Cine-mundial (1920)

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CINE-MUNDIAL A Través de la Moda Por JOSEFINA ROMERO m fLTIMAMENTE hemos visto aparecer un gran número de trajes pintorescos y enteramente distintos de todos los que hemos llevado en años pasados y oíu)os que vagamente los llaman "1830". Si por vía de comparación, nos ponemos a examinar un grabado de aquella época, seguramente que a primera vista no podremos encontrar ningún punto de contacto entre ambos estilos, toda vez que, el contraste entre la silueta actual y la del 1830 no podía ser mayor. ¿Acaso es posible comparar el cuerpo flexible y gracioso de las mujeres de la actualidad, con el talle rígido y ajustado de las señoras de ese período? ¿Sus pequeños pies calzados con borceguíes de cabritilla glaceada, de puntas cuadradas y sin tacones, casi cubiertos con amplias y largas faldas, tienen alguna relación con los zapatos que ahora usamos, de corte o muy estrecho o enteramente redondo, con tacones exageradamente altos y descubiettos por completo por la brevedad de nuestras faldas? Tampoco hay eslabón alguno entre la ilusión de nuestras mangas kimono y aquellas inmensas que entonces se usaban; sus nombres solamente nos infunden terror. Tenían por ejemplo: las mangas de "pierna de carnero", las de "elefante", en todas sus variaciones; las mangas "castellana", en las que debajo del gran abollonado hecho de la misma tela que el cuerpo, había otros cuatro de muselina, gasa o tul, y las de estilo "mameluco", compuestas de dos enormes abollonados, uno recogido en el codo y el otro en la muñeca. Pero en el mundo de la moda las épocas no se evocan con medida, y si a pesar de la divergencia en la silueta, llaman a algunos de nuestros trajes "estilo 1830", esto no quiere decir que hayamos adoptado los escotes de hombros colgantes y todos los mil y un detalles, raros y anticuados, de ese período; la evocación es todavía más sutil. Ni siquiera es una influencia sino más bien un "ahandon" a los encantos de una época que más que otra cualquiera se ha acercado a nosotras. Por razones casi idénticas, sentimos, como los hombres y las mujeres de entonces, el mismo anhelo por el ideal. Si lo que ellos llegaron a alcanzar es inaccesible a nosotras, al menos por ahora, nos volvemos al romanticismo para consolarnos y nos sentimos emocionadas por muchas cosas que hace unos años hubiéramos clasificado simplemente de ridiculas. Sin duda alguna aquella era la época del refinamiento exquisito en todo y por todo. Podemos pensar que la silueta del "1830" fué hasta grotesca, pero sin embargo, debemos admitir que todos los infinitos detalles del traje femenino se llevaban a cabo con suma fineza y cuidado. Las bellezas del periodo del Romanticismo eran más bulliciosas e inquietas que las de las otras épocas, exceptuando las de la nuestra. Tomaban parte en todo, se mezclaban en política, jugaban a la bolsa, abrazaban ideas socialistas, peleaban por reformas humanitarias y por la independencia de la mujer, eran intrépidas amazonas, pero al mismo tiempo se cuidaban de comer apenas lo necesario para que sus mejillas adquirieran esa pálida languidez que estaba de moda, había que escribirles en sonetos y conquistarlas por duelos. Y con todo, siempre se conservaron exquisitamente Distinguidas lectoras: De acuerdo con mi promesa, este mes comenzamos a publicar la sección de patrones, en la que se hallarán modelos elegantes, útiles y fáciles de copiar. Todos los patrones, que son especiales para CINE-MUNDIAL, podrán obtenerse dirigiéndose directamente a la r->dacción e incluyendo en las cartas los precios correspondientes, según se marcan al pie de cada grabado. Todos los patrones que despachemos irán acompañados de una descripción detallada en castellano sobre ol modo de emplearlos. femeninas y vestían con toda propiedad y elegancia dondequiera que aparecían. Bien era un traje severo para asistir al Parlamento, o uno de baile en gasa blanca y recamado de brillantes; ora un traje de amazona de irreprochable corte, o una salida de teatro en terciopelo púrpura adornada con anchas franjas y gran pelerina de pieles de chinchilla. . . Todas estas "toilettes" tenían para ellas suma importancia. En la actualidad, puede verse que algunas de nuestras elegantes, ya sea por instinto o por refinamiento, tienen el gusto delicado de acentuar cuando se atavían con un vestido "1830", el original encanto de dichos trajes, agregando algunos accesorios e interpretaciones personales. A veces es solamente la manera de arreglar el cabello, el calzado, los sombreros; o simplemente un ramillete de flores en la mano o un relicario antiguo pendiente al cuello por una cadena; pero es Mason'S FOOT OINTMENT UNGÜENTO MASÓN PARA el sudor de los pies, mal olor, eczema, callos, juanetes, pies adoloridos y cansados. TAMBIÉN para picadas de insectos, picazón, quemaduras, manos agrietadas, contusiones, etc. Remítase $1.00 en giro postal, billete americano o cheque contra un b. neo, y le enviaremos un pomo de prueba. Se solicitan agentes y distribuidores Dirección : Masón Foot Ointment 42 West 39th St., Nueva York, N. Y. pecialmente es el modo y el porte de la mujer, lo que se acerca a este estilo. La evocación del "1830" y de todos esos períodos pintorescos la llevan a cabo con toda belleza los grandes modistos franceses. Entre los varios modelos que de París han recibido los establecimientos de modas neoyorquinos, hemos podido admirar algunos que por su novedad y "chic" son dignos de especial mención. Tenemos, por ejemplo, uno cuya falda está compuesta de cuatro volantes de encaje, formando con el volante que rodea la cintura una cascada en ambos lados de las caderas, el cuerpo enteramente sencillo es de tul, cierra en la espalda y lleva el escote y las cortas mangas bordeados con cinta de terciopelo negro. Otro de los modelos es en muselina de lana de rayas pequeñas blancas y negras con paneles de lencería en el frente de la falda, la que afecta el estilo zuavo; el cuerpo repite el mismo efecto de panel en el frente y el toque final se lo dan el cinturón y la corbata de seda de color cereza. El tercer traje que llamó nuestra atención es de estilo redingote en tafetán azul marino, con chaleco y cuello de hilo blanco y corbata de raso negro. Luego vimos uno de tafetán rayado de azul y blanco, la falda de corte amplio y el cuerpo con fichú de la misma tela; como adorno tenía en la cintura un artístico ramillete de amapolas azules y amarillas. Y por último el modelo más original y de estilo típico "1830" era en tafetán blanco con los botones, cuello alto y volantes de los lados bordeados de tafetán negro. No hay duda que todos estos modelos se prestan a maravilla para transformar el traje más sencillo en uno sumamente elegante, con la simple añadidura de una de esas túnicas sueltas que tanto se usan. Y mientras el contraste entre el traje y la túnica sea mayor, si no en colores al menos en telas, el efecto será aún más bonito. De túnica también, pero interpretada de diferente manera, vimos otro de tafetán azul marino, bordado con lunares de seda color cereza. La túnica aparece sujeta en la línea de las caderas entallando y drapeando la parte inferior del cuerpo de manera original. Este estilo de túnicas sobre un viso perfectamente recto, son las más nuevas y atractivas. Pronto reemplazarán a la túnica delantal que tanto hemos visto y llevado. Todos estos trajes parece que vienen anunciando la moda para el otoño, la que, según noticias de París, va a sobrepasar a todas las anteriores. "Qui vivra verra". DESCRIPCIÓN DE LAS ILUSTRACIONES (1) ¿Puede darse algo más dulce que despertar recostada entre suaves cojines, cubierta con sábanas adornadas de encaje "filet", y ataviada con deliciosa camisa de crespón de la China, encajes valencianos y cintas de raso? Sí, algo más dulce todavía es el rostro encantador de Clara Kimball Young, estrella de Equity Pictures Corporation que en esta fotografía nos muestra cómo empieza su día la mujer "chic"". (2) Después de su toilette de la mañana y para atender a sus pequeños deberes domésticos, tales como arreglar las flores en su salón y visitar a sus pajarillos, se en