Cine-mundial (1920)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

CINEMUNDIAL el punto de vista artístico — llegó a ser un chef d'oeuvre. La exquisitez del tallado en nácar; las adorables incrustaciones de oro, plata y piedras preciosas; las 'figuras y paisajes de Watteau y Fragonard, pintados deliciosamente en papel, gaza, pergamino y seda no lian sido jamás sobrepasados. De esta misma época datan los abanicos de ricos y delicados encajes y también los de vemis martin, trabajo tan fino y artístico como difícil de imitar. España es conocida universalmente como la verdadera cuna del abanico y la mujer española tiene fama de ser la reina por excelencia en el arte de manejarlo. Así como el mantón de Manila o la clásica mantilla lucen en todo su esplendor cuando ella los lleva con el donaire y la gracia que le son característicos; así como las castañuelas tienen expresión y sonidos especiales cuando ella las toca; de la misma manera el abanico tiene un lenguaje peculiar en las manos españolas. Su movimiento rápido o lento, agitado o regular, corresponde al estado de ánimo de quien lo maneja, y sí en el suave vaivén de su evolución lleva al rostro la fresca caricia del aire, puede expresar también en la desordenada precipitación de su aleteo la contrariedad, los celos y hasta el desprecio. A veces esconde la sonrisa y otras sirve de barrera a los labios; autoriza las declaraciones, protege el disimulo, y puede en todos los casos expre,sar los mil y un caprichos de la mente femenina. Y así tenemos que, las protagonistas del drama conociendo lo que el abanico significa en manos de sus hermanas de allende el mar trataron de imitarlas. Para convencernos de que alcanzaron su propósito nos bastará con dirigir nuestras miradas a las fotografías que acompañan a las presentes líneas. Una de las más interesantes es, sin duda, la de Pauline Frederick, estrella de la Empresa Goldwyn, que se nos presenta rodeada de una soberbia colección de abanicos; porque Pauline no solamente es una verdadera "amateur" de estas prendas sino también una completa "connaisseuse". Dondequiera que va, dedica los momentos que le dejan libres las películas, a buscar los ejemplares más antiguos y raros para aumentar su colección. El que aparece en el extremo inferior derecho es de papel pintado a mano; que viene de España es evidente, puesto que su pintura representa varios pasajes de una corrida de toros. El varillaje es de marfil con incrustaciones de plata y la parte superior va rematada con plumas de avestruz. Originario de España pero comprado en uno de sus viajes a Alburquerque, N. M., es el que tiene en la mano derecha, cuyo antiguo varillaje es de marfil tallado con forro hermosamente bordado a mano; según su propia confesión, éste es el que ella estima más. Igualmente antiguo, pero no tan grande como el que acabamos de describir, es el que se halla a su lado; el varillaje — aunque no puede verse en la fotografía — sabemos que es todo de oro. Detrás de su cabeza ostenta un riquísimo abanico de plumas de avestruz blancas, mandado hacer especialmente en Cawston, cerca de los Angeles, Cal. Abril. 1920 < Su ad<iuis¡ción más reciente es uno pi'(iueñísÍino con forro tic pergamino que aparece en el extremo superior dereclio. La misma Pau' i n e Frederick atra\ icsa por la pantalla del cinematógrafo en la película titulada "Roads of Destiny", con un adorable traje de punto bordado de azabache y lentejuelas negras, realzando su elegancia con un riquísimo abanico de plumas de avestruz teñidas de color amarillo. Este abanico es tan grande que la cubre desde la cabeza hasta la cintura. No cabe duda que no hay nada tan distinguido como una toilette negra, sobre todo cuando es de encaje bordado de cuentas. Y para acompañarla, ¿qué puede ser más bello que un abanico de plumas sin rizar, negras también? Añádase a esto que dichas prendas las luce Dorothy Dalton y todas quedaremos convencidas de que personifican la más refinada elegancia. Un varillaje de marfil blanco coronado con plumas de avestruz negras; ese es el original abanico que Helene Chadwiek, graciosa estrella de la Empresa Goldwyn, exhibe en una de sus últimas interpretaciones. Como si se tratara de un gran manojo de lirios, Marguerite Clark elegantemente ataviada con un traje de charmeuse blanca, lleva entre sus brazos un exquisito capricho de plumas del mismo color. Bien podemos asegurar que el traje y el abanico no son lo más bello de este retrato. Irene Castle, con un ligero y vaporoso traje de encaje crema y chifón azul, luce un gracioso abanico de plumas cortas y rizadas, de color de rosa; la comliinación de estos colores resulta muy chic y en extremo juvenil, cualidades que siempre acompañan a todas las prendas de esta elegante artista. Elsie Ferguson fué la primera en abandonar los abanicos de plumas de avestruz, apareciendo con un modelo nuevo y original de gaza de color púrpura con frágil varillaje de concha de carey, constelado de medallones de terciopelo chifón de un tono más subido y pespunteado con hilos de oro y plata. Esta elegantísima artista nos presenta en otra ocasión un exótico modelo de plumas de faisán negras y blancas con Marguerite Marsh, nueva estrella de Grossman fino varillaje de marfil tallado. Su adorable traje de raso y chifón negro con brateles de camelias blancas armoniza perfectamente con su abanico. Y por último, con un rico traje de brocado color de orquídea, luce un extraordinario abanico de plumas de faisán teñidas en un delicado tono de malva. Detrás de un gran abanico de plumas de pavo real, Gloria Swanson trata de esconderse; pero por fortuna estas plumas no son tan espesas para cubrirla enteramente y sólo velan su adorable rostro y ponen de realce su belleza y su gracia. ¿Un manguito? No; precisamente es lo contrario, un abanico de pieles de topo y armiño combinadas, para hacer juego con un suntuoso traje de esas mismas pieles y tal vez para. . . dar brisa fresca. Tal es, el fantástico abanico con que Gloria Swanson nos sorprende en su última película titulada "Male and Female". No queriendo, sin embargo, ser infiel a los abanicos de plumas de avestruz, en otra de sus recientes apariciones en la pantalla luce uno de espesas plumas color verde esmeralda y de forma casi triangular. Las costosas plumas de "paradis'* que lleva en la cabeza no son menos dignas de nuestra atención. pON el título de "Dirigible Film" se ha ^ establecido en Bayamo, provincia de Santiago de Cuba, una nueva casa alquiladora de películas. Están al frente de la casa los señores Morín y Cabal. > PÁGINA 397