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Hay indios e indios: guaranís, nahúas, apaches, incas, zapotecas, tarahumaras y quichúas. Los hay altos, bajos, gordos, regulares y no tanto. | Pero ¿quién había visto un quichúa calvo hasta la fecha? Nadie. Por eso se saca esta fotografía extraordinaria y ecuatoriana.
Henry Armstrong, pugilista de California que, al derrotar en Nueva York a Barney Ross, se convirtió en campeón de dos pesos: 126 y 146 libras. Su próxima pelea será con Lou Ambers, el campeón de peso ligero.
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R. F., Pergamino, Argentina.—Para representar en el teatro o ante la cámara se necesitan dotes especiales que yo seré el último en enumerar, porque son difíciles hasta de describir. En cuanto a libros para la enseñanza del zapateo (que dudo que existan en castellano, pero de los que debe haber en inglés) sólo puedo darle una recomendación: diríjase a Foreign Department, Brentano's, West 47th Street, Nueva York, escribiendo en nuestro idioma.
Dr. E. Schaale, San José de Costa Rica.—Sin salir de la zona de esta redacción, aquí van las direcciones: Mutual Life Insurance Company, 521 Fifth Avenue. Colonial Coin and Stamp Co., 507 Fifth Avenue. En esta última, le suministrarán el tercer dato.
José R., Habana.—No dispongo de antecedentes matrimoniales de Lon Chaney, que en paz descanse. De Karloff sólo sé que continúa casado. La fotografía aparecerá.
Potosino Cinéfilo, San Luis Potosí, Méjico.—Pues no es verdad: no se ha casado la Garbo ni con Stokowski ni con nadie; ni secreta, ni públicamente; ni en un pueblecito italiano, ni en alta mar, ni de ningún modo. Lo siento por la difusora que esparció tales rumores y donde tengo varios amigos. Y a usted, las gracias más expresivas, como siempre.
Rolando D., Habana.—Ya dí el reparto completo de “Volando Hacia Rio Janeiro” y advertí, entonces y a previsión, que no volvería a publicarlo por nada del mundo. Joan Blondell es la chica que usted buscaba en el reparto. En cuanto a “Tres Camaradas,” sírvase usted leer la reseña respectiva en nuestra sección de Los Estrenos, donde aparecen los nombres de los intérpretes.
Terry, Méjico.—Agradezca usted a su compatriota “Potosino Cinéfilo” los siguientes datos de John Howard que él me envía, según dice, “sacados de su modesto archivo” (no tanto, pues resulta mejor que el mío). Howard nació en Cleveland, Ohio, el 14 de abril de 1913 y debutó con Paramount en “Car 99” en 1934. Después hizo “Annapolis Farewell,” “Lost Horizons” para Columbia y “Valliant is the Word for Carrie,” con Gladys George. También las series de “Bulldog Drummond.” Mide 5 pies 10 plgds., pesa 150 libras, tiene pelo castaño y ojos azules, pinta, toca el piano y es soltero.
A. A. de M., Camagiiey, Cuba (que quiere decir Associación de Admiradoras de Mojica) me envía un memorial que empieza asi: “Después de una solemnisima junta, a donde ha habido más bulla que en un gallinero, hemos acordado las chicas que formamos esta asociación . . .” y que acaba pidiéndome que se publique un retrato de su predilecto artista. Se hará. Y parece que también se hará, en Méjico, una película por él interpretada. Ya se sabe que en esta revista, los lectores y lectoras son quienes mandan.
Gastón P., Buenos Aires—Salió retrato de Freddie el mes pasado y creo que también en la edición presente.
Anónima, Parral, Méjico.—Spencer Tracy se llama así en realidad y nació en Milwaukee, Wisconsin, el 5 de abril de 1900. Es casado con Louise Treadwell y tiene un hijo de pocos años. Si manda fotografías suyas, pero ya sabe Ud. que ‘para el franqueo se requieren 25 o 50 centavos americanos. Su lista de interpretaciones es demasiado larga, pues filma desde 1930. Debutó, según me parece, con Clara Bow, por cuenta de la Fox. Es un actor de los más completos de este país y ya tenía antecedentes teatrales de primer orden cuando se dedicó al cine. Sin compromiso, me parece que Taylor es más popular que el otro astro que usted menciona. ¿He quedado bien? Sospecho que no.
Novia de Mojica, Camagiiey, Cuba.—¿Otra? En mi respuesta а sus paisanas las Admiradoras de su Admirado aludí a sus propósitos de filmar en Méjico. Lo que no me consta es que vaya a Cuba este año; pero todo puede ser. Sí es de Jalisco. Y sí son las iniciales que usted menciona las de nuestro colaborador. Y me apena contestar con laconismo a quien tan larga carta me puso.
Teresa G., Buenos Aires.—Dos malas noticias: la primera, que su actor favorito está bastante eclipsado y cuesta trabajo obtener fotografías suyas. La segunda, que no tengo ni la más vaga idea de quiénes figuraron como estrellas en “La Dama Espía” y en “Sigfrido”; pero esto es lo de menos, porque ya nos lo dirán mis activísimos y amabilisimos corresponsales. Lo que decididamente no tiene remedio es el eclipse de la primera pregunta.
Rosa del Rancho, Habana.—No sé por qué le han de parecer a Ud. confusas las direcciones. Todas están bien ¡y mire que puso a trabajar a medio Buenos Aires con sus antojitos de niña consentida! En cuanto a que le devuelvan a Ud. las cartas que dirige a la Garbo, permitame que me alegre, que me regocije y que me tome una refrigerante copa de coñac. Ya estoy cansado de repetir que sólo cuando se envía la
PREGUNTAS y, RESPUESTAS
correspondencia a ес direcciones que doy уо hay seguridad de que lleguen a su destino. Pero mis amabilisimas lectoras no me hacen caso y se buscan domicilios personales ¡y les devuelven las cartas! Y yo me tomo otra copita de coñac. En cuanto a fotografías, repito (y van diez) que no se mandan gratis y que es menester que la solicitud lleve, como grata compañía, 25 centavos o 50, según el tamaño del retrato deseado.
Orinoqueñita de Angostura, Ciudad Bolívar, Venezuela.—¿Usted sigue creyendo que soy amable, después de leído el parrafito precedente? Pues mil gracias. Y ya somos dos a admirar al “Extra” Veterano que escribe las Postales de Hollywood. Cuente usted con mi amistad y dígame en que puedo servir a tan simpática lectorcita. Habrá usted notado que, en esta sección, cuando no sé una cosa (y es frecuente) lo digo con franqueza. Y que, si me equivoco, soy el primero en cantar la palinodia. Pero cuando afirmo algo, fíese usted de mí ¡y no se fie de lo que lee por otra parte! Lo relativo a Gary Cooper es tal y como se expresó en estas líneas. Y espero nueva carta.
Rafael P. La C., de Buenos Aires, me comunica (y conste que él es el único responsable de sus juicios) lo siguiente:
“De las cinco películas nacionales estrenadas durante el mes pasado, sobresale “Callejón sin Salida,’ sobre los escasos recursos de cuyo argumento, Elías Alippi —actor tantas veces aplaudido en el teatro criollo— realizó una película que se coloca entre las mejores. Un dominio de la cámara sorprendente en un director debutante, una inquieta búsqueda de expresiones fotográficas y algunas estampas de recio colorido bien logradas, acabaron de justificar el aplauso que rindió el público. El resto del reparto, sobrio y correcto. La música de fondo, regular. El ballet de Mercedes Quintana, bailarina del Teatro Colón, ajustado y de finísima calidad. En cuanto a otras noticias, Antonio Momplet, director español que llegó recientemente al país, ha sido contratado por la filmadora Río de la Plata para producir cintas de esa marca. Momplet hizo en su patria ‘La Farándula, ‘Hombres contra Hombres’ y ‘La Millona” La nueva productora Federal Film acelera el rodaje de ‘Cantando Nació el Amor,’ versión del entremés de Miguel de Cervantes Saavedra ‘El Celoso Extremeño, con. Agustin Frusta, Perlita Mux y Miguel Di Carlo, dirigidos por el metteur alemán James Bauer. Rosita Moreno, que está aquí, trabaja para la Corporación Cinematográfica Argentina en “El Canillita y su Dama,’ secundada por el primer actor cómico Luis Sandrini, Sarita Olmos y Eduardo Sandrini. Dirige César Amadori.”
Todo lo cual translado yo, con el debido agradecimiento, a mis cada vez más exigentes y curiosos lectores.
Paréntesis.—A propósito de curiosos lectores, ¿por qué será que nunca ninguno de ellos me ha pedido datos de Walt Disney, que, él solito, ocupa en cinematografía por lo menos una tercera e importantísima parte?
M. G., La Habana.—En una contestación que entre estas líneas aparece hoy, explico lo relativo a Karloff y a Chaney. (A lo mejor, resulta que usted y el otro curioso son la misma persona).
A. A. A. G. C., Buenos Aires.—¿De modo que Uds. opinan que soy el hombre más simpático del mundo? Pues aun no hay mayoría. Cuando lean el presente párrafo, ya habrán visto que me referí a la portada que sacamos el mes antepasado. Lo que me deja una impresión inquietante en su carta es eso de que se despidan “ceremoniosamente”. ¿Es visita de pésame, o qué?
Ramón M. G. y demás firmantes, Regla, Cuba.—El director me pasó su carta y ni él ni yo creemos exagerados los elogios que nos hacen de esa estrella que tantas alabanzas merece. Pero la petición de Uds. tiene que quedarse pendiente, porque el asunto de las portadas es cosa seria, extremadamente seria, desagrablemente seria. .
Guaira, Habana.—Arturo de Córdoba .. . Arturo de Córdoba ... No está en mi lista. Ahora, vengan pedradas.
E. M. M., Buenos Aires.—;De manera que no sabemos nada de la Argentina cinematográfica? Tal vez por eso ponemos entre comillas lo que a ese respecto publicamos. En cuanto a la longitud de cada pelicula— que Ud. opina que debía salir con la respectiva reseña —permitame que le explique que lo más práctico es pensar en un número (como en las suertes de los adivinadores) y escribirlo al lado del nombre de la cinta
. y puede que así salgan los metros justos. Porque, cuando ya cortaron la película los censores de aquí, y la sección exportadora que la adaptó, y los censores de allá, y los operadores de la máquina de proyección —un tijeretazo aquí, un remiendo por el otro lado— las cifras que aquí pusiéramos no querrían decir nada, absolutamente nada. Aparte de que los números, arábigos, romanos, nones, pares, primos, algebráicos y de todós modos son en extremo antipáticos.
Cine-Mundial