Cine-mundial (1943)

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Por El Е anécdota neoyorquina, propia de estos tiempos de guerra. Acertábamos a pasar por Broadway y la calle 44 cuando vimos a un alférez de navío con su reluciente uniforme azul marino y sus galones dorados en las hombreras. Se cruzó con dos marineros, que siguieron de largo sin alzar la vista hacia su superior. De pronto, un marino que venía bastante aprisa, al ver al alférez, le hizo un respetuoso saludo y continuó andando rápidamente. El nuevo alférez siguió unos pasos, luego se detuvo, como si vacilase, dió la vuelta y echó a correr detrás del marino que le había saludado. Nosotros corrimos también dispuestos a no perder el incidente. ¿Qué delito insospechado habría cometido el marinero? Por fin el alférez le dió alcance a la altura de la calle 45, y parándole, interrogóle si había sido él quien le había saludado hacía un momento. Un tanto perplejo, el marino le dijo que sí. Entonces el alférez sacó del bolsillo un billete de un dólar y se lo entregó. El marino preguntó a qué venía aquello, si es que deseaba algún recado. “No hagas preguntas. Guárdate el dólar y sigue tu camino”, le replicó el alférez. Entonces el marino, volviéndose a nosotros que estábamos a su lado, tan confundidos como él, nos dijo: “Ya me habían dicho que en Nueva York la gente era un tanto chiflada, pero nunca pude imaginar que hasta los oficiales de Marina dieran dólares en la calle a los marineros.” Poco después nos enteramos en el “Lamb's Club,” el círculo de la gentes de teatro, que el nuevo oficial era un actor, llamado Ewell, que habiendo ingresado en la Marina, le acababan de hacer alférez y es tradicional que cuando salen a la calle con el nuevo uniforme, para congraciarse con la suerte, ofrezcan un dólar al primer marino que les salude. А un banquete que ofreció al ex-cónsul de México en Nueva York, ascendido a ministro plenipotenciario en Washington, don Rafael de la Colina, el acaudalado hombre de negocios mexicano, Santiago Poberesky, en el elegante Westchester Country Club, concurrió, bellísima todavía, Pola Negri. ... Probablemente la mejor pareja de bailes gitanos que se pasea por Nueva York, la componen Rosario y Antonio, que nacieron en Albaicin. Hace quince años no tenían qué llevarse a la boca y vivían con una tribu de gitanos. Hoy, triunfando en Nueva York, Rosario tiene un abrigo de pieles que da Al OO 0 6 a Z Al marido de Pilar López, la bailarina española que actúa соп frecuencia en los cabarets españoles, Tomás Ríos, se lo llevan al ejército. . Muy animado el baile del Club Social Hispano, compuesto de estudiantes, en el Hotel Claridge. Preside el club Carlos L. Bethencourt, estudiante venezolano de la universidad de Columbia. . . . El profesor Emilio Gonzalez López, que está ahora en el Hunters College de Nueva York y enseñó en la universidad de Panamá, ha colaborado en la redacción del nuevo código penal de aquella repú Página 166 Curioso Pertinaz blica. Salió encantada de Nueva York, donde tiene muy buenos amigos, Inés Arozemena, volviendo a Washington en donde ocupa el puesto de secretaria de la embajada panameña. Visitó a la señora de Chiang-kaishek, el líder chino, que se halla recluida en una gran clínica neoyorquina, Pearl Buck, la autora de “La tierra madre” (¿Se acuerda usted de la película con Luise Rainer y Paul Muni?) ... La única artista en todo Nueva York que baila la rumba en la punta de los pies es Rayito de Sol. ROBERT YOUNG RECUERDA SUS MISERIAS.—¿De qué creen ustedes que se le ocurrió hablar a Robert Young, en el lujoso hotel Sherry-Netherlands de Nueva York, a los periodistas? De que allá por el 1922, aburrido de ser escribiente de una firma comercial que se dedicaba a hacer préstamos, reunió con otro muchacho, también aficionado al teatro, seiscientos dólares que ellos estimaban sería suficiente para vivir un año en Nueva York, y se presentaron en Broadway dispuestos a convertirse en genios de la escena. Como no lo lograron y se les acabó el dinero, pasaron bastante miseria, pero nosotros los representantes de la prensa no le dejamos continuar. Entonces nos dijo el joven y notable astro de la pantalla que tal apego le había tomado a Nueva York que por lo menos una vez al año, aunque sólo fuera por unos días, no dejaba de visitarlo. Este año fué invitado especial al baile de caridad que anualmente ofrece el presidente Roosevelt con motivo de su cumpleaños. Robert Young acaba de terminar la filmación de una película con Lana Turner, que ha llevado cuatro títulos y puede que le modifiquen el último antes de proyectarla. Se ha llamado sucesivamente “Nothing Ventured”, “Careless Cinderella”, “Careless” y ahora “Slightly Dangerous” o sea, traduciendo literalmente, “Nada aventurado”, “Cenicienta descuidada”, “La descuidada” y “Ligeramente peligrosa”. Robert Young declaró que tenía una hija de cinco años. Pensaba regresar pronto con su esposa a Hollywood. No tenía ninguna película en proyecto e iba a tomar parte en la compañía teatral de Brentwood, integrada en su mayoría por artistas de cine . . . que no tienen películas que filmar. El hijo de Estrada Palma, de feliz recordación en la presidencia de la república de Cuba, es un gran aficionado a la ópera y con frecuencia se le ve, esperando por horas, en la cola de la taquilla del famoso “Metropolitan” de Nueva York. Además de aficionado a la música, el hijo de Estrada Palma es un admirable poligloto. . . . Lillian Gish es la primera estrella cinematográfica que se atreve a dar una conferencia en la Academia de Müsica de Brooklyn, en Nueva York... . ¿Habrá pronto matrimonio en la sección ibérica de la Oficina de Información de Guerra? Anita Correa, sale muy amartelada todos los días a “lunchar” (vulgo almorzar) con un productor de transmisiones de radio de la misma oficina, llamado Don, un guapo muchacho italiano. . . . En un mitin, para que liberasen a los 33.000 combatientes y refugiados españoles que se encuentran en el norte de Africa en las cárceles y campos de concentración, que se dió en el Club Obrero Espanol de Nueva York, hablaron el Dr. Negrín, hijo del que fué jefe del gobierno español, y el batallador periodista, Antonio de la Villa. . . . Alejandro Molano, un colombiano que enseña español en una academia particular, ofreció sus hijos Fernando, Alejandro y Alfonso al ejército norteamericano. Con tal motivo se ganó un banquete en el Kiwanis Club, de Long Island. . . . El marqués de la Falaise, marido que fué de (Continúa en la página 170) La "mesa internacional" durante el almuerzo ofrecido por la Monogram Pictures en el hotel Waldorf-Astoria, de Nueva York, con motivo de la exhibición de PATINES DE PLATA, su primera superproducción musical. De izquierda a derecha: la Sra. Mildred James Wingardh; el capitán Fred Wingardh, cinematografista sueco; Jack Estes y Otto Lenz, de The Estes Company, representantes en los Estados Unidos de altos intereses peruanos; H. AlbánMestanza, jefe de la sección latinoamericana de la Monogram; el senador peruano Manuel Montesinos; Nellie Witting, subjefa de exportación de la Monogram; Charles Cooke, representante de Cine Colombia, y su secretaria, la Srta. Epstein; Russell Spaulding y Mary Spaulding, conocidos cinematografistas panamericanos. Cine-Mundial