Cine-mundial (1937)

ΝΕ а ©20th Century-Fox Hollywood, nueva Liga de Naciones Por UE bien, qué admirablemente bien le iria a la Liga de Naciones de Ginebra si bajara sus humos y tomara como modelo a la colonia extranjera de Hollywood о de los Angeles. Ріегda cuidado el lector, que si tal ocurriera a estas horas el general Badoglio no tendria unas plumas en la cabeza y unas flamantes tarjetas de visita en las que se titula virrey de Abisinia. Hollywood es un modelo de conglomerado de nacionales de los más extraños paises del globo. Es que no sólo по se dan siquiera una mala bofetada sino que ni riñen. Ese espectáculo tan lamentable que está dando al mundo el comité internacional no intervencionista en la guerra civil española, y en el que Rusia llama a Italia y Alemania lo que no quiera usted oir y estas naciones contestan del mismo modo irrespetuoso, y hasta Portugal, el “baby” de la familia internacional, adopta una actitud flamenca y provocativa, eso no pasa nunca en Hollywood. Allí, Max Reinhardt, director alemán, jamás tiene una palabra despreciativa para Vladimir Perfilieff, que es ruso, o para Página 18 Aurelio Pego En estas cuatro fotografías, recién tomadas, se ven a las cinco gemelas Dionne tal co mo son еп la actualidad. Fueron sacadas mientras se filmaba “Reunión”, pelicula de 20th Century-Fox en que las nifias aparecen con un reparto encabezado por Jean Hersholt, Rochelle Hudson, Helen Vinson, Slim Summerville y Robert Kent. Claudette Colbert, que es francesa. Entre los artistas extranjeros habra sus envidias y sus rencillas profesionales, pero como tales extranjeros hay una cordialidad entre unos y otros que, repito, debiera hacer sonrojar a la Liga de Naciones. Es que ni en casos individuales se da el menor altercado. Lupe Vélez tiene fama de ser una tigresa, con un temperamento volcanico. La Marlene Dietrich dicen que tampoco es una malva. Si la colonia extranjera de Hollywood obrara siguiendo los procedimientos de la Liga de Naciones, cada vez que se encontraran en una fiesta, en un estudio, la artista alemana y la meji cana empezarian a insultarse hasta que no quedase otro remedio que separarlas. Bueno, pues yo no sé si se besan, pero que entre las dos existen las mas cordiales relaciones es indiscutible. Mientras tanto, en Europa hasta Bélgica, que era como si dijéramos la Mary Pickford de los paises occidentales, ahora ante las mismas barbas de los que arreglan la cuestión internacional en Ginebra, ha tomado una actitud de envalentonada. ¡Admirable Liga de Naciones la de Hollywood! ‘Treinta y dos naciones hay alli representadas y jamas ve usted una manifestación hostil ni aún entre aquellos que en sus respectivos países están a matarse. ¿Cree usted que los japoneses en ¿O que tran en las casas de los chinos? los franceses miran con mal ojo a los ale manes? Un estudio pide tres mil “extras” y allá van, punto menos que del brazo, a representar todos el mismo papel, rusos y germanos, chinos y japoneses, italianos e ingleses, bolivianos y paraguayos. Lo maravilloso es que esta paz internacional se ha logrado sin necesidad de un tratado, de un pacto ni de diplomático alguno. El actor extranjero que más se parecía a un embajador era George Arliss y tuvo que volverse a Inglaterra, porque como diplomático nada tenía que hacer en California. Al contrario de lo que ocurre en Ginebra, que la fuerza del múmero se impone, como en el caso de Italia y Etiopía, en Hollywood o Los Angeles los tres mil chinos que componen la colonia extranjera más numerosa nunca hicieron la menor demanda en los estudios para que se les diera preferencia a los demás. Y si álguien dijera que China no es un país acostumbrado a jugar primeros papeles en el destino actual del mundo, ahí tiene usted a los ingleses, cuyo número se acerca mucho al de los chinos, y, sin embargo, no pretenden imponerse. Lo único que los ingleses de California desean—y se les ha complacido—es tomar su té, sin que se les moleste y sin que se confunda el té que ellos ingieren con el que acostumbran a beber los chinos. ΕἸ té de los ingleses, aún en Hollywood, tiene la trascendencia de un té del Almirantazgo. Hay muchos extranjeros en Hollywood. Antes sólo se oía hablar de Maurice Chevalier como si fuera el único francés en la (Continúa en la página 52) Cine-Mundial