Cine-mundial (1943)

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Piel irritada por desodorantes inferiores ARRID es la crema blanca, innocua, que no irrita SUPRIMA LAS MANCHAS DESAGRADABLES EN LAS MANGAS CON LA NUEVA CREMA COSMETICA PERFUMADA QUE NO IRRITA ¡No busque que hablen mal de usted! Las manchas de sudor en las mangas del vestido son imperdonables, especialmente cuando se pueden evitar tan fácil y eficazmente. ARRID, la nueva crema desodorante, mantiene las axilas secas, y evita el olor debajo de los brazos. ARRID es innocua, y digna de confianza, y ofrece estas cinco ventajas: No irrita la piel. . No daña ni aun los vestidos más delicados. . Evita las manchas ofensivas en las mangas y espalda del vestido. . Su efecto es duradero. Evita el olor del sudor. Tiene una delicada fragancia. . Tiene la fina textura de una crema de belleza. Es blanquísima, sin grasa, no mancha, desaparece al instante. En extremo económica. Tamaño Grande $20.— Pequeño $5.— El Desodorante Que Más Se Vende COMO UNA MUJER PUEDE CONQUISTAR A UN HOMBRE Y UN HOMBRE PUEDE GANAR El Respeto de Otro A menos que un litro de jugo biliar fluya diariamente del hígado a los intestinos, la comida se descompone en los intestinos. Esto envenena todo el organismo. La lengua se pone amarillenta, la piel lívida . . . salen granos y barros, los ojos lucen lánguidos, el aliento es desagradable, la boca tiene un sabor agrio, se presentan los gases, mareos, y dolores de cabeza. Se convierte usted en una persona de aspecto feo y desagradable, y todo el mundo le huye. Los laxantes no son el remedio necesario, ya que sólo producen una evacuación de la parte inferior de los intestinos, y con esto no se eliminan los fermentos y venenos. Sólo al fluir libremente el jugo biliar, se eliminan estos venenos de los intestinos. La única medicina vegetal de efecto suave, que hace fluir el jugo biliar libremente, es las Pildoritas Carters para el Hígado. No contienen calomel, sino extractos vegetales finos y de efecto suave. Si quiere recuperar su atractivo personal, empiece a tomar las Pildoritas CARTERS para el Hígado, de acuerdo con las instrucciones del folleto. Precio: $4.60. Página 132 testarla por mi misma, enviando a mi ingenuo y lejano adorador mi retrato con expresiva dedicatoria. Y se inició entre el niño y yo una correspondencia frecuente y constante, que duró varios años sin interrupción. Crecía el muchacho y a través de sus cartas iba yo siguiendo el proceso de su transformación de niño en adolescente, de inteligencia precoz, de talento excepcional y de sentimientos sublimes y sinceros. Sus-cartas para mí eran acicate y estímulo que me servían para tratar de mejorar mis actuaciones artísticas para no defraudar nunca la fe que el niño desconocido había puesto en mí. Debo ahora confesar que a él y a su fe les debo no poco de lo que he llegado a ser. Y todo ello sin idea y sin esperanza de encontrarle jamás por el mundo. Mi vida artística y privada seguía serena su rumbo, sin desviarse en complicaciones de romanticismos absurdos que no hubieran tenido razón de ser. El niño cubano era en ella un hijo espiritual, muy amado por mí, pero que debía permanecer para siempre incógnito. —¿Y ahora? . —interrumpimos. Lillian Gish nos detiene con un gesto: —Un día—nos dice—durante el ensayo de una de mis obras teatrales en Broadway, me hallaba yo en escena con Katharine Cornell y Noel Coward, cuando un portero entró al escenario a decirme que un joven llamado Angel Luis Ayarzun insistía tenazmente en verme, al no haberle sido posible conseguir que le vendieran una luneta de primera fila para el estreno de la obra al siguiente día. Lillian Gish hace una pausa. Aún la domina la emoción experimentada en aquel momento. —Dí orden al portero—sigue diciendo al cabo de unos segundos de silencio—de que hiciera pasar a Angel Luis Oyarzun. Y cuando lo tuve ante mí le abracé estrechamente en silencio, sin poder pronunciar una palabra, llorando de emoción. Cuando logré serenarme, expliqué a Katharine Cornell y a Noel Coward: “Les ruego que comprendan lo que siento. Hace once años, desde que él contaba ocho, sostengo una correspondencia constante con este muchacho, al que hoy veo en persona por primera vez. Y les expliqué el caso a la ligera en pocas palabras. Los dos tendieron su mano a Angel Luis Oyarzun, que temblaba de emoción. Y a la noche siguiente, en el gran estreno de Broadway, el muchacho cubano es huesped de honor en el palco proscenio de Mary Pickford, la amiga inseparable de Lilian Gish, que trabaja para él exclusivamente en la noche memorable, olvidada del resto del público, y que para él y sólo para él tieme el último de sus saludos, al ser aclamada delirantemente. El viaje de Angel Luis Ayarzun a Nueva York, para conocer a Lilian Gish, es el premio otorgado por el padre a la aplicación del muchacho. Y si la aplicación fué mucha, el premio fué digno de ella, puesto que le valió no solamente la realización de su deseo, sino la amistad ferviente y Unica de dos hadas madrinas, que velan a su lado desde aquel día como ángeles tutelares: Lillian Gish y Mary Pickford. Ahora Angel Luis Oyarzun, convertido en Lilo Yarzun, acaba de asomarse también a la pantalla por vez primera. Su madrina espiritual tiene puesta en él la misma fe que él pusiera en ella. Nosotros la compartimos. El secreto de “la hermana blanca”; la “historia sentimental del más puro y acendrado de los amores,” nos ha dejado suspensos por su belleza. No sabemos ahora de que es de lo que queríamos hablar esta tarde con Lillian Gish. Y no tenemos ya tiempo de más. Los Comandos han logrado allá en el “set,” Cecilia Parker, artista de Metro-Goldwyn-Mayer PEINES “ACE” de caucho vulcanizado Estrellas Populares — Empeñados en la Guerra, nos preparamos para la Paz AMERICAN HARD RUBBER COMPANY Nueva York, N. Y. que parece ahora tan lejos de nosotros, subyugar a los nazis invasores de la aldea noruega, llevándose a Inglaterra a las mujeres y a los niños desamparados. Lillian Gish debe ir con éstos en el barco. Y cuando la vemos alejarse a bordo, nos parece una figura de leyenda соп la que hubiéramos soñado. | Pero a nuestro lado está Lilo Yarzun, para convencernos de que el sueño, por una vez en la vida para suerte suya, es una perfecta realidad. ¿Qué fué de Aquella Estrella? (Viene de la página 121) hace fraile, representa una excepción. Las casadas No hace tantos años que “Petróleo para las | lámparas de China” era calificada como una | gran película. Pat O'Brien era el protagonista | y la exquisita actriz que desempeñaba el primer papel, Josephine Hutchinson. | Josephine Hutchinson era una actriz de gran | talento. Si hubiera querido, perseverando en Hollywood, hubiera llegado a ser una gran | estrella. Vino a ser, con su espléndida cabe| llera rojiza y lo delicado de sus modales, la Greer Garson de su tiempo. Prefirió el hogar. Casada con un agente cinematográfico, Jimmy | Townsend, se considera más feliz en la actuali| dad, dentro del anonimato, que cuando su nombre figuraba en las carteleras al lado del de Pat O'Brien. Cine-Mundial|