Cine-mundial (1920)

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C I N E M U \ DIAL A Través de la Moda Por Josefina Komero 3NCUEIRLE parece que pueda haber una mujer que no se entusiasme con las modas de esta estación, y si acaso hubiera alguna, bien podíamos asegurar, sin temor de equivocarnos, que ya para ella no hay esperanzas de entusiasmarse jamás por nada que con la moda se relacione, pues hasta ahora nunca habiamos visto combinaciones y colores más hermosos, así como tampoco tanta libertad de opiniones sobre lo que se pueda o ha de hacerse. No hay por qué negarlo, la exposición que se presenta ante nuestros ojos es asombrosa, y tan encantadora que necesitamos mucha fuerza de voluntad para no gastar hasta el último ochavo de nuestro presupuesto (llamado generalmente dinero para alfileres, aunque para todo es menos para alfileres) en habilitar y enriquecer nuestro guardarropa con trajes y más trajes. Otro detalle muy tentador en esta exposición de invierno es que los precios son más bajos que en la estación pasada, y en les casos en que el precio de las prendas no ha bajado encontramos que la calidad de los materiales ha mejorado, resultando de todas maneras una compensación que ha tanto tiempo no palpábamos. Y ya que el invierno trae consigo una serie no interrumpida de acontecimientos sociales, hay que tener cuidado de hacer una elección pronta y acertada de los trajes y atavíos que para tales casos se requieren. La inmensa variedad de estilos que encontramos en las casas de modas nos prueba que para cada tipo de mujer hay un modelo especial, y a nosotras toca examinar y conocer bien nuestro tipo antes de decidir el traje que vamos a comprar, cuidando de no dejarnos influenciar por los consejos de las vendedoras o por aquello que vemos que nuestras amigas lucen con mayor o menor éxito. Entre las impresiones que para mis lectoras he recogido aquí y allá, en casas de modas y en reaniones, encuentro que los trajes de tarde y los de noche presentan gran originalidad; los primeros tienden quizá a llevar más adornos, galones metjlicos, encajes y pieles que antes, y los segundos tal vez ostentan menos telas metálicas y brillantes nue tanto uso tuvieron en la estación anterior. Predominan en líneas alargadas los trajes de terciopelo, siguiendo graciosamente la silueta del cuerpo y extendiéndose en airosas colas. Por lo general estos trajes son de corte sencillo, aunque a veces pueden ir brocados con oro o con diseños bordados de brill.intes cuentas de cristal o azabache. Los trajes de comida en terciopelo se llevan bastante cortos, para que después pueda bailarse con ellos; generalmente se ven en negro, pero no de tan sencillos diseños como los que veíamos anteriormente. Se usa con frecuencia el terciopelo drapeado sobre encajes o sobre tul bordado de azabache. En este estilo, una gran casa de la Quinta Avenida exhibe uno que a primera vista parece muy complicado, pero que, examinado detenidamente, resulta sencillísimo. El viso del cuerpo es todo de terciopelo negro velado con encaje; en la falda, que es toda de encaje negro bordeado con estrechos Dintri^nDr TQ?n <' Los patrones que aparecen en esta sección son especiales para CINE-MUNDIAL y pueden obtenerse dirigiéndose directamente a la redacción e inclunyendo en las cartas los precios respectivos, según se marcan al pie de cada grabado. Todos los patrones que despachemos irán acompañados de una descripción detallada en castellano sobre el modo de emplearlos. galones, el terciopelo cae por la parte exterior y un poco más abajo de la línea de la cintura, en paneles redondos, y el cinturón, que es la única nota de color que este vestido lleva, está formado con cadenas de oro antiguo y piedras de color verde jade. Se nota también una marcada tendencia a llevar las faldas con paneles que forman en el borde pétalos o puntas redondas, resultando esta moda, además de nueva, muy graciosa. Así vimos un traje de comida en terciopelo negro con el ruedo recogido en el estilo harem. Los seis paneles que caen sobre la falda son de tul negro bordado y ribeteado de azabache, y el cuerpo de talle largo lleva un cinturón de raso color cobre, el cual se transparenta a través del tul, a los lados y en la espalda. Para ANEMIA Raquitismo, y demás manifestaciones de Pobreza de Sangre Emulsión de Scott puede torncirse con entera confianza por sus efectos nutritivos y reconstituyentes. Enriquece la sangre y fortalece al organismo entero. 5í5 Otros deliciosos modelos de terciopelo se confeccionan en colores rojos muy vivos, azul real de Copenhague, coral brillante o vistosos tonos verdes. Estos terciopelos de color son más ricos cuando llevan dibujos bordados de estilo florentino que nos traen a la menioria las tehis con que st engalanaba la aristocrática corte de los Médicis. L^na encantadora estrella del drama mudo luce en su última película un traje de terciopelo coral, brocado con hilos de plata; la majestuosa cola está formada con diáfano tul de plata y el corpino se sostiene sobre los hombros por medio de unos breteles de cuentas argentadas. En cuanto a los trajes de raso y de ricos brocados siguen las mismas líneas que los de terciopelo. Estas telas van frecuentemente contrastadas con lames o tul bordado. Entre los modelos de este estilo, uno muy bonito es de raso brocado en color verde, velado parcialmente con tul bordado de cuentas de cristal y con vaporosa cola de tul de plata transparente. En los abrigos de noche se ven lujosas combinaciones de terciopelos y brocados, siempre guarnecidos de pieles, con cuellos profundos que cierran ajustadamente en la garganta, pero que al abrirse caen en graciosos pliegues. También con ondeantes pliegues se exhibe un atractivo manto de terciopelo rojo veneciano, con pieles de zorro blanco qu» cubren todo menos el iridiscente bordado y luciendo bajo las anchas mangas pesadas borlas de brillantes colores que hacen juego cm los del bordado. A estos suntuosos mantas bien podemos llamarlos la octava maravilla del mundo. Ningún guardarropa estaría completo sin una colección de abrigos de dia y de noche. Los primeros tienen siempre las líneas de una capa, arreglada de tal manera que es a la vez un abrigo con mangas; así combinando la gracia de la capa con la utilidad del abrigo. Se confeccionan generalmente en duventina. velour de laine, bolivia, y otras de las nuevas telas, y se adornan con profundos cuellos de pieles. En las noches muy frías empiezan a verse los grandes abrigos de pieles que alcanzan, naturalmente, prccU)» fabulosos, por estar combinados de marta, chinchilla, kolinsky, armiño o topo, sicucía los de nutria los más fevorecidos auuqi-e nn los más ricos. MI ESTAFETA Veneciana, Antofagasta — El henné es lo único que puede dar ese tono a su cabello sin perjudicarlo; se compra en polvo y se disuelve en agua hirviendo, aplicándolo, en ¡ forma de cataplasma caliente en las r.iices i y cubriendo la cabella con una toalla; al'í se deja por algún tiempo, según el tona que se desee obtener, aunque, para empezar, le recomendaría que no lo dejara más de 20 minutos. El cabello se lava antes y después de esta operación. Si no encuentra usted el henné en esa puede pedirlo a una de las principales tiendas o droguerías de Kuev i York y se lo enviarán por paquete postal. — > PÁGINA 1005 J