Cine-mundial (1942)

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MIENTRAS NO SONRIE Proteja su sonrisa con Ipana y masaje Una dentadura opaca, revelada al sonreir, puede empañar el esplendor del más bello semblante. Por eso, hay que proteger la dentadura a todo trance: con Ipana y masaje. Ipana, la refrescante pasta dentífrica, sirve para dejar los dientes límpidos y limpios; otro poquito de Ipana, aplicada con masaje a las encías, ayuda a fortalecerlas y estimularlas. ¡Proteja su dentadura si quiere proteger su sonrisa! Comience hoy mismo a usar Ipana y masaje. En toda farmacia. SU MAS SINCERO ADMIRADOR (Viene de la página 384) tros, desde el punto de vista periodístico, aunque tuvimos la fuerza suficiente de voluntad para no volver la cabeza ni una sola vez hacia la derecha, lo cual pudimos observar que dió una sensación perfecta de reposo a Charles Chaplin. Porque al no sentirse observado por su vecino pudo dar rienda suelta a sus expansiones durante la moche como un espectador cualquiera. ¡Y cuidado si disfrutó de veras el gran artista en el estreno de “Piratas del Caribe!” En el momento de levantarse el telón de amianto y quedar al descubierto la bellísima cortina de plissado raso color salmón, una exclamación de asombro salió de sus labios, que Página 392 se tradujo inmediatamente en dos palabras elocuentes, “¡qué belleza !”, al irse recogiendo el telón en innumerables ondas, para formar cuadro a la pantalla. Comenzó después Charles Chaplin a elogiar con entusiasmo cada una de las gigantes marinas que como cuadros de un Museo de Arte Moderno va presentando De Mille, con una verdadera orgía de colores arrancados de la realidad, como prólogo de la película. Y conforme avanzaba el desarrollo de ésta, Charles Chaplin, con la espontaneidad de un verdadero muchacho, comentaba, reía, elogiaba sin reserva la labor del director y de los artistas, entre los que ocupaba el primer plano la bella criatura sentada a su lado. Nosotros, por nuestra parte, seguíamos el asunto de la película con interés excepcional, pero seguíamos también las impresiones que nos comunicaba nuestro ilustre vecino, al mismo tiempo que éste las compartía con Paulette Goddard y con su hijo en voz muy baja, pero no lo suficiente para que no llegara a nuestros oidos aguzados. Nadie podrá negarnos ahora, a pesar de las desavenencias conyugales que existan entre estos dos personajes, que acaban de culminar precisamente cuando escribimos estas líneas en un rápido divorcio obtenido en Méjico por Paulette Goddard, que ésta tiene, como artista, en Charles Chaplin, su más ferviente admirador. Nos ha bastado esta noche para saber que el | director exigente de tantas películas inolvidables admira y aplaude la labor de la estrella a quien él dió fama. Y conociendo la dinámica personalidad de la | artista, nada de esto nos extraña. Porque Paulette Goddard, en el ambiente del Cine, es única y extraordinaria. No sigue reglas fijas en nada, ni trata de imitar a nadie. Su característica es el orden perfecto y sabe lo que ha de hacer en cada minuto de su día, siguendo siempre la regla inexorable de acostarse a las 9 de la noche mientras está trabajando, que no rompe por nada ni por nadie. Encantadora como ama de casa y gentilísima | para obsequiar a personajes de la talla de H. G. Wells y Diego Rivera, con los que discute sus propias ideas sobre Arte y sobre literatura, en la mesa de su comedor no se sientan nunca más de ocho personas a la vez, porque dice y con mucha razón, que “la conversación entre más de ocho personas, no puede resultar nunca interesante.” Sus únicas amigas íntimas son su madre, Mrs. Alta Goddard, que vive en la casa de Paulette en la playa de Santa Mónica, y su peinadora, Hedwig Mjorud, que la acompaña siempre a todas partes y no la abandona en sus viajes, porque a Paulette la gusta cambiar de peinado varias veces al día. La Academia de Modas de Nueva York acaba de declarar a Paulette la mujer mejor vestida del año 1942, a pesar de lo cual ella tiene muchos vestidos en su guardarropa por los que no ha pagado más de 15 dólares, aunque tiene también varios por los que ha pagado 300. Ello quiere decir que es su buen gusto y no su dinero el que la ha dado la fama. Casi siempre va sin medias durante el verano y la mayor parte del invierno, a menos que. el frío sea muy crudo. Nunca usa tacón bajo y adora los saveaters. que adornan su camerino en el estudio son dibujos de Edith Head, la estilista de la Paramount, de vestidos usados por Paulette en su películas preferidas. Paulette adora Méjico y tenía en proyecto comprar una casa en Cuernavaca para pasar en ella sus vacaciones. Pero vino la guerra y decidió que era mejor emplear en Bonos de la Defensa los $50.000 que le hubiera costado la casa. Tiene decidida pasión por la labor de Diego Rivera, que hizo de ella uno de sus más famosos retratos. Paulette qué es lo que había querido representar el artista mejicano al pintarla, ella contestó sin vacilar: “Mi retrato representa la juventud americana, tratando de expresarse tal cual es y buscando siempre la verdad.” Diego Rivera, por su parte, tiene también una decidida admiración por Paulette Goddard, habiendo diseñado gustoso para ella los dibujos de las sillas del comedor de su casa, que valen una fortuna. Diego Rivera y Charles Chaplin. Paulette Goddard cuenta con dos admiradores, que bastarían para llenar de orgullo a cualquiera de las más eminentes artistas de la pantalla. Cine-Mundial Lee detalladamente las , grandes revistas de modas, y los únicos cuadros , Cuando alguien le preguntó a`