Cine-mundial (1944)

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Página 172 Ginger Rogers en "La que no Supo Amar", gran película en tecnicolor que la Paramount acaba de estrenar en Broadway. Este es el traje que más se ha discutido aquí durante la temporada de invierno. to por las nubes. —i Esto es terrible !,—decía un enfermo colombiano.—Resulta más barato morirse de una vez. EL OTRO día hubo una pelea en un cafetin de la Sexta Avenida entre un soldado y el bouncer, o matón de la casa, que se encarga de poner orden y echar a la calle a los borrachos pendencieros o impertinentes. El soldado era un joven fornido, muy mal encarado; y el bouncer, un cuarentón regordete de modales circunspectos. No sé cómo empezó: el altercado. Cuando vine a darme cuenta, el soldado y el bouncer estaban frente a frente, apuntándose con el indice hacia sus respectivas narices y dándose empujoncitos que culminaron en un empellón tremendo, que tumbó patas arriba al soldado. En seguida intervinieron otros militares y se apaciguaron los ánimos; pero poco antes de que cada cual se sentara de nuevo, el bouncer le dijo con mucha calma al soldado: —Yo estuve en la guerra pasada y traigo los papeles en la cartera. Toda esa furia te la guardas para cuando estés en el frente: y si quieres pelear aquí mismo en Nueva York, no la vengas a coger conmigo, que no estoy hoy para bromas. EN NUEVA YORK se distinguen los cabarets típicamente hispanos por lo obscuros y aburridos. También es curioso que a los yanquis les encanten estos sitios, a pesar de que cuando van a ellos siempre salen con un ataque de neurastenia. ESTA EPOCA recuerda la novela “El Fin del Mundo.” Heroismos, bacanales, gente que quiere enriquecerse en unas cuantas semanas, suicidios de personajes fantásticos, como el de Bedaux; crueldades inconcebibles, ráfagas de superactividad seguidas de profundos letargos, plagas, instrumentos mortíferos que parecen inventa —. . . y ya decididos a todo, nos arrojamos así sobre la trinchera enemiga ... —iNo se detenga ahí; siga, siga, General! Cine-Mundial