Cine-mundial (1944)

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SS SS celebrado por sus bellos Tonos y su notable Durabilidad > Porque dura aplicado más . . . porque sus ele4 gantes tonos son generalmente precursores de los más novedosos colores de la moda—el Esmalte para las Uñas Revlon es el favorito de las damas bien vestidas. ¡Y ahora hay también el Lápiz Labial Revlon—en tonos que armonizan =< pd Aj a maravilla con los del Esmalte para las Uñas Revlon! Ud. puede contar siempre con que el Lápiz Labial Revlon—lo mismo que el Esmalte para las Uñas Revlon—jpermanece aplicado horas enteras! No olvide que hay también una cómoda Barra de Crema). Pida los Cosméticos Revlon en su salón de belleza o 5u perfumería favorita. Colorete Revlon (Colorete en El nombre más famoso del mundo en Esmalte para las Unas G22S Las preparaciones de Revlon se venden en toda la América Latina. Gail (Viene de la pagina 189) Russell acabo con lo de siempre: “He estado tan ocupada desde que llegué a Nueva York, que no he tenido tiempo de escribir a Carmelita...” Entonces yo la tranquilicé, prometiéndole escribir en su nombre. Y ella se echó a reir, tomándolo a broma. Pero aquí estoy, como persona de palabra. Lo primero que debo decirle es que a su amiga Gail la recibió Nueva York con una nevada de padre y muy señor mío. Las calles estaban impasables y, al principio, blancas. Luego se pusieron negras... pero resbalosísimas. Ya sabe Ud. lo que a Gail le gusta patinar. Y patinó, pero no por recreo, sino por necesidad. Y, aquí entre nos, creo que no le cayó en gracia. Ni la nieve tampoco. Me aseguró que sólo le gustaba cuando estaba cayendo, pero no cuando ya había caído y se volvía lodo y salpicaba las medias... Me encargó que le dijera a Ud. que había ido a ver dos funciones de teatro y que ya le contaría qué le parecieron. Luego, ya en confianza, me dijo en español aquello de “No le den oído, que está mintiendo ¡So ladrona, ladrona de mi cariño!” con lo cual Pablo por poco derrama la taza de café de la sorpresa. Hubo que explicarle que son las frases que ella dice, en castellano en su última película “The Uninvited.” Y no sabe lo que significan, pero no se le han olvidado. Me contó que también la habían obligado a hablar en francés en otra comedia de cine y que tampoco de francés sabe más que lo que le dicen que pronuncie. Pero digo yo también en castellano, Carmelita, con unos ojos como los de Gail ¿qué ne Página 202 cesidad hay de meterse con los idiomas extranjeros? Ahora, que la pronunciación, según supe, estuvo a cargo de un “Johnny” que no sé cómo se apellida y a ver si Ud. me hace el favor de averiguarlo, porque este joven ha causado cierta impresión en Gail, sin duda con motivo de sus dotes filológicas. ¿Es amigo suyo también, Carmelita? Después hablamos de su papa, que esta en una fábrica de aviones y del papá de Ud., Carmelita, que ya sabemos que se llama López y es cinefotógrafo, y a quien suplico le dé un apretón de manos de mi parte. Cuando le pedí datos de cómo había entrado por los portales del Cine, Gail me contó que, nacida en Chicago, sus papás se la llevaron a vivir a Santa Mónica, en California de las Naranjas y que ella, que tiene mucha disposición para el dibujo, como Ud. sabe, en lo que menos pensaba era en filmar películas... hasta un día, en que estaba haciendo la caricatura del maestro de matemáticas, llegó un caballero de Paramount y la sacó de la escuela para meterla a estrella. Según se averiguó, el caballero en cuestión iba por la carretera sin meterse con nadie cuando unos condiscipulos de Gail que salían de la escuela, le pidieron que los llevara hasta el centro de la ciudad; y por el camino no hicieron más que elogiar la belleza y aptitudes de Gail. Con lo que este señor, que se llama Meiklejohn, y que es “explorador” de la Paramount, decidió conocer a la beldad... y acabó por llevársela al “studio” con el éxito subsecuente. > A mí todo eso me parece muy romántico. Ya Ud. me dará su opinión personal, Carmelita, cuando me conteste. Porque supongo que no me va a dejar “irresponso.” Gail tiene la suerte de haber debutado ante la cámara en una cinta en colores, con lo que se ve lo frésco de su tez y lo lindo de sus ojos de gitana. Yo creo que eso siempre es mejor que salir en blanco y negro, como los dominós. Si entró en películas por hermosa, Gail no ha tardado en demostrar que es artista de veras. ¿Se acuerda Ud. de su más reciente interpretación con Ray Milland? ¿No estuvo ahí a la altura de las actrices más completas? Gail me contó que escribe todos los días a su hermano Rus, que está en el ejército y al cual le cuenta todas sus pequeñas aventuras. Claro que el nombre de Ud., Carmelita, figura en cada carta. Yo no quiero murmurar, pero en fin... Otra cosa que me dijo Gail, que demuestra que su estrellato no la ha echado a perder, es que no quiere que sus compañeros de colegio la tomen ahora como actriz, sino como la misma condiscipula de antes. Me aseguró que detesta a las personas presuntuosas y que ella estima tanto a quienes compartieron sus clases en Santa Mónica como a los nuevos amigos que ha encontrado en Paramount. ¿Qué tal baila? Ella dice que regular nada más, pero conviene que Ud. me aclare este punto, porque la modestia de Gail es de las que desconciertan. ¿Pasa Ud. a creer que me dijo que, personalmente, no se considera ni bonita siquiera? ¡Con esos ojos y esa boquita y ese pelo! Probablemente, Ud. no se acuerda, por demasiado joven, de una actriz que figuró hace mucho tiempo en la pantalla y que se llamaba Carmel Myers. Bueno, pues Gail se le parece mucho aunque no sea morena como Carmel. Y ahora, Carmelita, me tengo que despedir con la esperanza de que no haya cometido ninguna indiscreción con mi epístola. Gail me aseguró que si la mencionaba a Ud. en letras de molde se iba a desmayar cuando menos. Hágame el favor de no desmayarse, Carmelita. De Ud. atento y seguro servidor Amarga Derrota (Viene de la página 178) disfrutar de una ración mayor.” Mistinguette, la estrella esplendente, suplicando la limosna de unos cuantos mendrugos más a los nuevos amos... Mistinguette confesando para obtener las migajas extra, que ya pasó de las tres veintenas! ¡Es el epílogo ideal para una novela romántica! Pero si emocionante es el cuadro de la reina de los music-halls haciendo cola ante el burócrata alemán encargado del racionamiento, ¡qué silenciosa tragedia mo encierra ese abandono de la personalidad, ese olvido de todo convencionalismo, ese pisotear de los orgullos y prejuicios, ante el punzante aguijón del hambre... ¡Tengo derecho a la ración mayor, porque soy una anciana, de más de sesenta años!... Los patriotas franceses que ocultos luchan por la causa de la libertad, habrán visto la mano de la providencia en la amarga derrota de Mistinguette! Y sin duda cuando ya provista de su tarjeta azul de racionamiento, la anciana emprendió cabizbaja el regreso hacia su casa, sorbiendo una lágrima de ira, las piernas de fábula que prendieron una llama de sensualidad en tres generaciones, por primera vez flaquearon, en un temblor de angustia... Acababan de dar el paso decisivo sobre el abismo... Atrás quedó el pasado frivolo, bullicioso, lleno de esplendor y fantasia... ¡Ante ella, la desolada senda cuesta abajo, de la derrota amarga y la desilusión! Cine-Mundial A A A E