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CINE-MUNDIAL
Crónica de Puerto Rico
El mes cinematográfico. — £1 impuesto . nía de Lara"
I cine. — Las últimas series.— "The OHmpian Troup". — En el "Victory Carden". — "Compaen el Teatro Municipal. — Empresa Velasco. — Zarzuelas y revistas.
DESDE esta revista bien puede hacerse una concienzuda y fecunda información (la mejor, desde luego), acerca de cuanto atañe a los espectáculos de arte plástico y sonoro, ya que también con el lienzo va de ayo cuidadoso y fraterno, la música, cada día empeñándose en ser más exquisita y adecuada. Así decimos, porque CINE-MUNDIAL no solamente se ha contraído a la chirigotería informativa del Cine, sino que además busca cristalizaciones de verdaderos progresos del arte predominantes en el espíritu social, preconizando los extraordinarios avances en la obra de los grandes talleres de fotodrama, la preeminencia de los artistas y la ganancia fabulosa de los empresarios, como también su gran prestigio e influencia en el público, fijando la gran conciencia de su deber y sus varios intereses en la ineludible colaboración que éste tiene en sus plácidos éxitos o en sus hoscas negaciones. Y, de tal manera, que muy pronto será una franca totalidad de todas las excelencias del arte.
Nadie ignora que contra el cine se han levantado alientos de pueriles reconvenciones, sandias y gagueantes voces en son de evanirelizadores cuidados de moral pública y social, en lo que asomó las narices, muchas veces, la intriguilla lugareña, o el grito de sórdidos disputados provechos; que nunca una firme razón de pura nobleza o apostolado consciente del intento pseudo puriftcador.
Y todo ésto, que siempre tendió a coercer (¡necio afán!), la amplia significación del cine so pretexto de ejemplaridades nocivas para el entendimiento y, más, para la pureza de las costumbres, ha tenido que pasar y plegarse al estadio en que se amontonan y se pudren las impremeditadas y fachendosas necedades.
El no €S, ni cátedra de moral, en sí, ni es, en sí, cátedra de vituperios. El cine es, en sí, cátedra de incomparable función civilizadora, reveladora, y, el único, acaso el más fuerte progreso amado del mundo inteligente, primero, y luego, la más exquisita expresión de arte, filosofía, sociología y en general, admirablemente, de cuanto tiene altas correspondencias y mirajes permanentes en el conocimiento humano.
No se le busquen y demuestren aspectos incidentales que no pueden faltar en la variedad de la vida, y que son tanto, y tanto implican en el acervo de verdad que emana de sus realidades. ¡No seáis bobos!. . ., que útil e inútil, necesario y abominables son las sierpes como los lodazales que, según envenenan las unas e infestan los otros, se comen los insectos malignos y por igual fecundan el suelo unos y otros. Como se aprende con Charles Ray a saltar cajas de caudales, se aprenden, asimismo, las sentimentales y hermosísimas tragedias de Norma Talmadge v de Clara Kimball, o de William S. Hart, Es igual, completamente igual. * ♦ ♦
Un día, en esta isla, empresarios y alquiladores de películas anduvieron presurosamente embargados con la promulgación de una ley que creaba un mayor impuesto al cine, por mor del desequilibrio producido en c\ presupuesto insular con la prohibición del alcohol. Tal medida estatuto ria produjo el natural revuelo; porque si bien en ella se conceptuaba artículo de lujo propicio a un mayor tributo a la producción del cine, para crearla y obtenerla, se dejaron señalar muchos defectos imaginarios de reprobación encendida. Y un impuesto al cine — hoy arte popular, enseñanza popular (aquí esto de popular se contrae a populosa) — es, como siempre, reducir las posibles ventajas de desenvolvimiento espiritual en la vida a los que
no pueden darse otro arte más a placer y más en armonía a sus recursos y a sus gustos, que el que les ofrece, tan módica y provechosamente, la cinta y la pantalla, de acción y pasión como ningún otro hasta ahora tan veraz y tan encantadoramente ilustrado.
"Intolerancia" enseña más moral que una Biblia (si es que la Biblia es tratado de moral); "El Derecho a la felicidad" es más benéficamente tendenciosa que los más encendidos y renovadores furrierismos troztkismos activos ahora en la revolución rusa (mejoramiento y equilibrio de clases); "Salomé" y "El Presidiario", "Gioconda" y "Los Miserables", "La Víctima", "La Conversación", "Lágrimas de Alsacia", "El Pantano verde", "Lorelay" y un sinnúmero de maravillosas creaciones fulgentes en el lienzo, son hermosísimas ponencias de arte sincero, de cultura fuerte e incontrastable, ameno regalo al ánima por lo regular aturdida en la brutalidad cotidiana, aun para aquellos más avezados a torpeza y romos de comprensión. Y poner a premiosa y económica distancia ese vivificador pasatiempo del cine de modo que un impuesto lo torne privilegio de acaudalados — como la ópera — es un desatino y una extraviada idea de lo que él significa para el esparcimiento popular, que en él encuentra cuanta luz y cuanta sombra son contrastes en esta picara existencia, pero ennoblecidos por la suprema dignidad del arte.
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No todo ha de ser en esta crónica psicología social del cine. Un poco de información de la que requiere al casuismo de su desarrollo en esta isla le imprimirá su carácter esencial.
Siendo el mismo — si bien en progresión — el interés, o mejor, el entusiasmo del público en la concurrencia a los espectáculos, poco hay que hacer notar, como no sean los estrenos en que Theda Bara, Clara Kimball Young ("Salomé" y "Ojos de Juventud"), Ruth Roland y Doroty Dalton ("Las Aventuras de Ruth" y "L'Apache"), "A Primera Vista" (Mae Murray), "La Fe del Fuerte" (Mitchel Levis), y "El Torbellino" (la serie emocionante de Charles Hutchinson), y "El Derecho a Mentir" (Dolores Casinelli) (Selección Pathé) ; "Las Bodas de Marcela" (Doroty Dalton), "Caribean Film Co.", las cuales comparecieron, alternativamente, en todos los teatros de esta ciudad: Rialto, Cine Luna, Tres Banderas, Puerto Rico, Victory Carden y en el Norma, propiedad del Agente de esta Revista, don Ramón López, espléndido y ventilado como pocos y de los más antiguos y concurridos de Santurce; el Habana, el Real y el Monte Carol, que bien pueden proclamarse primates invencibles ante los más insólitos reveses del negocio: que suele tenerlos.
Cada uno ha creado su público leal, siempre su adicto con un exclusivismo temerario y simpático. Un cliente de "Rialto" no suele irse al "Luna", o viceversa. Pues que todos, casi siempre, ofrecen a su público lo mejor.
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El "Victory Carden" introdujo éste mes entre sus variedades periódicas, a "The Olimpian Troup", selecto cuadro de artistas, acróbatas vaudevillistas, que tan admirables cuadros plásticos (estatuario vivo), saben producir, con el más exquisito primor. Fué una semana espléndida en el gran teatro de la Parada Qujnce, sitio de recreo cierto e incuestionable.
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En el Teatro Municipal la brillante "Compañía de Lara", de verso dirigida por el gran comediógrafo don Manuel Linares Rivas, y el notabilísimo Thullier, durante el último mes de julio y agosto, hizo la más intensa
temporada del año. De más está insinuar que todo el teatro fresco y lozano del eminente gallego de la Carra, como el cordialísimo y musical de los Quintero, tuvo merecidisima boga en el cuerpo de actrices y actores auspiciados por el impecable creador de "Juan José", Emilio Thullier. Fueron noches de arte supremo, de aristocracia de arte y de finos deleites estéticos, que ya llevan de nuevo a los públicos de la Península. Y viene a substituirla la famosa "Compañía Velasco", de zarzuela y "revistas", en la que figura Eugenia Fernández, gracia, belleza del arte lírico, acompañada por un personal escogidísimo y de relevantes prestigios. Don Honorato Andrés acaba de depositar $15,000 en uno de los bancos de esta ciudad, para garantizar el contrato con la Empresa. La prensa de Caracas ha sostenido, clamorosamente, que es lo mejor que en su género ha visitado a esta América, en muchos respectos; con lo que puede asegurarse, junto a los estrenos de cintas que hay ofrecidos, una temporada de arte muy satisfactoria.
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"Rialto" también anticipa algunas novedades. Después del indescriptible recibimiento hecho en nuestro puerto al "Alfonso XIIP, acorazado de la marina española, y de la semana de fiestas que se le dedicó, sólo ha quedado latente el regocijo de las buenas exhibiciones de nuestros teatros de cine. Los empresarios no cobraron el espectáculo a los huéspedes de honor. Engalanados con banderas españolas, suntuosos y alegres recibieron todos los salones a los hermanos que llegaban a nuestra casa después de 22 años de ausencia. Y cada teatro formuló su obsequio con el programa más sugestivo del último semestre, sostenido toda la semana, con la maravilla de su música "Rialto", con su plausible comodidad el "Victory Carden", y todos con sus peculiares atractivos, cada día diligentemente mejorados y por lo mismo solicitados por nuestro público amante del incomparable espectáculo.
Enrique Lefebre.
CRÓNICA DE HUMACAO
EN esta población contamos con dos magníficos teatros, que contratan lo más moderno que llega a la isla en cuestión películas. El público acude todas las noches, o bien al Teatro Victoria o al Teatro Oriente; depende de la cinta que exhiba cada cual.
Es uno de los negocios más florecientes hoy en día, debido a que el entusiasmo cada vez es mayor por el cinematógrafo.
Hasta hace poco se pagaban veinticinco centavos por la entrada a ver películas corrientes, pero desde la inauguración del Teatro Oriente, sólo cuesta quince centavos.
Numeroso grupo de jovencitas, es locura lo que sienten por Pearl AVhite. Hablan constantemente de ella, y no se pierden jamás una cinta en que trabaje. Francis X. Bushman y Beverly BaynCj gustan mucho también, y Clara Kimbal es muy aplaudida.
El público que ocupa el gallinero es ent;iisiasta por William S. Hart, Elmo Lincoln, Tom Mix y Charles Hutchinson.
Las series en general no gustan. Prefieren películas de seis o siete rollos, en que trabajen buenos artistas, a una serie por recomendada que sea.
En la actualidad se está exhibiendo en el Teatro Oriente una serie muy anunciada: "El Torbellino". Trabajan en ella Chas. Hutchinson, Edith hornton y Richard Neill. y la ofrece la casa de All Cood Piclures Corp. Veremos a medida que se proyecten los episodios el veredicto del público.
Mariana L. Molina!.