Cine-mundial (1943)

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DE NUEVA YORK AL OLIMPO Fantasía humorística crítico-lírico-mitológica en tres actos. Escrita especialmente para Cine-Mundial CUADRO SEGUNDO EL MONTE PARNASO. Amenísimo y florido lugar en donde habrá varios templetes artística y convenientemente distribuídos. A la izquierda, la Fuente Hipocrene de donde, se supone, nace el río Permeso. Al fondo, derecha, el caballo alado Pegaso. Escena IV (Música) Danza de Terpsicore, al son de la flauta de Euterpe, mientras Erato recita. Polimnia trata de llevar el compas con unas maracas. Las restantes Musas estaran entretenidas en juegos o pasatiempos infantiles. La caracteristica de estas nueve hermanas debe ser el candor y la simpleza. ERATO.— Son felices, son felices; muy dichosos y felices los poetas. Ellos cantan porque gozan, ellos gozan porque sueñan, ellos sueñan mientras viven y ellos viven como quieren sin tener una peseta. Como agentes de este Monte y emisarios predilectos de Atenea, muy ufanos y en ayunas van los vates, tan campantes, por la Tierra; dando vida a sus visiones, desgranando sus estrofas y tejiendo sus quimeras. Con el estro y con el plectro siempre a tono; por encima de la podre y de la lepra de este mundo asaz cochino, pasa el vate como nube, sin mancharse ni las suelas. Ruja el viento, llueva o truene, caigan rayos y centellas... ellos siguen, inmutables, su camino e inspirados e insaciables forjan, crean, fraguan, pulen, fijan, zurcen, bordan, limpian, enjaretan y prodigan y derrochan el tesoro de sus versos y sus berzas. Harapientos; pero nobles. Hechos trizas; pero dignos y luciendo sus melenas empringadas y lustrosas o cerdosas y revueltas, van los vates muy orondos y animosos con angostos pantalones de abultadas rodilleras; con la lira por bufanda, en el invierno; y un bolsillo con mendrugos, por despensa. Y, de rimas y de ripio apertrechados Letra y Música de A. Jiménez Colón (Continuación) los injuria, los maltrata, los agobia y los asedia, Mas, los vates no se abaten ni reparan en tamañas menudencias. Ellos cantan, ellos cantan y prosiguen despreciando las miserias de este mundo interesado que ellos cruzan sin fijarse en las mujeres vulgarotas y plebeyas. (Sobre todo si son gordas bigotudas y algo puercas.) Ellos van enamorados persiguiendo a una Princesa rubia, pálida, espigada, de planchada cabellera, lisa y llana por detrás y por delante, que no coma, que no fume, que no ronque y que no beba; quien cautiva en un castillo de altas torres almenadas, se consume, se marchita, se hace polvo y los espera. (Se precisa que el castillo sea de aquellos que están libres de hipotecas.) Son felices, son felices . . . muy felices y dichosos los poetas. (Hablado) URANIA.—Venid, hermanas. EUTERPE.—; Qué sucede? CLIO.—; Qué ocurre? (Todas van junto a Urania.) URANIA.—(Sezalando al cielo.) Ved... . MELPOMENE.—; Qué será eso? CALIOPE.—Parece un cóndor. URANIA.—Tiene la forma de un ser humano. EUTERPE.—Si; es un hombre. CLIO.— Un aviador, sin duda. POLIMNIA.—O un torero. ERATO.—Y cómo lo zarandea el viento. TERPSICORE.—(Alarmadisima.) Y viene a caer aquí. URANIA.—(Id.) Sí, sí; apartaos, pronto. (Todas gritan, corren y se refugiam em los templetes más próximos mientras se ve caer en el río una forma humana abrazada a una escoba.) Escena V. TRONCHO.— (Sale del río escupiendo agua y braceando como si estuviese nadando.) Sin el arca de Noé, del diluvio escapé a nado. Ahora, aquí me tumbaré y mis fuerzas repondré, porque estoy muy fatigado. (Se acuesta y queda dormido. Acto seguido van apareciendo las Musas, en las que puede más la curiosidad que el temor.) (Troncho empieza a roncar) EUTERPE.—No está muerto, pero debe tener algo roto. Oid como se queja. Socorrámosle. Todavía respira. URANIA.—Y resopla. POLIMNIA.—Ahí tiene una cosa que le sube y le baja. URANIA.—Eso es el estómago. Dejadme a mí. (Se sienta en el suelo y apoya sobre sus muslos la cabeza de Troncho.) (Todas se sientan formando un semicírculo.) TRONCHO.—(Abriendo los ojos.) ¿Dónde estoy? URANIA.—En mi tibio regazo. ¿Cómo te encuentras? Calado hasta los huesos. URANIA.—; Sientes dolores? TRON.— Lo que siento es una debilidad que me está matando. ¿No hay por aquí algún Coffee Pot? POLIMNIA.—¿Qué ha dicho? Coffee Pot. POLIMNIA.—¿Y eso qué es? Uno de los sitios donde estos infelices suelen perder el estómago. URANIA.—Aquí, desgraciadamente, no hay ni un mal ventorro. TRON.—Cielos; ¿dónde habré caído? POLIMNIA.—Dentro de ese río. TRON.—Quise decir que, ¿dónde me encuentro? URANIA.—En el Monte Parnaso. TRON.—(Levantándose y con el natural asom bro.) ¿El Parnaso? ¿Yo en el Monte Parnaso? Entonces . . . vosotras ¿sereis . . . ? (Las Musas se levantan y hacen su autopresentación dando sus nombres.) Melpómene. Euterpe: Caliope. Polimnia. Terpsícore. Urania. Clío. Erato. Talía. TRONCHO.—(Donjuanescamente.) Pues bien; bellas Musas amables y ricas: Yo soy mister Troncho Perulero de Hita. Un bardo y un hijo de buena familia, que aunque hecho una “sopa” y el alma hecha trizas, pone a vuestras plantas su plectro y su lira. (Todas brincan y palmotean dando muestras de gran contento y regocijo.) CALIOPE.—Un hombre. ¡Qué suerte! y la lanza de una endecha, Escena VI van a lomos de Pegaso hacia lo abstracto; CLIO.—(4 media voz.) Ahi está. ora, a caza de una idea; ERATO.—(id.) Ya lo veo. ora, en pos de lo intangible; URANIA.—Pobre hombre. CLIO.—Un vate. . . . ¡Qué dicha! ora, huyendo de la cuenta MELPOMENE.—¿De dónde se habrá caído? ERATO.—Un bardo en “piyama.” de la zafia y vil patrona POLIMNIA.—A juzgar por el traje, de la cama. EUTERPE.—Que Zeus lo bendiga. que prosaica y despiadada los persigue, | CLIO.—No se mueve. ¿Si estará muerto? POLIMNIA.—Y, es guapo. los increpa, ERATO.—Sería lástima. TALIA. Y esbelto. Marzo, 1943 Página 115