Cine-mundial (1920)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

C I X E M U X D I A L Zamacois y Blanca Valoris en el fotodrama "El Otro" mí inisnm; pm-s cuaiuiti ia \ anidad no nos ciega — y yo, en hora feliz lo difia, tengo la mía muy a raya^ — en ninguna parte iiallaremos consejo mejor que aquel de nuestra propia conciencia. Si ese "Yo crítico" que todos llevamos dentro, Italia buena, o siquiera tolerable, las primeras escenas que mi "Yo artístico o productor" represente, seguiremos adelante hasta el fin; de lo contrarío, nó. Esta mi única exigencia fué aprobada, y comenzaron los ensayos. Mis directores me señalaron detalladamente, lo que debía hacer. Vervigracia: — Usted aparece por aquella puerta, cruza la escena con aire preocupado y viene a instalarse en este sillón; pero, antes de sentarse, desdoblará usted un periódico, encenderá un cigarrillo y mirará el reloj, con el continente irresoluto y lento de un hondire que espera. Cuando Ella entre, usted sonreirá y, dando muestras de gran alegría, se pondrá de pié. . . Yo obedecía sin oponer objeción algu na, y mi docilidad favorecía la labor de todos. En los momentos más difíciles, en aquellos de mayor entoción, Codina rrie gritaba: — ¡Cara!. . . ¡Cara!. . . Significándome que mi rostro, ineducado aún, no decía lo bastante, que debía contraerrae más, esperar más, y yo entonces me concentraba en mí mismo, torturándome, autosugestionándome, hasta acercarme, cuanto mi corta inspiración me lo permitía, al gesto justo y evocador. Los primeros días de ensayo fueron realmente dolorosos para mí: me reconocía desorientado, abrumado. La idea de no. salir airoso de mi empeño, me afligía hasta el llanto. ¿Por qué la costumbre nos habrá negado a los hombres el derecho a llorar?. . . Después, poco a poco, fuí "entablándome", según en la jerga teatral se dice, y pausadamente iba acostumbrándome a sentir "como comediante" aquellas escenas y emociones de El Otro que años antes sentí como autor. Y así, lo primero fué "idea" para mí, luego fué "ademán". En esta tarea rudísima me ayudaron mucho el extraordinario talento de la gran actriz francesa Bianca Valoris, del Teatro Antoine, de París; y el excelente actor Ramón Quadreny, artista de poderosa emoción. Para concluir declararé cómo Studio Films, que ha filmado también mi novela "Duelo a Muerte", quiso que yo interpretase el papel principal de este libro. Pero yo, siempre receloso y descontentode mí mismo, decliné ese honor. . . Porque pensé que, si me dedicaba a "mimar" mis obras, iba a repetir la historia de Saturno: aquel dios terrible que devoraba a sus hijos. . . Guayaquil (Ecuador), Septiembre, igig. en que aparecen Enero. 1^20 <~ -> PÁGINA S-l