Cine-mundial (1944)

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Come Conocí a meer. WELLS Por Alejandro Sux L Doctor Julio César Barani, médico uruguayo que esta aprendiendo el dificil cuanto encantador oficio de trotamundos, me dice un sabado: —Lo invito a ir a Londres. Y FUMOS. EL WEEK-END convierte a la capital británica en cementerio ; se tiene la sensación de que hasta los sintrabajo abandonan la ciudad para pasar las vacaciones en algún rincón campesino. Después de andar sin ton ni son, merced a un amigo letrado, naufragamos en casa de Wells, el famoso creador fantástico de “Los primeros Hombres en la Luna,” “El Hombre Invisible,” “La Guerra de los Mundos,” “Los Hombres-Dioses”... Pero el autor de todas esas extraordinarias anticipaciones escribió también una “Historia de la Humanidad” de gran valor; es el histcriador a quien deseo conocer. Hanover Terrace, bello barrio londinense; frente, se diluye en un sueno Regents Park. En el gabinete de trabajo que mira a un jardincillo hay dos cosas que llaman la atención: un busto en bronce de Tolstoi y una tela representando a una mujer jo |. ven, bella y atrayente. Raros libros y mu chos periódicos. La pieza es lo suficientemente grande para que se pueda hacer rodar una mesa de té, y ésta lo bastante espaciosa para que en ella quepa un triple servicio con un pastel de queso; Wells, el doctor Barani y yo vamos a probar la infusión nacional. Wells parece un apacible burgués; el artista genial se asoma en sus rulos castaños que forman tirabuzones sobre su frente; Wells ha cumplido ya setenta años, pero su edad sólo se refugia en su voz; el resto de su personalidad es mucho más joven. No sé por qué hago in mente un paralelo entre él y Dante; el florentino amenazaba a sus contemporáneos con el espanto religioso, el londinense amenaza a los suyos con el social; los pecadores que se asan en el Infierno no son actuales para nosotros, hijos de un siglo XX indiferente en materia religiosa, pero en cambio parece que ya nos codeáramos en la calle con esos espantosos seudo hombres del porvenir inmediato que nos presenta el escritor británico en sus novelas imaginativas llenas de filosofía deprimente. Nuestro colaborador, Alejandro Sux, nos cuenta aquí la charla que tuvo con el célebre autor de “La Guerra de los Mundos”, “El Hombre Invisible”, “La Isla del Dr. Moreau” y tantas otras obras de imaginación en la forma y profundamente filosóficas en el fondo. Sus palabras, dichas en 1937, tienen una frescura de actualidad que asombra; y como sus predicciones sobre la guerra presente y el mundo que nacerá de ella se tienen en cuenta en todas las cancillerías, no titubea CINE-MUNDIAL en dar lugar preferente a la entrevista, que nuestros lectores saborearán con el mismo placer que las anteriores. Empieza la charla, a la que doy aspecto de interrogatorio para simplificar el relato. —i...! —Una casa ruinosa debe reemplazarse por una casa nueva; hay mucha ruina en el edificio social actual. Antes, esta operación se hacía invariablemente por medios violentos, pero creo que hoy podrían hacerse sin violencia, a condición de que los habitantes de ella no se empeñen en continuar sosteniéndola de cualquier manera. —i...? —La situación presente es la siguiente: los pueblos son hoy mucho menos nacionalistas que en 1910; LOS PUEBLOS, NO LOS GOBIERNOS. Las invenciones nue vas han suprimido casi por completo las El novelista H. G. Wells, fotografiado a su llegada a Hollywood poco antes de estallar la guerra. fronteras. El hombre es internacional, pero lucha aún con el sentimiento oscuro del pasado que le obliga a creer en la necesidad de lo nacional. Es este sentimiento el que explotan los gobiernos de bandidos (robber governments) para edificar su poder efímero y aparatoso, obligando a los pueblos, por la fuerza, a cultivar un nacionalismo exacerbado y artificial; de esta situación espiritual imprecisa y embrollada, nace la incertidumbre psicológica, causa de la tragedia actual. pss of —Seguramente; en 1910 los hombres creian honestamente en la necesidad de una defensa, lo mismo que en la de una delimitación de pueblos; ahora es diferente: para inculcarles la idea nacionalista hay que enloqueeerlos y marearlos con paradas, discursos, desfiles, representaciones... Esto prueba que la idea nacionalista ha muerto y que lo que vemos en algunos paises es solamente el fantasma del nacionalismo. —i...? Yo no estoy CONTRA nada; yo estoy POR algo: POR LA CIENCIA SALVADORA DEL CAOS. > aie O Ó OO —Las universidades harán el milagro, y una enciclopedia más universal que la de Diderot del siglo XVIII. Para pacificar al mundo se necesita poseer un mapa espiritual de ese mundo; el mapa no existe; hay que hacerlo. En la juventud esta toda mi esperanza. WELLS HABLÓ siempre de manera tranquila y concienzuda; Wells es alguien; lo que nos dijo vale la pena de que sea conocido.