Cine-mundial (1920)

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iiiruso está de malas y en ¡e la Habana hay una tragedia ¡ZTIENTRAS, en su casa veraniega, CaruI I so es despojado de medio millón de I dólares en joyas pertenecientes a su i^ra, en la Habana, donde el tenor había ^a cantar para deleite de los cubanos, la f^a. se convierte en tragedia y una bomba i'^lla en el interior del Teatro Nacional, ■■^luciendo numerosas víctimas que dejan í reguero de sangre en aquel templo del Í% prensa, por medio de sus cablegramas, "hecho pública esta noticia, sin que hasta -^a se haya visto el motivo que guió a los *^res del atentado a cometer semejante \en. Pero es triste ver que la máscara .^Vlomo esconda una calavera, sobre todo Habana, capital del Regocijo y señora ^■a Alegría. TU bcx;a A Ruth Clifford Tus labios son claveles. Rosales purpurinos. Tus dientes marfilinos Son perlas a nivel. Aroma de rosales. Fragancia de jazmines Tu boca de rubíes Kxhala ¡ oh niña ! miel. E. B. itnnzas, Cuba, mayo 21, 1920. CINEMUNDIAL éxito y todo marchaba perfectamente hasta que Mrs. Xettie Hechter, la propietaria de la fonda citada, decidió ir a solazarse al cine. Mrs_. Hechter vio una película cómica y sus carcajadas resonaron por todo el local; vio luego un asunto instructivo y sorprendióse de los adelantos de la ciencia; más tarde, al caer sobre la pantalla el plato fuerte de la noche, lloró a lágrima viva al observar las tretas de que se valían los malvados para cazar palomitas incautas. Mrs. Hechter se estaba divirtiendo de lo lindo. Le haliían enseñado varías cosas, había reído y estaba sollozando a todo trapo: ^:qué más podía pedirse de un espectáculo cinematográfico? Meditaba así cuando el proyector lanzó la siguiente leyenda sobre el lienzo: Jefe de la Trata de Blancas: A las ocho en el garito, ya lo saben ustedes. Que no falte nadie. Allí arreglaremos lodo el plan. Bob y la patrona ya tienen las muchachas preparadas. Efectivamente. Llega la siguiente escena y el garito de marras era nada menos que ia fonda de Mrs. Hechter, el "Bob" citado su propio marido ya difunto que, sin comerlo ni beberlo, babía hecho un papel de facineroso, y la patrona— la encargada de preparar a las niñas — ella misma en persona! Huelga decir que Mrs. Hechter puso el grito en el cielo e inmediatamente apeló a los tribunales, que la semana pasada fallaron el pleito a su favor condenando a los productores de la cinta a pagarle, en concepto de indemnización, la suma de $5,000. Jorge Hermida. pantorrillas, de labios, de ojos, de orejas, de corsés, o de lo que fueren. Este es, definitivamente, el último de la serie. Y no va más (como en Montecarlo). No va más, señores y señoras. ¿Por qué? Porgue no tiene ninguna gracia que a los diez días de haberlo iniciado, con mucho misterio, mucha seguridad de que nadie lo averiguará y mucho orgullo de que la incógnita es impenetrable, se reciba una cartita en que, con el estilo firme y bien plantado de quien sabe lo que dice, se aclara que la señorita de la nariz remangada es. . . ella, precisamente, la artista original, la misma que viste y calza. En otras palabras: que ya hubo quien acertara en este concurso. Y no hay derecho. Yo me quemo las cejas, las pestañas y hasta parte del bigote tratando de resolver las charadas de mis amables lectoras que me preguntan si Fulano de Tal tiene hijos y cuántos y cómo se llaman, o si Menganita es americana y. por qué, y de dónde, y desde cuándo, y en qué calle vive; y si, para desquitarme, hago un concurso interrogatorio en el que llevo la certidumbre de picar la curiosidad y de poner a mis lectores y lectoras en situación de absoluta perplejidad. , . |zas! viene un señor, a quien no conozco y, con gran autoridad me dice: "Mándeme el retrato, che. La artista es Fulanita" y firma. Que no hay derecho, señor. Este es el iiltimo concurso. Que todos los que acierten, me manden cuanto antes su respuesta, y vamos dejando en paz ésto. De otra manera, me voy a desprestigiar. El Respondedor. En donde el Respondedor Canta la Palinodia como dicen los señor Cervantes, que no vuelvo a meterme en cuestiones que tengan que ver con concursos, sean de EN Dios y en mi ánima, que imitan a nuestro S( PEARL WHITE ¿Quién ha sido ese mortal Que tal nombre supo darte, Y en tan escasas palabras Pudo así simbolizarte? Nombre armonioso, expresivo. Que tan dulcemente suena Y se graba en nuestro oído; Que pone muy de relieve La tentadora blancura De esa Perla que en el Cine Es Reina de la Hermosura. . . María Stéfani. BATURRILLO NEOYORQUINO (Viene de la página 633) il hablar de este modo, paseaba suavepor la atmósfera, a corta distancia narices del cómico, su mano izquierda, lyo dedo meñique, que se destacaba enI to, veíase relumbrar un brillante algo uillo y lleno de jardines, pero -de buen ano, cuyo esplendor constituía el único ¡tal efectivo de la empresa, '.aro era el artista que resistía el golpe. este momento sólo recuerdo dos que lor;in evadirlo. Uno de ellos se dejó decir i "el empresario que se burlase de él, hilecaba la faz" y nuestro hombre creyó "tiente darle el anticipo solicitado. Al otro o que dárselo por fuerza. Era un buen lin, aunque algo dado a la bebida, y había peñado cuatro o cinco dientes postizos. ,no era necesario y sin los dientes se le )ipaban los sonidos y no podía pronunciar no es debido, hubo que darle el anticipo lia que los rescatara de la casa de empeño. T\CE algún tiempo se llevó al lienzo en Nueva York un argumento que ostentano título "La trata de blancas y sus -" y varias de las escenas fueron toen un restaurant de la calle 72 y Sea Avenida. La película se exhibió, tuvo f. 1920 < La artista semi-incógnita que quiere remangarse la nariz y cuyo nombre ya empiezan a revelar nuestros lectores. ._ . > PÁuiNA 658