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Nuestro Opinii N
Life Begin si Mola. en inglés, First National
NO de los dramas más escuetos y mejor
representados que nos haya ofrecido el cinematógrafo. Comprimido e intenso, el tema es breve ráfaga de emoción. Todas las escenas se desarrollan en una sala de maternidad, donde la “vida está a punto de comenzar” y a nuestros ojos pasa—tan cerca como la cámara se ha atrevido a reflejarlo—el prólogo de un alumbramiento. En aquel vestíbulo del dolor, hay varios tipos de mujeres, desde la señora que ha dado a luz seis hijos y considera aquello como un descanso a las tareas del hogar, hasta la bailarina de cabaret que detesta anticipadamente al importuno vástago; desde la enajenada que vaga por las salas en busca de un bebé ficticio hasta la excéntrica que quiso ser madre sin casarse, sólo para sentir la emoción de la maternidad. Pero lo que descuella en la película es la selección de los intérpretes. Todos están en papel y todos lo representan con talento. Sobresale, como siempre, una de esas actrices a quienes se confían—sin que nadie sepa por qué—sólo segundas partes y que, en cada nueva cinta, resulta lo mejorcito del re
SHO
de
Joan Blondell y George Brent en
una escena amorosa de “Miss Pinkerton”, cinta de Warner Brothers.
parto. Aludo a la insubstituible, alta, flaca, confortante Aline MacMahon, que en esta película aparece como enfermera. Se encomendaron a Eric Linden y Loretta Young las interpretaciones principales, pero el resto de los personajes está caracterizado con singular perfección. La noche del estreno en Broadway (estreno en el que sólo estábamos presentes los periodistas locales) todas las colegas que me rodeaban lloraron de lo lindo, a pesar de su condición de críticas. Si eso es una recomendación, no cabe duda que la cinta es altamente recomendable.—Ariza.
DOSIS. Nora en ingles
MEGAM
(CUANDO, hace ya cuatro años, John Gilbert
propuso a la Metro que le permitiesen filmar una obra en la que él había de encarnar a un humilde chaufeur, los orgullosos productores estuvieron a punto de indignarse. ¿Cómo podían consentir que el famoso galán descendiese a interpretar el papel de un criado? ... (Walter Hampden también se negó en un principio a representar el Crispín de “Los Intereses Creados”, por tratarse de otro
SHO
de
Entered as second-class matter October 7th, 1920, A monthly published by Chalmers
Ervin L. Hall,
at the Post Office Publishing Company at 516 Fifth’ Ave., Secretary and Treasurer. —Subscription Price:
New York, N. Y.—F. García
sirviente, aunque después rectificó y lo hizo de modo magistral.) La obra que Gilbert patrocinaba era “Downstairs” (“Los de abajo”, pudiera traducirse) y el autor del libro lo era él mismo. ¿No es esto sorprendente? Pues más lo es que se trate de una obra interesantísima, verdaderamente extraordinaria entre la generalidad de mediocres asuntos que las empresas acostumbran a brindarnos. Y el caso fué que, después de cuatro años, la misma Metro apadrinó el libro de John Gilbert, encargando de su dirección a Monta Bell, que lo convirtió en una gran producción teatral, aunque, ¡naturalmente! para no perder la costumbre, un poco a la americana... El tema lo constituyen las aventuras amorosas de un chauffeur de casa aristocrática, europea, donde el mayordomo es esclavo de la más rigurosa etiqueta y pone siempre su escrupuloso servicio muy por encima de las intimidades de su vida familiar. El mayordomo (Paul Lukas) se casa con Anna (Virginia Bruce) y el chauffeur (John Gilbert) se dedica a cortejarla descaradamente .. . El pobre mayordomo, incapaz de descomponerse, no encuentra medios correctos para evitar el ridículo que se le echa sobre él, hasta que, forzado por las insinuaciones de la Condesa (Hedda Hopper) se decide a salvar el honer de los de abajo haciendo un ejemplar escarmiento con el desaprensivo intruso. Esto es todo, en pocas palabras. John Gilbert, que a sí mismo se asignó el papel de villano, no hace esfuerzo alguno por conquistar la simpatía del público, que la pone en Paul Lukas. Pero es tan humana y tan artística la interpretación de Gilbert, que su triunfo cumo actor, a la vez que como autor, es definitivo. Tanto que los directivos de la Metro ya no piensan en rescindir el contrato de John, que ahora será el protagonista de “Red Dust” (“Polvo rojo”), con Jean Harlow ... (Esta obra se destinaba a Greta Garbo y Clark Gable.) Y he aquí cómo el ya casi olvidado John Gilbert retorna a recoger los laureles de otros tiempos, admirablemente secundado esta vez, no sólo por Paul Lukas, sino también por la sugestiva Virginia Bruce, su cuarta esposa. Hedda Hopper, Olga Baclanova, Reginald Owen y demás intérpretes nos ofrecen un discreto conjunto. Las escenas más graciosas son aquellas en que el mayordomo se ve obligado a mantener una perfecta ecuanimidad durante el servicio de la comida a los señores, mientras abajo, sabiéndolo él, un improvisado Don Juan le roba el amor de su esposa. También es deliciosa la escena en que Anna le pide al mayordomo, su marido, que la proteja contra las acechanzas del atrevido chauffeur. Virginia Bruce y Paul Lukas se elevaron, en esos momentos, a la altura artística de John Gilbert, que ha sabido sobresalir e imponerse a todos en un personaje de tanta dificultad como sutileza. Y agradezcámosle que se decidiera a brindarnos algo muy distinto, y mucho más admirable, de todos aquellos almibarados galanes de máximo y absurdo romanticismo . . . Cursi.—Zárraga.
Big City Blc. sonora, en ¡nglés, de First Na roma
LA historia del muchacho que hereda a una
tía y se va a Nueva York a realizar sus sueños. Una primita demasiado avispada se encarga de guiarle por la Babel de Hierro, y
_A —_ _—_—— S O at New York, N. Y., under the Act of March 3rd, 1879.—November, 1932." Vol. XVII. No. 11.—
Ortega, $2.00—Single Copy:
President; 20 cents.
Alfred J. Chalmers, Vice-president;