Cine-mundial (1944)

Por Félix Soloni A GUEN ha escrito que no hay tragedia más honda, mi drama más profundo, que esas desgarradoras luchas intimas, en las que se ve pisoteada la personalidad de la mujer por la realidad que, en su crueldad sádica, parece complacerse en arrancarle lágrimas candentes, silenciosas y secretas . .. Esa tragedia silente ante el orgullo y el amor propio estrujados por la apremiante necesidad de vivir... En un mundo en guerra donde cada minuto se sacrifican millares de vidas, donde corre a raudales la sangre, donde todos los valladares de los principios han sido arrasados por el torrente abrumador de la locura, una de estas tragedias personales, intimas e insignificantes ante la magnitud de la catástrofe mundial, poco puede llamar la atenCIO Sin embargo, rescatémosla del fárrago de las noticias palpitantes de actualidad... Tomemos esas escuetás líneas en lo que tienen de símbolo y tras ellas encontraremos una moraleja dramática como un versiculo bíblico. Una vez más el clásico “con la vara que midas, serás medido” ha tenido realización ... Desde principios de siglo, ya en los Music Halls de París, o en las páginas fronteras de la prensa mundial, el rostro redondo, la sonrisa amplia, los bucles rubios, y las historiadas piernas de Mistinguette han sido incesantemente la nota frívola, incitante a la sonrisa amable, al comentario sabroso y a la evocación picante... Mistinguette patrocinadora de Chevalier ... Mistinguette en competencia de piernas bellas con Marlene Dietrich... Mistinguette, nueva Ninon de Lenclós, seductora y atractiva a pesar de sus años... Mistinguette objeto de una pasión frené Página 178 Amarga Derrota La Mistinguette en la época de su gloria, mostrando “las piernas del millón de francos" y algunos de sus complicados estilos de zapatos. tica por parte de un jovencito de Rouen que trata de hacerla suya violentamente, y al que ella encierra en un armario mientras llama a la policía... Mistinguette era ya un lugar común entre las frivolidades de carácter mundial... Como las Catherinettes de la Rue de la Paix, como el Moulin Rouge... Era un producto del Paris, Ville Lumiére, plene de champagne, de elegancias y exquisiteces ... Mistinguette tenía entre todas las mujeres, la suprema coquetería de ocultar su edad... Era en-ella un prurito personalísimo ... Ya era famosa su eterna declaración de que tenía “alrededor de treinta y cinco años” ... Para ella el tiempo se había detenido y seguía por la vida en una carcajada loca entonando couplets picarescos y luciendo la eterna juventud de sus extremidades... En realidad, en su autosugestión de detener al tiempo, Mistinguette también se había retrasado en el avance acelerado del mundo ... Su mente tenía un retardamiento equiparable al de su edad... Por eso, cuando Paris dejó de ser París, y Francia se sumió en su hora de sombra, Mistinguette no se dió cuenta de ella, y su nombre figuró a la cabeza de la lista negra de treinta y mueve personajes conocidos del mundo de las letras, de las artes, del teatro y de la política, que los patriotas franceses prepararon para cuando llegue el día de la retribución ... Allí figuraba junto a Danielle Darrieux, Sacha Guitry, Maurice Chevalier, Corinne Luchaire, Rene Forck, Georges Carpentier, la escritora Titayna, Marcel Pagnol y el Marqués Melchor de Polignac, magnate del champagne... Se les acuso de colaborar con el invasor... Y pronto Mistinguette no tuvo diarios donde exhibir sus piernas, ni mas publico para sus canciones que los soldados nazis de guarnición en Paris ... Comenzó a sentir en torno suyo el vacio de los apestados ... Su frivolidad de fin de siglo ya era ajena a la hora de tragedia del mundo... Mistinguette se sumió en el abismo de un ostracismo forzado ... Quizá buscase olvido... quizá perdón... La lista negra de los colaboracionistas fué dada a conocer por los patriotas franceses en noviembre de 1942... No se había vuelto a mencionar el que fué nombre mágico: Mistinguette ... Hace pocas semanas el cable trajo un sucinto mensaje de cuatro líneas: “Mademoiselle Mistinguette, en un tiempo famosa artista de music-hall, tachada de colaborar con el invasor, ha confesado tener más de sesenta años. Tal es el significado de su solicitud dirigida al dictador de alimentos nazi en París, para que se le expida la tarjeta de racionamiento correspondiente a los ancianos que pasan de esa edad, y que por esa causa tienen el privilegio de (Continúa en la página 202) Cine-Mundial