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Enriqueta Palmeño, bella torera española—
única de su sexo que ganó la oreja de oro
en Madrid—y que ahora recoge ovaciones en jira por Venezuela.
Steffi Duna...
(Viene de la página 381)
sus ojos y de sus labios, parecía salirse de la pantalla y llenar completamente los ámbitos del teatro.
La hemos visto después en “La Cucaracha”, jue por ella exclusivamente ha logrado un triunfo de popularidad mundial.
Somos así viejos conocidos de esta mujer ex‘rama a la que creíamos no haber visto nunca.
Stefh Duna termina su rumba y se acerca al grupo de Carrillo.
Es húngara de nacimiento, y sin saber una palabra de español siente los tipos hispanos y los prefiere a cualquier otro.
—Por eso hice “La Cucaracha”, por eso hice “The Magnificent Fraud”, y por eso acabo de hacer “Panama Lady” y “La Paloma”—nos dice.—Adoro lo español, sus tipos, sus bailes; y sobre todo lo español, adoro lo mejicano. Yo he debido nacer en Xochimilco en otra encarnación. Y como tengo alma gitana y errabunda, vivo con la imaginación en estos países de alma hispana, como en un nicho propio de todo mi agrado.
Nos sorprende escucharla con esta efusión arrolladora que la retrata de cuerpo entero. Porque Stefh Duna, que no es bella, es en cambio fascinadora, y atrae y conquista con la fuerza de sus ojos, gitanos como su alma.
—Anhelo viajar mucho, mucho, —continúa— pero no por Europa, ni por Oriente, ni por otros países que sugestionan al viajero. Quiero viajar por América, por la América hispana, y recorrer uno a uno, hasta conocerlos perfectamente, todos sus países. Tan hispana me siento, que a veces se me olvida que soy húngara. ¡Es algo extraño que no acierto a explicarme yo misma!
Stefi Duna deja perder su mirada en el espacio, como buscando la razón de sus inquietos afanes. Está como perdida, lejos de nosotros, y ni siquiera la saca del ensueño la voz de Leo Carillo, que grita:
—i Chiquita bonita! Si quieres ser tan hispana como dices, cásate conmigo, que soy el español más hispano de California.
Pero Stefi Duna no le oye, o si le oye no le hace caso.
La llama el director. Vuelven a escucharse los compases de la rumba. Stefi Duna estremece su cuerpo con el ritmo de la música y ya no es hispana ni húngara, ni casi mujer: es el baile hecho carne y llama abrasadora.
Agosto, 1939
Y mientras baila, nosotros pensamos que es deuda de gratitud hacia los sentimientos expresados por Stefi Duna, el traer a las páginas de CINE-MUNDIAL a esta hembra atrayentísima que tanto nos quiere, para que la conozcan los lectores de toda esa América hispana, que forma parte tan íntima de sus sueños.
Neas ne (Viene de la página 363)
En adelante, no sólo volverá al género femenino, sino que le dejarán crecer el pelo para que le salgan rizos como tirabuzones. ... Y eso también se consigna en el contrato. Porque Sandy tiene contrato, con sus cláusulas, sus testigos, sus sellos de notario y sus “considerandos”.
—Ne . . . ne,—asintió Sandy y me dió en los lentes una estocada con su índice color de rosa.
Como el lector habrá podido notar, mi entrevista con Sandy no fue precisamente un éxito; de modo que le tengo que hacer un remiendo. Y, ya que el director ha dado instrucciones de que se trasmitan noticias palpitantes, aquí va una. Internacional, además.
Mandaron las “Aventuras de Marco Polo” a Italia (¿se acuerdan Uds.? Gary Cooper, la China, el Kan de Tartaria) y los censores del Duche se escandalizaron, sin que se sepa hasta este momento por qué. Serían los cohetes del epílogo . . . o seria que le faltó a la película el final que tuvo Marco Polo el auténtico—a quien zamparon sus compatriotas en la cárcel apenas llegó del Lejano Oriente—; pero el caso es que la película no se exhibía en Italia ni en ninguno de sus vastos dominios. Los censores querían censurar a todo trance.
Entonces, se impacientaron los exhibidores y protestaron a su vez, y escribieron al Duche, y a los periódicos, y a todas partes. Y los censores no tuvieron más remedio que autorizar la presentación de Marco Polo jpero con la condición de que cambiara de identidad! Asi quedaron a salvo la majestad de la historia y la dignidad de los censores. En Italia, pues, Gary Cooper se llamará MacPool, se naturalizará súbdito británico y su película se titulará “Las Aventuras de un escocés en la Corte del Gran Kan” y al que no le guste el fuste. . ..
¿A quién se parece? A su papá, hombre. Es Ruth Mix, hija de Tom y excelente como él a caballo. Tanto, que exhibe su destreza
ecuestre en el Circo de la Feria de
Nueva York.
EL SECRETO DE UNOS
Ojos Hermosos
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Fi stede
Steak MO,
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