Cine-mundial (1920)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

CINE-MUNDIAL El "Cine Pastora", de Caracas; los accionistas, directores y empleados de la Sociedad de Cines y Espectáculos, propietaria de dicho coliseo y de otros más, inclusive el "Candelaria" que aparece junto. Crónica de Venezuela El cinematógrafo en la república sudamericana. — Evolución en materia de gustos. — Lucha entre la escuela europea y la norteamericana. Las marcas de mayor aceptación. — Diversas empresas alquiladoras de material. — Las artistas que gozan de mayor popularidad. — Cómo se aprecia el mérito interpretativo. DE TODOS los países suramericanos, tal vez Venezuela sea el más joven, pero uno de los que más rápidamente h;i avanzado en la industria cinematográfica. Hace apenas diez años, aparecieron los primeros films, lamentables cintas de una o dos partes, comedias cursis a las que el público prestaba el solo interés de la novedad. Vino luego Pathé a hacernos conocer sus comedias en las que indefectiblemente campeaban Gabriela Robine, Alexandre y Signoret. Este triunvirato se apoderó del favor del público, llegando a la meta con la proyección, allá para cinco o seis años, de "El Rey del Aire". Pero el formidable empuje del cine en todo el orbe, empezó a hacerse sentir; llegaban las revistas extranjeras cargadas de elogios para la producción italiana; empezábase a tener en cuenta el cine como un nuevo arte; surgieron empresas, la primera, ya existente, del señor don José Villaró, llegó a pagar mayores sumas y las primeras exclusivas, y comenzó nuestra ciudad capital a contemplar más acabados productos de la industria y a 'orientarse e instruirse en ese poderoso ramo del arte, que hoy absorbe la atención general. En la actualidad funcionan en Venezuela ' las empresas siguientes: Isidro Güel, en El I Nuevo Circo, exhibiendo películas de la Parat mount (en su mayoría); la de F. Granados ■ Díaz y Co., en el local del Cine Rialto, antiguo Teatro Princesa, exhibiendo material de la Fox Film Cornoration, y la Sociedad ' de Cines y Espectáculos, que actúa en los siguientes locales: Teatro Nacional, Teatro Olimpia, Teatro Gaicano, Gran Circo Metropolitano, Cine Pastora, Cine Candelaria y Cine San José, trabajando con material de la Select Pictures, Universal Film, Pathé (de la que son concesionarios) y cuanta película {De nuestro corresponsal) extraordinaria viene de las casas productoras de Europa y de Norte América. Durante muchos años triunfaron en este mercado las producciones francesas, y más aún las italianas, Francesca Bertini encon 1 — José Vilaró, Gerente de la Sociedad de Cines y Espectáculos; 2 — Manuel Madriz, Director de Espectáculos; 3 — Miguel Ángel Arcila, Jefe de Propaganda; 4 — Ramón Serondo, Tenedor de libros, y 5— Manases Capriles, Corresponsal. tro en \'enezuela ardientes partidarios, principalmente en el grupo femenino. Inútilmente otras actrices trataron de imponerse, y aun grandes figuras del teatro francés, italiano y danés. ¡ Todo en balde ! La bella napolitana triunfaba sin rival posible! Para entonces empezaban a llegar al país las pri meras cintas americanas; las series, sobre todo, alcanzaron un extraordinario éxito. De este género fueron las primeras: "El Misterio del Millón de Dólares" y "Los Misterios de New York". Otras cintas americanas venían, pocas, pero de escaso o ningún mérito. Más tarde, ya más ávido el público de novedades, más y más conquistado por el cinc, aplaudió a rabiar las creaciones de Mollie King, Doris Kenvon, Grace Darmond, Vernon Castle y otras. Fué así como la película americana vino poco a poco imponiéndose al gusto del público. Pero el hechizo bertiniano no era tan flaco. Furibundos partidarios de esta artista, como de la Borelli, Hesperia, Menichelli y otras, clamaban por ellas y reclamaban para ellas todo el triunfo, denigrando la producción americana por sosa, monótona y exenta de aquellas prolongadas poses histéricas, aquellas interminables agonías que tantos ojos habían humedecido. . . Por otra parte, las casas europeas, oliendo la vecindad del peligro, hacían una propaganda desesperada y furibunda. . . También (justo es confesarlo) llegaron notables producciones: "El Proceso Clemenceau", "Frou-Frou", "Federa". "Tosca", que fortalecieron los ánimos partidarios del arte italiano (ya de sí formidable por su tradición)... Las cintas americanas que llegaban entonces, también es justo confesarlo, no convencían a nadie: género adocenado, argumento necio, artistas baratos. La lucha, pues, parecía desigual; precisaba producción buena, tan decisivamente buena, que desvirtuara la mala impresión que va había, y que oudiera a la vez luchar con las encumbradas diosas del arte italiano y francés. Mas no tardaron en aparecer entonces en el lienzo de nuestros locales, dos (Sigue en la página próxima) La concurrencia del Teatro Nacional de Caracas esperando que se abra la sesión vespertina — Vista de parte del Nuevo Circo de Caracas, donde se exhiben películas — Interior de la sala del Teatro Nacional la noche en que se presentó "Los Polichinelas del Mundo", de Clara Kimball Young. TT N lO 1Q?n <' _ _ __ . . . :Í> P A ni XT j g?a