de un novelista sin escrúpulos, Salter, incomparablemente encarnado por el genial Eric Von Stroheim. En esa mujer, caída y deshecha, reconoce Tony (Owen Moore) a la esposa de su amigo Bruno, arrastrada diez años antes por los horrores de la guerra, que la llevaron muy lejos de su hogar y la produjeron una absoluta amnesia: de su mente se ha borrado todo el pasado. No obstante, Tony la arranca del poder de Salter y se la lleva a Bruno, que la recibe con los brazos abiertos, sin pensar ni un instante en todo lo ocurrido durante los diez años en que la creyó perdida para siempre. Ella, desconfiada de sí misma, duda al principio en la posibilidad de ser realmente la otra; pero, ante la fe de él, procura reencarnarla y merecer su amor. Poco importa, así que más tarde se la acuse de impostora y hasta se la presente a la que en realidad parece ser la verdadera otra. La verdad es la que creemos; no la que no creemos, por muy verdad que sea. Melvyn Douglas, haciendo un alarde de naturalidad, es el esposo que sueña con recobrar a la mujer perdida y sabe defender su hallazgo, ¡que es su amor! George Fitzmaurice dirigió con gran acierto la difícil obra de Pirandello, brindándonos una de las más interesantes producciones de la tan calumniada cinefonía de Hollywood.—Zárraga. “Is My Face Red?”, sonora en inglés, de Radio.—Aunque sospecho que no van a adaptar al español esta cinta, porque su tema resulta poco menos que ininteligible para nuestra gente, la pongo en mi librito porque en ella sale— iay, sólo por breves instantes!—Zasu Pitts. Y película en que Zasu sale, siempre tiene a Zasu que ver. Esta actriz, con el tiempo, se va haciendo más popular, más interesante y más merecedora de aplausos y de que, por el amor de Dios, le confíen un papel digno de su talentazo. También salen, como intérpretes principales, Ricardo Cortez y Helen Twelvetrees; pero ya que no hablo del argumento, me limito a dar a ambos jóvenes simple mención honorífica.—Guaitsel. “Street of Women”, sonora en inglés, de Warner.—El título es desconcertante. Y después de vista la película, más aún, porque no se trata de reflejarnos la vida de las mujeres de Pácina 584 CINE-MUNDIAL la calle, ni éstas figuran para nada en la obra, Esta se reduce al eterno triángulo, siendo en este caso la otra una mujer buena, abnegada, devota de su amor e incapaz de bajeza alguna. En cambio, la esposa legítima es un ser insubstancial, muy a la moderna, que no sabe compartir con el esposo sus sueños ni sus ambiciones. Kay Francis encarna deliciosamente a la otra, y Roland Young la secunda con ese ingenio tan característico y tan humano, que en cada interpretación le acerca más al estrellato. Los demás intérpretes, bien, sin sobre salir.—Don Q. El momento culminante de la magna pro ducción de M-G-M “Grand Hotel”, con los Barrymore, Joan Crawford y Wallace Beery. “The Mouthpiece”, sonora, en inglés, de Warner.—Donde sale, parecidísimo a John Barrymore, un intérprete de cine que va a meter ruido: Warren William. También sale Sidney Fox, con una carita de inocentona y unos ademanes monjiles que desarman a cualquiera. El argumentó se resume en dos frases: un abogado que especializa en defender bribones y que llega a formar, en realidad, parte de la pandilla, se regenera un instante, es decir, denun Greta Garbo y Erich von Stroheim en “As You Desire Me,” de M-G-M. cia a uno de los de la banda para salvar del presidio al novio de su secretaria particular. El epílogo es el bombardeo de ametralladora con que sus ex compinches le tocan la marcha fúnebre.—Guaitsel. “Strangers of the Evening”, sonora, en inglés, de Tiffany.—Los aficionados a las emociones macabras están enhorabuena. El mismo autor de “13 hombres” y de “13 mujeres” les brinda una espeluznante producción que bien pudiera titularse “2 cadáveres”. La acción se desarrolla en el interior de un establecimiento funerario, donde uno de los presuntos cadáveres resucita y se escapa, pero el hombre ha perdido la memoria y se ha olvidado de quién es y de qué le pasó, acusándosele entonces de ser un asesino. . . . Zasu Pitts, que se va haciendo imprescindible, pone la nota cómica en esta tragedia, y Lucien Littlefield, Eugene Pallette, Tully Marshall, Theodore von Eltz y Mirian Seegar la secundan plausiblemente. Y todo el horror del suceso se desvanece apenas salimos del teatro, ocurriéndonos lo que al protagonista: que también nosotros perdemos, ¡afortunadamente!, la memoria y no volvemos a acordarnos de aquéllo. . . —Don Q. “Hirsekorn Greift Ein”, sonora, de Sascha.— Viendo que mis compañeros de fatiga se dedicaban al alemán y al francés, como a mí nadie me achica, me dediqué al austriaco, que es el idioma de esta cinta . . . y no me enteré de una sola palabra. Pero, en cambio, vi trabajar a una rubia primorosa, que se llama Charlotte Susa, a quien recomiendo calurosamente entre mis amistades. También escuché una música mucho mejor que la que acompaña a la generalidad de las cintas de por acá. El argumento (del que me enteré por los programas) se reduce a desarrollar las aventuras de un actor venido a menos y que resulta chauffeur de una escritora.—Guaitsel. “Un Fils d'Amérique”, sonora, en francés, de Osso.—Esta película pone de relieve la petite économie francaise, y nos presenta decoraciones pintadas y otros detalles que recuerdan los esfuerzos cinematográficos de hace quince años. Todo ello desdice del interés del argumento y no está a la altura de las más recientes producciones francesas.—Ariza. “The Doomed Battalion”, sonora, en inglés, de Universal.—Carl Laemmle, Jr., descubrió hace pocos meses una magna película bélica, hecha por una empresa austriaca en los Alpes Dalmáticos, y se entusiasmó ante la grandeza de la producción, filmada entonces en alemán. Compró la película, se la llevó a la Universal, y no tardó en decidirse la reedición de aquélla, aprovechando todas las insólitas escenas de paisaje y simple acción, la mayoría de ellas sorprendentes. Contrató al protagonista, Luis Trenker, guía alpino al servicio del gobierno austriaco, y a la heroína, Tala Birell, austriaca también, a la que allá se considera como la Garbo vienesa. . . . El resto fué fácil. Se rehicieron en los estudios de la Universal City las pocas escenas interiores imprescindibles, y para interpretarlas se contrató a Victor Varconi, Gustav von Seyffertifz, Henry Gordon, Gibson Howland y el graciosísimo Henry Armetta. Y el resultado fué una película sensacional, que nos muestra aspectos desconocidos de la guerra europea, magistralmente desarrollados. Las principales escenas ocurren en los picachos de los Alpes orientales, durante la guerra entre Austria e Italia, y nos asombramos ante la heroicidad inconcebible de los dos ejércitos, peleando siempre entre la nieve, congelándose muchos, y acabando por vencer ambos, aunque a costa de innumerables vidas, al común enemigo: la Naturaleza. Luis Trinker se revela como un estupendo actor de maravillosa naturalidad, destacándose sobre todos los artistas profesionales que le rodean. Tala Birell es una buena actriz, pero está muy lejos de la SEPTIEMBRE, 1932