Cine-mundial (1941-01-01T23:23:59Z)

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En la Terraza del Club, o del hogar, se puede disfrutar de este bello y eficiente MIXABLEND eléctrico "Universal." toda clase de legumbres y frutas. Para preparar un delicioso jugo de piña es ideal. Es de absoluta necesidad en los Bars y Cafés. (Los fabrican Landers, Frary & Clark, de New Britain, Conn., EE. UU.) Aparato único que con suma facilidad licúa Eleonor Maldonado, hija del pastor protestante hispanoamericano Luis Maldonado, anduvo flotando, en un neumático, quince horas por la bahía de Nueva York. El neumático estaba a.la orilla de la ría, se metió en él por jugar, la resaca la fué llevando y tuvo que pasarse toda la noche, muerta de miedo, en las negras aguas del Hudson. Negras, porque era de noche. La rescataron los marineros de una lancha del ferrocarril Central de Nueva Jersey. . . . ¡Qué cara más sonriente ponía el director y propietario del único periódico en español de Nueva York, don José Camprubí, tomándose una copa con el marqués del Mérito, catando unos vinos importados! . . . Bien amarteladitos por Broadway iban Juan Antúnez y Lidia Ramos, de la buena sociedad de la Habana, en plena luna de miel. Sergio, el “columnista” prototípico de nuestra colonia, al que con su serio perfíl de líneas rectas y su continente grave y triste se ve en todas partes, ha enviado unas cuartillas a nuestro compañero Pego, que constituyen una narración costumbrista de positivo mérito y que no resistimos, con permiso del compañero, la tentación de reproducir. “Hace como dos o tres domingos, no recuerdo bien, encontrándome con un grupo de amigos en el restaurante “El Mundial”, vi entrar la gallarda figura de un querido y viejo amigo que con su pluma, maquinilla es mejor porque la pluma ya pasó de moda, se destaca escribiendo para esta revista. Despues de triturar algunas partes de la deliciosa osamenta del infortunado pollo que el camarero me había servido y de limpiarme las manos con una blanca y almidonada servilleta, que parecía pechera de arzobispo, excusándome con mis amigos, me dirigí a la mesa donde se encontraba Pego. —Querido Sergio me dijo tras saludarme—no te especialices en trabajos fúnebres; nosotros necesitamos aleo alegre mara los numerosos lectores de “Cine Mundial.” Después hablamos de otras cosas, pero la palabra “fúnebre” me retumbaba en los oídos como diez mil baterias vomitando fuego. En Página 486 aquel trabajo había puesto toda mi inspiración y el único calificativo que le daban era “fúnebre.” Cuando volví a mi mesa, con mucho desagrado me di cuenta que el camarero se había llevado mi plato y a saber hasta cuándo iba a volver a comer pollo. Despues de la diplomática discusión de yo pago, tú pagas, yo pago, etc. etc., salimos a la calle. He de advertir que yo no pagué; unos se fueron por un lado y yo tranquilamente con las manos en los bolsillos y pitando la canción más de moda me dirigí a casa. “¿No sabe la noticia?” —me dice el hombre del ascensor “Acaba de morir Jimmy el hijo de la señora que vive en el piso encima del suyo.” “¿Cómo, si esa señora no tenia hijos; siempre la he visto sola.” —Bueno eso no sé Mr. Sergio, pero le aconsejo que como buen vecino vaya a verla— Pensando que el traje negro lo tenía a limpiar y como era domingo decidí esperar que llegara el lunes para ir a ver a la vecina vestido de negro como creía que era correcto. Rigurosamente de luto, subí al apartamento de mi vecina y como es costumbre en mi país empecé a dar el pésame a cuanta persona encontraba en la casa. Al verme, la madre del difunto, con desesperación, y ante mi sorpresa se arroja en mis brazos y empieza a llorar. “¡Hay! ¡Hay! ¡Hay! Míster, ¡si era tan bueno! En los ojos se parecía a Ud. un poquito—” “Cálmese señora. Debe de tener resignación ante esos golpes que a veces nos da el destino.” —“¡Hay! ¡Hay! ¡Hay!” (saca el pañuelo y se limpia las narices) “¡Si era tan bueno! Figúrese usted que no comía nada más que huesos! ¿¿ Huesos? ? i “Sí Mister, Solo huesos y de los escogidos por mí ¡Hay! ¡Hay! ¡Hay!”... No habia duda, era tanto el dolor de la infeliz madre que se había vuelto loca. “¿Quiere ver el cadáver de mi adorado hijo?” Si señora. Empezamos a caminar con dirección a la sala. El olor de ese perfume artificial que los floristas ponen a las flores empezaba a marearme. Por fin llegamos, la pobre madre me deja y corre con desesperación hacia el pequeño y lujoso ataud, su cuerpo cubre las facciones del muerto pues se ha recostado completamente sobre él en su delirio de mimarlo. Impresionado profundamente siento que un nudo oprime mi garganta, pero repentinamente mi impresión cambió en terror y vergüenza, pues por lo que tanto lloraba la mujer no era un ser humano, era un perro, perro que muchas veces al verme esperando al ascensor me había mostrado los dientes amenazadoramente. Esas son las cosas sorprendentes de este gigantesco Nueva York.” Juan Martínez y Antonita, castiza pareja de baile, dieron una comilona el otro día a Jorgita María Layton y Lola Castegnaro a las que conocían de París. La Castegnaro es la autora del pasodoble “Juanito,” dedicado a Juan Martínez, y una pianista notable. A la comilona se “ajuntaron” algunos amigos. . . . Juanito y Antonita bailan ahora en “El Chico” donde está la artista cómica Luisa María López, el trío Charro Gil y Gloria Belmonte, torera como su apellido. . . . Vimos en el cabaret “HavanaMadrid” a Carmen Montoya, que allí luce sus habilidades, flirteando con un muchacho rico que se llama Bobby Le Branche. Vimos a Merle Oberon, con una cazuela de aluminio en la mano, andar llamando en Nueva York de casa en casa. Estaba recogiendo aluminio para la Defensa Nacional. .. . Y hablando de Merle Oberon, ¿qué pasó que su charla por radio desde el Stork Club, uno de los cabarets más elegantes de Nueva York, en que iba a hacer propaganda por el aluminio, hubo de suspenderse? . . . El ex-ministro de Educación de Venezuela, Dr. Enrique Tejera está aquí “educándose.”. . . Bailes incaicos, nada menos, dieron a los concurrentes a la Velada de la Asociación Cultural Inter-americana, los organizadores de la misma con motivo del aniversario de la independencia del Perú. . . . Ya se fueron, después de haber sido agasajados en abundancia, los cuatro intrépidos automovilistas, los hermanos Maillo, que vinieron en auto de Buenos Aires a Nueva York en siete meses, diecinueve días, cuatro horas y veintitres segundos. Para volver, les regalaron un “Dodge.” HOLLYWOOD (Viene de la página 465) generación. Para la personalidad del sargento York y para el productor de la película ha sido una suerte el retraso, que ha permitido que la figura del sargento sea llevado a la pantalla por un artista de la calidad artística de Gary Cooper. Para la importancia de la película como documento histórico, el momento actual no puede ser tampoco más oportuno. —La única razón por la que yo he matado— dijo después de sus actos—ha sido para evitar que los enemigos muertos por mi mano ocasionaran miles de víctimas con sus ametralladoras. La película es así, desde el principio al fín, un riguroso ducomento histórico, que ha sido supervisado escrupulosamente por el propio sargento York, para que no pierda ni un atómo de su autenticidad. Y es, además, una verdadera obra de arte, en todos sentidos. Anna Neagle ha escrito a sus amigos en los EE.U.U. que hacer películas en Inglaterra no es lo mismo que trabajar en el pacífico ambiente de Hollywood. La simpática actriz está filmando un argumento basado en la vida de la aviadora Amy Johnson Mollison, bajo la dirección de Herbert Wilcox. “Algunas veces—dice Miss Neagle—hemos de suspender nuestra labor y cobijarnos en los refugios hasta que el peligro ha pasado... .” Esto nos recuerda el film “Major Bárbara,” de Jorge Bernard Shaw, en el cual se pueden ver en algunas escenas al aire libre, los globos cautivos que protegen a Londres. Cine-Mundial