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S E celebraba la premiere de la gran película de Cecil B. De Mille, “Piratas del Caribe,” en ocasión excepcional de festejar el 300 aniversario del famoso productor y director en el Cine, y de estrenarse el suntuoso teatro adquirido por la Paramount en pleno corazón del Hollywood Boulevard.
Era, pues, uno de esos espectáculos hollywoodenses que congregan en las calles de la Meca del Cine a las multitudes ávidas siem
pre de ver a sus estrellas, celebrados antes. con frecuencia y ahora muy contados por:.
las circunstancias anormales de guerra en que se halla el país.
Pos gentileza de la Paramon donde siempre se tienen para el periodista las máximas consideraciones, teníamos un lugar de preferencia en el teatro, resplandeciente ' como nunca de lujo y de belleza. Fódo Hollywood se hallaba reunido en el “gran teatro, conocido antes de adquirirlo .y renovarlo la Paramount con el nombre de “El Capitán.”
A pocozde sentarnos en nuestra luneta, hubimos de dejar pasd,3 tres. personajes dest
empezábamos ya a “sentitnos: nes violenta, cuando se nos ocutrió mirar a nuestra derecha y se hizo la:luz en nuestro -turbado cerebro,
i No ramos precisamente nosot os ol cen
SN
Paulette Goddard,
hombre que la
Su más
la gran artista de la Paramount, en una de sus últimas películas; y, "descubrió" y la Charlie Chaplin.
al margen, el hizo estrella: 3
sincero
ADMIRADOR
Por Elena
y un muchacho joven y apuesto—un padre y dos hijos, pensamos nosotros—que ocuparon las tres lunetas que quedaban vacías a nuestro lado, sentándose el caballero precisamente al lado nuestro.
En la suave penumbra del teatro, iluminado y decorado en tonalidades rosadas y azul pastel, que le dan el aspecto de un colosal es uche para una rica Joya, comenzamos pronto. a observar. que éramos nosotros el. centro. de-atraccion. de todo el público, que volvía“la cabeza: de” todas partes enfocado sus miradas: hacia nosotros ©
Un tanto azoradosy Un fants. confusos, =
5
Igi ] taba a nuestro lag era Dadá “menos que
Charles Chaplin. Lo comprendimos: todo
al: instante y nuestro interés se centralizó-
conocido% än caballero, una linda chiquilla: entonces en averiguar quiénes eran los mu
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de la
Torre
chachos que le iban acompañando. Conocemos de sobra a Paulette Goddard, por haberla visto en los “sets,” imcluso en los de la misma película cuyo estreno ibamos a presenciar. Y no era Paulette Goddard la que acompañaba a Charles Chaplin. Aunque aquellos ojos, aquella risa y aquella gracia infantil de que hacía gala la muchacha que se sentaba dos puestos más alla de nosotros, eran bien conocidos e inconfundibles. ¿Era, o no era aquella Paulette Goddard? . : ¡Era Paulette Goddard! .. . Era la atre-vida y. fascinadora protagonista de “Piratas ~ del Caribe,” “que fuera: de la pantalla parece inf tamente más. joven, porque, segun la hemos oído decir a ella m ma, muchas veces, > usa pata la a 3
enily. “salpicado de s, la` DRE rE conio, ge quilla de 17 años! ¡Era Pau
que © Pe a haceros in “La; noche fué así provechosa para noso