Cine-mundial (1943)

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derosa razón por la que los ingleses y sus aliados pelean. Y las escenas finales, en que el espíritu de la juventud de ahora, representado por un hombre y una mujer de la familia, que en pie sobre las ruinas de la casona, destruída por los bombardeos, juran construirla de nuevo, es un aliento de valor y de esperanza por un mundo mejor que ha de surgir de este caos en que nos hallamos envueltos. La película es una maravilla y nos es imposible decir nada de la actuación, porque sería necesario dedicar páginas enteras de elogio a cada uno de los artistas. —de la Torre. Ве М Y. al Olimpo (Viene de la página 154) Escena XVIII VESTA.—Qué importuno, qué pesado. CERES.—Este Momo es una “lata.” BELONA.—Vete de aquí, desgraciado, que tienes muy mala “pata.” (Momo va a molestar a los del grupo 1.) JUNO.—Qué bufón más atrevido. ARGOS.—No te acerques que te temo. JUPITER.—Oye, Momo; no seas memo que ya me tienes . . . molido. (Momo cesa de molestar.) TALIA.—Esa alhaja es primorosa. PLUTO.—Buen dinero me ha costado. TALIA.—Ya se ve que es muy valiosa. PLUTO.—Como todo lo importado. SILENO.—El olor a pachuli me hace perder la cabeza. AGLAE.—Lo mismo me pasa a mi con el olor de cerveza. NIOBE.—Pues del chotis, segun veo, hace usted una maravilla. ¿Donde lo aprendió, Nereo? NEREO.—En Madrid, en “La Bombilla.” . MERCURIO.—Yo, en mi pretensión insisto: ¿Te gusto o no?, bella Aurora. AURORA.—Me gusta usted por . . . lo listo. MERCURIO.—Tú a mí рог... madrugadora. GANIMIDES.—¡Uf; qué calor! DORIS.— Deprimente. GANI.—Qué bochorno. DORIS.— Insoportable. GANI.—,;Lloverá? DORIS.— Probablemente. GANI.—Y, yo sin el impermeable. co... о нее е ео ое е ое еее оо ао ооо ооо а APOLO.—A mí, más que la malaria y que el cólera, me aterra esa fauna literaria que ha producido la guerra. CIBELES.—Yo digo que está muy mal que un mortal se haya colado en la Mansión Celestial. DIANA.—Si el hombre fuese inmortal sería un bicho de cuidado. MARTE.—El suprimir la autocracia es una barbaridad. ORFEO.—Y el confundir democracia con lo que es vulgaridad. PROSERPINA.—j Qué descaro! CERES.— ¡Qué insolencia ! VESTA.—Tal acción no tiene nombre. BELONA.—j Qué relajo! ARIANA.— ¡Qué indecencia; venir aquí con un hombre! Abril, 1943 J celebrado por sus bellos Tonos y su notable Durabilidad Porque dura aplicado más . . . porque sus eiegantes tonos son generalmente precursores de los más novedosos colores de la moda—el Esmalte para las Uñas Revlon es el damas bien vestidas. ¡Y ahora hay también el Lápiz Labial Revlon—en tonos que armonizan a maravilla con los del Esmalte para las Uñas Revlon! Ud. puede contar siempre con que el Lápiz Labial Revlon—lo mismo que el Esmalte para las Uñas Revlon—jpermanece aplicado horas enteras! favorito de las No olvide que hay también una cómoda Barra de Crema). Pida los Cosméticos Revlon en su salón de belleza o su perfumería favorita. Colorete Revlon (Colorete en El nombre mas famoso del mundo en Esmalte para las Unas G22s Las preparaciones de Revlon se venden en toda la América Latina. TETIS.—Tirar su reputación y hasta su honor por la borda. EURIDICE.—Siempre, su predilección fué por los de brocha gorda. (Se oye a lo lejos un clamoroso y prolongado toque de cornetas que produce cierta expectación entre los dioses.) JUNO.—Las trompas de la Fama se oyen. ARGOS.— ¿Qué pasará? MERCURIO.—¿Qué vendrán anunciando? JUPITER.—La Fama lo dirá. APOLO.—Tal vez algún concurso. PLUTO.—O una contribución. MARTE. (Apenado.) ¿Si será el armisticio? BACO. (Alarmado.) ¿Será la prohibición ? (Aparecen los heraldos de la Fama tocando largas cornetas. Dos de éstos colocan una plataforma en medio de la escena y sobre ésta una bandera y un retrato de Troncho. Hecho esto, aparece la Fama jadeante y con el pelo suelto; se encarama en la plataforma, tose, escupe y se limpia con el dorso de la mano. Todos la rodean. La música seguirá sonando pianisimo.) Escena XIX. LA FAMA.— Ahí viene el fecundo germen sublimado, Troncho Perulero, rimador alado. El ópimo y óptimo y ultérrimo vate: Es, el non-plus-ultra; él es el magnate más super-artista que hay en la creación, porque forja el verso cálido y sonoro, bajo el martilleo de su plectro de oro, en la ardiente fragua de su inspiración. Que, en son de conquista célica y astral, se remonta en alas del decadentismo, desde el catafalco del materialismo, hasta el dombo etéreo de lo sideral. De la Tierra viene y si nos visita es porque su numen campo necesita y para sus fines busca lo infinito; le seduce el Cosmos y le atrae el arcano y, si viene a mano y le da la gana, os descubre el Mito. Después de bañarse se siente dichoso y viene al Olimpo, radiante y fogoso, para convenceros, después de escucharle, que aquí no hay quien sirva ni para OLIMPIARLE. Ya veréis, ¡oh, diosas!, que en nada exagero, cuando su condumio potente grisáceo os suelte su jugo, dejando un reguero LIROULTRAVIOLACEO. Tiene otra ventaja sobre todo el mundo, en la cual estriba su crear fecundo, y es que, si le place, el vocablo inventa, o lo modifica o lo condimenta, lo limpia, lo pule, lo fija o lo raja, lo estira, lo encoge, lo ajusta y lo encaja, sin que ni el más lince note el artificio. (Ventajas del vate que sabe su oficio.) Querer igualarle, sería empeño vano, pues su predominio es tan colosal que las nueve Musas comen en su mano y, a Pegaso, a veces, lleva del ronzal. (La música ataca una marcha triunfal, a cuyos acordes aparece Troncho sobre Pegaso, rodeado de las Musas, Pan, las Hespérides, Las Bellas Artes y seguido de Ondinas, Driadas, Mapeas, Náyades, Neréidas, Silfos, Fáunos, Sátiros y Silvanos que le victorean y aclaman frenéticamente, ante la natural y divina estupefacción de los dioses.) (Mutación y a otra cosa.) (Continuará en el próximo número) Página 177