Cine-mundial (1943)

Howard, su último amor. ... Triunfó de nuevo en el “Town Hall” el pianista brasileño, Bernardo Segall, interpretando a Bach y a Mozart. , . . Tomando el fresco en Forest Hills, el ilustre historiador boliviano Alcides Arguedas, con su hija. . . . Está llamando la atención el cancionista brasileno Fernando Alvares en el “Copacabana.” Rodeiro, el dibujante cubano, ha organizado una compañía de películas a base de artistas hispanos que actúan en Nueva York. ¿A que fracasa? . . . El presidente de las Filipinas, Manuel Quezón, que se encuentra en Nueva York enfermo, dicen que piensa retirarse cediendo la presidencia al actual vicepresidente, Osmena. . Frank GarcíaOrtega, el hijo de nuestro director, presta sus servicios a la patria, en una bateria antiaérea. . . . Esta orgullosísimo Luis Fernández, el cocinero del “Havana-Madrid,” porque lo llamaron para que cocinara en una fiesta que se organizó en favor de los soldados en el “Manhattan Center.” Agell, director de publicidad de “Columbia Pictures,” dice que “La Malquerida” de Benavente esta plagiada del drama del catalán Adrian Gual, “Misterio de Dolor.” Hay que aclarar que Agell tambien es catalan... . A Lola Montez, que bailaba antes con Antonio Triana, hay que verla ahora en el “HavanaMadrid.” Macoco es el argentino más famoso actualmente en Broadway. Macoco es Martín de Alzaga Unzue, millonario de las pampas, adorador impenitente de las más esculturales artistas de Broadway. Acaba de casarse, dicen, con Kay Williams, una rubia que es una verdadera escultura viviente. ¡Quién fuera Macoco, como aquí le llaman! Esto le saca a uno las ganas de escribir, y ponemos punto. Solución al fotocrimen de la página 107 Como la bala que mató a Bixby estaba alojada en su cuerpo, y como el agujero causado por el disparo en la cortina estaba debajo del antepecho de la ventana, Fordney tenía la certidumbre de que el disparo no se había hecho dentro de la habitación. Así quedaba exento por completo de sospechas el joven Collier. Pero lo implicaba como encubridor del verdadero asesino. Así fue en efecto. Paul entró en la sala en los momentos en que Mónica hacía fuego contra Bixby desde el jardín. Paul se lanzó a la ventana y le quitó el arma a la joven. Luego, interrogado por el detective, guardó silencio ¡y Mónica le pagó el servicio inculpándole! Según se aclaró, Mónica, apuntando cuidadosamente con el revólver desde el jardín, empujó la cortina de la ventana hacia dentro con el cañón del arma... y así el agujero causado por el fogonazo quedó debajo del antepecho de la ventana. Fue este detalle el que dió a Fordney la clave de la identidad del asesino. Hitchcock, el Director de lo Misterioso (Viene de la página 100) Hitchcock dirige la película que introdujo el cine hablado en Inglaterra. Los ingleses, tradicionales por temperamento, se resistían a admitir el cine parlante. En los primeros ensayos de la nueva modalidad cualquiera se resistía, Página 126 LA DUDA SE CONVIERTE EN CONVICCION Teresa Wright, en el papel de la sobrina, descubre en los ojos de Joseph Cotten el secreto de su crimen. Esta es la escena culminante de "La Sombra de una Duda", la película que Hitchcock acaba de dirigir para la Universal. porque aquéllo no era hablar sino unos sonidos broncos como si todos los artistas que se veían en la pantalla padecieran Яе carraspera. Hitchcock dirige “Chantage,” en donde, como en sucesivas películas, impera la emoción de lo desconocido, el detalle acusador, y como contraste, la nota de humor. Еп este respecto el acreditado director es cien por ciento inglés. Siguen una serie de películas misteriosas. Trabaja para Gaumont. Realiza con éxito “El número 17," “Champagne,” “El asesinato de Lady Camber,” “Rico y forastero” y otras muchas. Y a medida que va acumulando éxitos, Hitchcock va adquiriendo volumen en todos sentidos. Cae en las redes del amor en Alemania Con la UFA trabajó el joven director en Berlín, donde hizo “The Blackguard” con Jane Novak, y en Munich, donde filma “El jardín del placer,” película inolvidable para Hitchcock. Rodándola fué que se enamoró de uno de sus ayudantes que se llamaba Alma Reville. Dirigía Hitchcock el amor en el cinedrama y lo practicaba luego, fervorosamente, con su ayudante. En 1926, el director de “Agente Secreto” se casa con Alma Reville. Y aunque Hitchcock lleva en Hollywood algún tiempo, todavía sigue casado con Alma Reville. Todavía trabajan juntos. En el hogar del famoso director, en vez de hablar, como en otros hogares, de lo que ha subido la carne, se habla de argumentos, de efectos escénicos, de intérpretes cinematográficos. Primer éxito en Estados Unidos La primera película que Hitchcock hizo en Hollywood es aclamada por los cronistas de cine de 546 periódicos norteamericanos como la mejor película del año. Se titula “Rebeca.” Y en la actualidad se proyecta en todos los Estados Unidos con clamoroso éxito el último de sus triunfos, “La sombra de una duda,” gran película de la Empresa Universal con Teresa Wright, Joseph Cotten y Macdonald Carey a la cabeza del reparto. Su técnica consiste en hacer resaltar los detalles minimos—una manzana con un cuchillo que la va cortando, el primer término de unos ojos aterrorizados, el frecuente enfoque de los objetos en contraste соп los intérpretes, todo ello combinado habilisimamente. “La sombra de una duda” lleva la marca de Hitchcock indeleble en todas las escenas. E interviene oscuramente él mismo en algunas, por no perder la costumbre ni caer en desgracia con la suerte. ¡Lo que hace Hollywood! ¿Querrá usted creer, lectora o lector, que este gastrónomo impenitente de Alfred Hitchcock, con su cabellera negra y sus ojos azules, ha disminuído de peso, desde que está en Hollywood, en veinticinco libras? Se deduce de ello que en la ciudad del cine yanqui no solo se estilizan las estrellas, sino que hasta los directores más gorditos como Hitchcock se someten a un régimen de enflaquecimiento. El matrimonio Hitchcock tiene una hija de 12 años, Patricia, la que ha hecho su debut como actriz en un drama en Broadway, siendo muy elogiada por la crítica. Y tiene dos perros. Lo que más aborrece el director de “La sombra de una duda” es el ejercicio. Le agrada la jardinería. Las únicas novelas que lee son las que le interesan como posibles. cinedramas. No visita los estudios, para no influenciarse por la labor de otros directores. Mas no queremos terminar esta estampa biográfica sin enterar al lector de un detalle que en Alfred Hitchcock es significativo: su peso. Si no miente la báscula, son 131 kilos y medio. Cine-Mundial