Cine-mundial (1939)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

El eminente artista Jascha Heifetz, con su senora, Florence Vidor y sus dos retoños: Josepha y Robert, en las asoleadas playas de Balboa, en California, Eas No hay empresario en Hollywood que no sueñe con una superproducción. Y bien sabe Dios y muchos de nosotros que no es por razones artísticas. Una superproducción, si sale bien, representa una fortuna, y ¿qué empresario en Hollywood no sueña con una fortuna? Hay quien sueña hasta con dos o tres. A esto, yo le llamaría la poligamia del dinero. Acaso las películas más interesantes de Hollywood son las que no se producen. Y son las más interesantes, porque en ellas se ha puesto mucho más entusiasmo que en las otras. Ya se sabe que la realidad ocupa siempre un desnivel respecto a la imaginaón. Y la que iba a ser una gran película, la pantalla, con la intervención del director, del censor, de personas que asesoran las cinematográficas, se convierte luego en productor mu hí ima | lucciones donde veranean. _ Shy z, MA 5 PB ese que no Ss. Por Aurelio Pego en una mediocridad. Resultado: que hoy, al menos en Nueva York, hay mucha gente que acude al cine a jugar a la lotería. La pelicula es lo de menos. Lo que verdaderamente atrae al público es que en el intermedio del espectáculo se juega a la loteria y se puede ir a casa con cinco dólares en el bolsillo. ¿Querrá usted creer que el ano pasado los estudios cinematográficos de Hollywood adquirieron los derechos de 250 obras, entre cuentos, movelas y argumentos, para ser adaptadas a la pantalla? Si está usted de mal humor, puede que no lo quiera creer, pero no por eso deja de ser verdad. Lo que sí lo es, aunque parezca mentira, es que ninguna de esas obras llegó a produCITse. Ni una sola para un remedio. ¿Cómo para un remedio?, inquirirá el lector. Sí, A tee o E E A Superproduc eiii om os Producen para remediar la caterva de peliculas detestables que nos están ofreciendo últimamente los estudios. Porque entre 250 posibles superproducciones, puede que, cuando menos media docena, se quedasen en producciones aceptables. Cuando pienso en el dinero que se ha consumido en adquirir esas 250 obras inútiles, ¡qué quiere usted!, me pongo sentimental y me entristezco. Han pagado por ellas cinco millones de dólares. Y aunque no me agrada traer a colación estas bajas materialidades, cuando la suma asciende a cinco millones, más que bajas materialidades parécenme altísimas, piramidales. Del mismo modo que uno coge una carta que ha leído y la arroja al cesto de los papeles, Hollywood ha tirado sin mayores miramientos cinco millones de dólares. (Continúa en la pagina 183) Cine-Mundial