Cine-mundial (1920)

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CINE-MUNDIAL Crónica de Madrid El Gran Teatro, ardiendo. — Por los Cines de la Villa. — Dos palabras de presentaciones. — ¿Un nuevo templo de la película? El Real Cinema paralizado. — La Atlántida y Patria Films, se fusionan. — Algo de Teatros. — Estrenos. — Movimiento de compañías. — Teatros que se venden y teatros que se compran, — Cambio de nombre. CON una noticia muy a propósito para figurar en la crónica negra, encabezamos hoy nuestra correspondencia: el hermoso coliseo denominado Gran Teatro, tstá ardiendo en estos momentos. Claro es que para cuando lleguen a conocimiento del lector estas líneas, la noticia será vieja del todo, y el magnífico local, quizás, quizás, esté reconstruido. ¡Están todavía tan trastornadas las comunicaciones! Pero conste que a estas fechas, 30 de enero de 1920, y hora de las diez de su mañana, el teatro de la calle del Marqués de la Ensenada no es más que un enorme montón de escombros humeantes, y que, sobre el solar en que se alzó un día el Palacio de la Opera Española, no quedan más que las paredes, chamuscadas, y el soberbio vestíbulo, las dependencias exteriores y la fachada, que no han sufrido más daños que los del humo. Este teatro, una de las mayores salas de Europa, cuyo diámetro excedía en 2.35 metros a la de nuestro Teatro Real, era uno de los mejor decorados y cómodos de Madrid. Fué edificado en 1901-2 por el conocido empresario español don Luciano Berriatúa, con el fin de dedicarlo exclusivamente a ópera española. Y con ella, y bajo el nombre de Teatro Lírico, lo inauguró el 7 de mayo de 1902, estrenando el poema "Circe", original del literato Miguel Ramos-Carrión y del conocido compositor Ruperto Chapí. Dos días antes, el 5 de mayo, se había celebrado un concierto privado, dirigido por el maestro Villa, para unos cuantos afortunados invitados, en que quedaron bien patentes las magníficas condiciones acústicas del nuevo local, que estaba construido con todos los adelantos y el más exquisito buen gusto artístico de que puede uno formarse idea, con el concurso del arquitecto señor Grases y el de los conocidos artistas Cecilio Pía y Amallo Fernández. Después de "Circe", que obtuvo un éxito clamoroso, se estrenó "Raimundo Lulio", una vibrante página histórica trazada por el inolvidable Joaquín Dicenta, rausicada por el maestro Villa, y "Farinelli" de Cavestany y Bretón. Dificultades que no son del caso, y la pereza del público para acudir a aquel hermoso templo del Arte lírico, por hallarse enclavado en una calle que si bien está excelentemente urbanizada y emplazada en el más aristocrático barrio de la Corte, es de muy poco tránsito y bastante alejada del centro de la población, hicieron que la laudable iniciativa de Berriatúa fracasase, y que el soberbio Teatro Lírico, después de estar clausurado una temporada, fuese dedicado a otras variantes del Arte y espectculos diversos en todas sus manifestaciones con el nombre de Gran Teatro. Sucesivamente han desfilado por su escenario compañías de zarzuela grande y chica, de ópera extranjera, de comedia, drama, melodrama. Allí se han celebrado conciertos, asaltos de armas, pugilatos de boxeo, grandes bailes de máscaras. Entre otras, recordamos una temporada de María Tubau; una temporada de opereta y zarzuela por Sagi Barba y Luisa Vela, que estrenaron una adaptación lírica del drama de Vélez de Guevara "Reinar después de morir"; otra de Borras, que es Abril, 1920 < (De Carmen Prada, corresponsal en Madrid) treno "Nathaniel", de Ángel Quimera; varias del maestro Baratta, que dió a conocer "La llama", del malogrado Usandizaga; dos temporadas de Úrsula López; algunas del maestro Lleó y Penella; otra de comedia por la compañía de Rodrigo y varias del género policíaco. Aunque muchas cosecharon laureles, bien merecidos, no lograron grandes ganancias. Quien mejor se defendió allí — hará de esto unos doce o trece años — fué la compañía Prado-Chicote, pareja artística que goza en Madrid de gran popularidad y un ejército de "incondicionales" que los sigue aunque sea al Infierno. Hace siete años fué tomado en arrendamiento por la empresa Ardid, Espinosa y Escosura (que explota también el Cinema X de esta Corte y el teatro Reina Victoria de San Sebastián), ijue lo convirtió en el Palacio del Cinematógrafo y alternaban este espectáculo con conciertos y temporadas de ópera, zarzuela y comedia en la primavera. Con el Cinematógrafo han tenido muy buenas temporadas. Las pérdidas en decoraciones, aparatos de proyecciones, pantalla y enseres propios del negocio, que ha sufrido esta empresa, se calculan en 300,000 pesetas. Para después de las fiestas de Carnaval, tenían ya anunciada la presentación de una compañía — la de Rambal — de melodramas detectivescos, y luego la de una de ópera en que figuraban renombrados artistas españoles. Da la coincidencia de que mañana 31 debía ser firmada la escritura de venta del valioso inmueble, concertada en un millón trescientas rail pesetas entre la actual sociedad propietaria, compuesta por siete señores, y la Sociedad Anónima de Espectáculos de Bilbao, propietaria de los teatros Trueba y Gayarre de aquella ciudad y arrendatria de otros en diversas provincias de España, e inmediatamente se verificaría la entrega del edificio que horas antes del fuego — la noche del 29 de enero— había sido inspeccionado cuidadosamente por el representante de la Sociedad compradora. Los nuevos propietarios se proponían hacer algunas reformas y obras de remozamiento en el local aprovechando la clausura del verano, y explotarlo luego, por su cuenta, con cinematógrafo a base del programa Ajuría — rama de la citada entidad compradora — que abarca las producciones Paramount-Artcraft Pictures y otros varios espectáculos. Tenemos la impresión personal de que en la reconstrucción del hermoso teatro se pondrá manos tan pronto como la terminación de las dichosas huelgas del ramo de construcción lo permitan, y que no tardaremos mucho en volver a ver abiertas sus puertas. Así sea. Y VAMOS con cosas más agradables. Por fin fué presentada en Madrid, en los Cinematógrafos Príncipe Alfonso y Cinema España y con algunos días de diferencia en Gran Vía, Doré y Proyecciones, la llamada superserie "Houidini y el tanque humano", tan traída y tan llevada, A fuer de sinceros, convendremos en que la tal película no ha agradado mayormente, en particular en el salón Príncipe Alfonso, a donde acude un público distinguido. Realmente, la serie no tiene más de particular que la labor de evasiones que realiza Pío ud i ni. Todo lo demás es pesadísimo, pues ni el tanque humano realiza ninguna hazaña digna de semejante aparato destructor — sólo derriba una sencilla puerta y para eso sale con un brazo lesionado el individuo que en él se escondía — , ni nos conmovemos de un palacio y sus subterráneos. Lo único verdaderamente bueno es el último episodio. . . pero para llegar a él ha habido que tragarse ¡¡catorce!! Y a eso, francamente, i no hay derecho! En los mismos salones se ha presentado "Los arlequines de seda y oro", producción española en que actúa la estrella de varietés Raquel Meller, y "El genio alegre", adaptación cinematográfica de la obra de los hermanos Quintero con Francesca Bertini de protagonista, que no han satisfecho del todo al respetable: la primera por exagerarse sus defectos — nadie es profeta en su tierra — ; la segunda, por ser la obra de los saladísimos andaluces más propia para escuchada, por sus bellas y floridas frases, que para impresionada. Además han proyectado "Cupido por poder", de la nena Osborne; "Expiación", por la Robinne; "¡ Manos arriba", "La vengadora" y varias más, panorámicas y cómicas, que han gustado mucho al público del Príncipe Alfonso y Cinema Español; y "La Caperucita roja", "Aventuras de Arsenio Lupín", "Caprichos de amor" y la serie "El guante rojo", con la intrépida María Wallcamp, que igualmente han agradado al de Proyecciones, Gran Vía y Doré. En las pantallas del Royalty, Madrid Cinema, Ideal y Flor, siguen triunfando las rutilantes estrellas del cinematógrafo americano que se llaman Geraldine Farrar, Madge Kennedy, Mae Marsh, Tom Moore, A. B. Francis. Antonio Moreno, Hebert Rawlinson, etc. "Sombras", "El giro de la rueda", "El orgullo de la fuerza", "Mi bebé", "Fuego escondido". "Novela de ladrones", "Amor que lucha", "Alquimia de amor", "Subasta de virtud", han sido otros tantos éxitos. En la serie "El Monte Trueno", que actualmente se está pasando, se celebra mucho la presencia del actor madrileño Antonio Moreno, y el ambiente de novedad de la cinta por desarrollarse en regiones nevadas, pero la acción se hace algo pesada al público por la continuidad con que se suceden los atentados a la vida de nuestro compatriota y a la de su compañera, la bella Carolina Holloway. El Gran Teatro y el Cinema X han pasado últimamente "Rapsodia satánica", última producción de la estrella italiana — ya retirada — Lyda Borelli, con música especial de Mascagni; "El calvario de una huérfana", "El vértigo", por Hesperia; "Tragedia sin lágrimas", por Thea; "Caperucita roja", "Secreto profesional", "El baile del bijou", por June Elvidge, y U serie "El guante rojo", de María Wallcamp, actuando además, en el primero, varios números de atracciones. En la noche del 29, se dió en el Gran Teatro, que pocas horas después era pasto de las llamas, según dejamos dicho al principio de esta crónica, "Después del perdón" y la quinta y sexta jornadas — noveno, décimo, undécimo y duodécimo > PÁCIKA 413