Cine-mundial (1936)

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e Viene usted a Nueva York Y Pues, entonces, viva donde esté como en su casa .. . donde la existencia es tranquila y cómoda. Viva en el Hotel Dauphin, porque .... Primero: El Dauphin fué construído en la “edad de . . cuartos inmensos, altos techos, enormes guar darropas, paredes que amortiguan el sonido. .... Segundo: El Dauphin es enteramente NUEVO en lo que respecta a equipo; nuevos son sus comodísimos y muelles colchones de cama, nuevo su elegante mobiliario, ultra-modernas sus cocinillas y excelente su novísimo restorán, dotado de amplios comedores. Tercero: Guardamos celosamente la tradición de esta casa, una tradición de cortesía, buen servicio y escrupulosa limpieza. Todo aquí tiende a la comodidad del huésped. Para quienes están de paso en Nueva York, el Dauphin es ideal: hay cuatro sistemas distintos de transporte a sus puertas. La tarifa es de $2.50 diarios por persona, como mínimo, y de $3.50 por dos, como mínimo. Por mes, una persona, desde $60. Dos, desde $70. Por departamentos de varias habitaciones para una familia, desde $100.00 al mes. HOTEL DAUPHIN Broadway y Calle 67 Nueva York Página 416 El Cine que fue (Viene de la página 411) Agnes Ayes, June Elvidge, Lloyd Hamilton, Walter Miler, Ruth Roland, Blanche Sweet, William Desmond, Louisa Glaum, Mabel Taliaferro, Bessie Barriscale, Anna Q. Nilsson, Harold Lockwood, Ben Wilson, George Beban, Creighton Hale, Vera Michelena, Robert Edeson, Frank Keenan, Art Acord, Florence Short, Betty Blythe, Peggy O'Dare, Mary MacLaren, Margaret Linden, Helen Ferguson, Neva Gerber, Josephine Hill, May McAvoy, Gladys Hulette, Raymond McKee, William Farnum, Gladys Brockwell, Wanda Hawley, Wallace MacDonald, Irving Cummings, Kenneth Harlan Esos, lector, constituían el cine de entonces. ¿Qué cuerda de la memoria hacen vibrar ahora en tí? Y, si tan eclipsados quedan personas y películas, cabe reflexionar en la suerte que toque a la “reliquia” teatral donde están impresas las huellas, manos y cuerpos de las grandes figuras del cine actual . . . porque el primer Rialto de Nueva York, que se suponía ser poco menos que inmortal, duró ocho años en Broadway; el Roxy, que se denominaba “catedral del cine,” ya tiene perfiles de sarcófago y tufillo de momia, y así por el estilo los otros “monumentos” destinados a exhibir películas. .... La frialdad y la prisa contemporáneas convierten en sepulcro los templos de ayer y en simples letras los grandes mombres de otros dias. Y, abrumados por la indiferencia del público de cine, nos refugiamos, pedantes, en un latinajo alusivo: Ars vitaque brevis. El Espionaje (Viene de la página 406) Hubo un momento de silencio. Luego le dije: —Lo que no comprendo es en qué puedo serle útil. —En mucho. Le voy a confiar mi testamento de venganza. Sé que sus simpatías están con Italia y quiero jugarle mi última pasada a Inlaterra. L A muchacha turca volvió a beber un vaso de agua. Se serenó un poco y continuó sus interesantes confidencias. —Lo que no pudo hacer la hermana de IK122, lo he podido hacer yo. Creí que deliraba. ¿Cómo podía tener en sus manos a Lidj Yasu, cuando el antiguo emperador de Etiopía estaba muerto y, según ella misma aseguraba, envenenado con la raíz del bambú? Pareció leer en mi pensamiento porque me aclaró: —Ya que no a Lidj Yasí, tengo a su hijo. Muerto el padre, todos los derechos hereditarios a la corona pasan a él. Este muchacho en manos de Italia supone el levantamiento de casi la mitad de las tribus etíopes en contra del Negus. —Diga.... —Sí. El chico vivía en Djibuti, como usted no ignora, bajo la vigilancia de los franceses que no estaban mada dispuestos a soltar una presa de tanta importancia internacional. Era un pobre de espíritu, un simple, o, por no andar con eufemismos, le diré que es absolutamente tonto. Su idiotez podría ser obstáculo para ascender al trono en épocas normales, pero ahora. . . . Ahora le voy a decir donde lo tengo. . . . En la calle Mustafa Inferior, junto al puerto, hay una casa abandonada. . . . Allí está el príncipe imperial de Etiopía amarrado con una cadena. La llave de la puerta se la daré a usted. Lo libra y lo entrega al agente italiano C-9. Le encontrará todas las tardes en el Café de Bizancio. . . . Sombrero gris, barbilla a lo Italo Balbo. . . . No le he llamado directamente porque está vigilado. Ustedes buscarán la manera de burlar las vigilancias y llevarse al hijo de Lidj Yasu a la Eritrea italiana. . . . ¿Lo hará? —Se lo prometo. —Muy bien. Para morir tranquila, necesito saber que la operación ha sido efectuada. En cuanto lo tenga en su poder, envíeme un ramo de rosas. Esa será la misiva por la cual yo me enteraré de que mi venganza contra el Intelligence ha sido consumada. —Prometido. OCAS horas después la danzarina turca recibía en momentos agónicos un gran ramo de rosas. Quise que muriera tranquila, con la sonrisa en los labios; que entregara su alma, pensando que su venganza había sido consumada. Pero la verdad es que no pude cumplir su encargo. > Llegué a la casa de Mustafa Inferior cerca del puerto de Alejandría y, efectivamente, encontré un etiope atado con una cadena a la pared, tal como me lo había dicho la danzarina. ¡Pero estaba muerto! Un balazo en la nuca había puesto fin a su vida, resguardando al Intelligence Service de un enemigo por sí inofensivo, pero peligrosísimo en manos de una nación fuerte e interesada en los problemas del Africa Oriental. En la pared, con la misma sangre del muchacho, había puesto la firma del servicio en letras mayúsculas: I. S. N el número de mayo, y a ini ciativa de una lectorcita costarricense, invitamos a los aficionados a la fotografía a que nos enviasen instantáneas originales, que publicaríamos y pagaríamos en caso de resultar dignas de ello. Aparentemente, la idea ha cuajado. Ya hemos recibido varias fotografías y, por cierto, algunas interesantes. Pero queremos insistir en este llamamiento. De lo que se trata es de estimular la afición de quienes gustan de sorprender escenas con la cámara. En el plan no entran las “Actualidades” ni, por consiguiente, la tarea de los profesionales de la noticia gráfica. Quien crea haber obtenido una instantánea característica de su país, o de su calle, o de algún paisaje local, que nos la envíe ... con el negativo para dar la certidumbre de que no es copia de lo que hizo otro. No se devuelven los envíos. CINE-MUNDIAL dará un dólar por cada fotografía publicada y tres dólares por las excepcionales. ¡Vengan fotos! Cine-Mundial