Cine-mundial (1936)

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SE REPITEN EN MADRID PELICULAS DE GARDEL La trágica muerte de Carlos Gardel ha venido a dar nueva vida a sus películas. Una de las notas salientes de los cines matritenses en esta época de verano ha consistido en exhibir nuevamente los viejos films del divo del tango. Y a fé que nunca he sentido tan hondamente lo mucho que debemos al cine sonoro. Las mujeres enamoradas del varón que se llamaba Carlos Gardel pueden sentirse viudas y aun suicidarse como resultado de la tragedia que privó a la pantalla hispanoparlante de uno de sus más grandes valores (si no el mayor); pero los que le hemos visto únicamente como artista seguimos teniendo su arte a nuestra disposición. Sentiremos, claro está, que aquel joven francés suramericanizado, que elevó el tango a tan alto nivel artístico, no pueda ya seguir disfrutando los merecidos éxitos del arte que creó; pero no hemos perdido ni un ápice de los supremos valores que el bardo porteño llevara a la pantalla. Y todo eso, que no es moco de pavo, tenemos que agradecer al cine sonoro. Siempre ha sido sombría y melancólica la belleza condensada en “Melodía de arrabal”; pero nunca tanto como ahora. Hay en ella dos motivos más de tristeza. Nos deleita allí un gran artista que ha muerto carbonizado en un accidente de aviación; y nos deleita asimismo su digna compañera, muerta en vida, al parecer. Apenas se oye hablar de Imperio Argentina, no obstante que al escribirse estos renglones se exhiben lo menos seis de sus películas en los cines de Madrid. A ella le ha pasado, en cierto modo, lo contrario de lo que le ocurriera a Gardel. Al divo del arrabal se le quemaron, no sus alas pujantes de artista—que tan alto le llevaron y que aún le mantienen en la altura simo las alas deleznables del avión en que viajaba; y quedó por eso reducido a cenizas en el apogeo de su vida. Imperio nació también con alas para volar muy alto y contó con céfiros favorables para su ascensión; pero ha preferido abrazarse a su lastre—a sus caprichos—y se ha venido abajo. A ella, sin embargo, le sería bien fácil la rehabilitación. = De todas maneras, si se exhibiesen simultáneamente en Madrid las mejores películas de habla española, y al cine más distante e incómodo le tocara “Melodía de arrabal,” yo iría sin vacilación a ese cine más incómodo y distante; porque no recuerdo ninguna pareja de nuestros films que pueda compararse a la que forman Imperio Argentina y Carlos Gardel, ni recuerdo tampoco un film hispanoparlante que tenga el alma que tiene “Melodía de arrabal.” Fernández Cué | ESLIE HOWARD ya esta de vuelta en Hollywood para filmar “The Petrified Forest” en la First National. ..... JEAN ARTHUR ha sido proclamada estrella de la Columbia. .. . Se presentará con Herbert Marshall en “If You Could Only Cook”.... ERLE OBERON está ahora enamoradísima de David Niven. . . . Ambos harán juntos “The Children's Hour”, para Samuel Goldwyn. PHILLIPS HOLMES ha regresado de Italia, donde hizo “The Divine Spark” con Marta Eggerth. . . . Ahora hará “Chatterbox” en la RKO.... Enero, 1936 Los. que las os (Viene de la página 37) Metro, y sólo ascendía a 350 dólares semanales. Greta, a la que Stiller había prometido el doble, sufrió entonces su primera decepción. La segunda fué al preguntar qué automóvil ponía la Metro a su disposición. . . . Ella creía que todos los grandes estudios tenían esa gentileza con sus artistas. ¡Tuvo que tomar un tax! Mauritz Stiller fué para Greta lo que Sternberg para la Dietrich. A las seis semanas de su llegada a Nueva York, salió la Garbo para Los Angeles, donde nadie se ocupó de ella. Ni de Stiller, que sólo vivía para ella y que, ya en Hollywood, trató de evitar que ningún otro hombre se acercara a ella. ... La primera película de la Garbo, dirigida por Stiller, fué “The Torrent,” basada en la popular novela “Entre naranjos,” de Blasco Ibañez. ¡Y entonces fué cuando, al triunfar rotundamente la exótica sueca, todo cambió! Greta se vió asediada por los periodistas, a los que ya no quiso recibir. . . . Y empezó el doble calvario: el de Greta y el de Mauritz. Greta se tuvo que convertir en una esfinge y renunciar casi en absoluto a los placeres mundanos. (Sus amores misteriosos, muertos siempre apenas florecidos, no pudieron hacerla feliz.) Stiller, un poco anticuado, ya no dirigió su segunda película, “The Temptress,” sustituyéndole Fred Niblo. Y el pobre Stiller, desilusionado, solo, regresó a Suecia, con la única esperanza de que su amada Greta iría pronto a reunirse con él. . . . Pero su tristeza era tan grande que no pudo aguardar mucho: murió a las cuatro semanas. Y Greta Garbo dejó de ser la hechura de Stiller, para hacerse otra. .. . ¡No volvió a ser ella misma! Fué... la que los directores de Hollywood quisieron que fuese. Un enigma. Un encanto extraño, insólito, que a todos sedujo por su misterio. Pero todo pasa y hasta ese encanto empieza ya a desvanecerse. . . . Hace ocho años filmó “Love” con John Gilbert, y ahora ha vuelto a filmar la misma obra (bajo su verdadero título de “Anna Karenina”) con Fredric March. . . . ¡Y la Greta de hoy no nos sugestiona más que la de entonces! . . . En un futuro próximo la Garbo retornará definitivamente a Suecia, tan desilusionada y tan sola como el malogrado Stiller... . Aunque ella ahorrase unos millones de dólares, ¡que el dinero no basta para hacer feliz! .... IMJSsiENE DIETRICH está ahora bajo la dirección de Frank Borzage. Sin Josef von Sternberg al lado, la Dietrich es otra. Ya no la rodea el ambiente abrumador del pasado, cuando ella no era más que una hipnotizada, maquinal, sin voluntad propia. .. . Se emancipó de Sternberg, como la Garbo de Stiller, y ya es lo que el nuevo director quiso que fuese. En este caso, por tratarse de Borzage, la estatua se animó. La mujer, ha reaparecido. Está filmando “Desire” en los estudios de Paramount, y allá vamos a verla, aunque no es fácil la entrada en el set. Pero a CINE-MUNDIAL se le guardan siempre las máximas consideraciones, y nadie nos detiene el paso. Marlene hace una escena con Gary Cooper. (No habían trabajado juntos desde “Morocco”.) Viste ella de blanco, un elegantísimo vestido de soirée, y dice sus frases con absoluta perfección. Cuando concluye la escena, Marlene sonríe a Borzage y al cameraman. Borzage devuelve la sonrisa «y amablemente le dice: “¿Repetimos la escena?” ... La Dietrich, que acababa de ponerse los zapatos, se los quita y va a colocarse descalza frente a la cámara. No se la ven los pies y prefiere parecer más baja de estatura. ... Coquetería de la estrella. Borzage le habla en inglés. (Sternberg siempre le hablaba en alemán, y muchas veces en mal tono.) Ella, sin discutir, como la más disciplinada de las artistas, obedece fielmente todas las indicaciones del director. La escena se supone en una joyería de lujo. Todas las joyas son auténticas y han sido prestadas a buen precio por el mejor joyero de Los Angeles. Un destacamento de Policía vigila de cerca. . . . Las alhajas que lleva la Dietrich valen una fortuna y son de su propiedad personal. Ella cree que las joyas verdaderas fotografían más deslumbrantemente que las falsas y jamás usa imitaciones. Marlene mo deja de mirar a la cámara. Es lo único que la preocupa. Y constantemente se está componiendo para verse bonita. . . . (Ella sabe que no lo es, pero sabe también que, a despecho de su frente abombada y de sus mejillas demasiado salientes, sus ojos y su boca bastan para atraer a cuantos la contemplan.) Antes de cada take pide a su peluquero que le arregle la cabeza. —Péineme bien estos bucles—suplica :—¡no quiero parecer una de.tantas rubias del Hollywood Boulevard! ... NTRAMOS en los estudios de Columbia para saludar un momento a Josef von Sternberg, que está dirigiendo la filmación de “El crimen y el castigo,” de Dostoyevsky. Los productores están asombrados. Sternberg va a concluir la película en 25 días, que se había calculado en 30 y se temía durase 60. . . . Sternberg ha ahorrado a la compañía muchos miles de dólares. ¿No es esto asombroso, cuando se recuerda que para cada una de sus anteriores películas nunca necesitó menos de tres meses? . . . La explicación del milagro es sencilla: en ésta no trabaja la Dietrich. Josef von Sternberg lleva por todo atavío directorial un par de zafones y unas sandalias. Y, como de costumbre, él es su propio fotógrafo. Los tonos de los decorados son grises y negros: los únicos que necesita para obtener los siempre deslumbrantes efectos que tanto le admiramos. En escena está Peter Lorre, el gran actor alemán, cuyas caracterizaciones sobresalen por el profundo terror que de ellas se desprende. Sternberg se encanta dirigiéndole, como en otros tiempos se encantó con Emil Jannings. Dice que los astros masculinos son mucho más inteligentes que los femeninos, y que, por ser así, con ellos se trabaja más de prisa. Con Lorre le ha sido posible a Sternberg tomar 32 escenas distintas en un solo día. ¡Con la Dietrich cada escena había de tomarla no menos de 32 veces! ... Dejando a Lorre, Sternberg se dirige a Mrs. Pat Campbell, en esta forma: —Ahora, Mrs. Campbell, haga usted el favor de decir su frase. ... La aludida, que se empeña en que han de llamarla Stella, contesta malhumorada: —Si me vuelve usted a llamar Mrs. Cam?bell, yo le llamará a usted Jack. Sternberg, muy fino, contra su costumbre, le replica: —Puede usted Campbell. ... Y a Mrs. Campbell casi la da un ataque apoplégico. Probablemente, Josef von Sternberg, a pesar de cuanto dice de Marlene, se estará acordando de que son las 5 de la tarde y que ahora no le ofrecerá una taza de té la ausente. .... llamarme como guste, Mrs. La Dietrich, como si la viéramos, estará ahora encargando a Jasmine, su doncella negra: Página 43