Cine-mundial (1920)

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CINEMUNDIAL Crónica de Puerto Rico *'EI Genio Alegre" y "Carmen** — Dos películas triunfales: "La Llama Inextinguible'* y *'La Chica del Mar" repetidos en las cintas — Las "series" muy costosas y poco estimadas — Inauguración brillante del rica" en San Juan — Impresiones del mes. {De nuestro corresponsal) ■ Argumentos frágiles y 'Teatro Amé ESTA crónica va un tanto tendenciosa. Y liay razón para ello. Porque terminando el mes de septiembre con el Ijrillante estreno de la gran comedia de los hermanos Alvarez Quintero, "El genio Alegre" e iniciado octubre con ella y con la presencia de la enorme Geraldina Farrar en "Carmen" y en "María liosa", agradecidos de sobra hemos de estar con la exhibición de esas novelades gloriosas. Wallace Reíd con la insuperable hija de Boston han dejado satisfecho al público selecto que entiende de esos primores. Porque ha sido uií verdadero success. Y esto nos ofrece ocasión para abandonadamente señalar el triunfo definitivo del cine en las traslaciones de libros de novelaciiin y de comedia a la pantalla, cosa que parecía imposible. Obsérvase, que resulta imponderable el acierto magnífico, naturalmente, salvando leves minucios que no pueden protestarse en el conjunto dramático de varias situaciones culminantes. Irreprochable los diferentes cuadros; los matices característicos; el paisaje, el colorido, la estructura misma en que no fué muchas veces feliz colaborador el autor con su inventiva y sus recursos, sino el director de escena, con sus peculiares modos de hacer v de crear, la sobriedad y los diferentes pormenores conducentes a la realización de una obra cuasi perfecta. Ninguna obra filmada en la casa Paramount, traslado de tesis teatral o de novela, há fracasado artísticamente, o, cuando menos, ninguna ha dejado defraudado el empeño. Ninguna casa lia ofrecido obras superiores a las que en este mes hemos admirado, fragantes de un preciosismo '■ exquisitez encantadores. Y es lo que dice todo el mundo, los espectacíores sensatos. Revelado el Cine ya como el agente reproductor de la vida más com I pleto que hasta ahora se ha conocido — y esto sin hipérboles n' marrullerías — para él I ha quedado la obra teatral, franco exponente de realidades sociales y psicológicas, y de los innumerables motivos dramáticos oropicios a un arte sincero. No pueden fácilmente gloriarse en el placer del observador inteligente, pongo por caso, "Los Jinetes de la Justicia", con todo y su vasto plan de situaciones, y sus tropeles de artistas ágiles y convencionales, con su incoherencia tortu: radora (estigma de la mayor parte de los argumentos armados"), y sus absurdos y efectismos comprensibles tan a flor de entendimiento; como tampoco logran alcanzarlo esas costosas series hechas de aoaratosos criminales de salón y héroes de pantomima de audacias arbitrarias y omnipotentes. Todo eso, así, ya que es tsn continuo el cine, esto es, de noche tras noche, excita el hastío v una especie de aversión irrazonada, lo cual ahuyenta muchos espectadores displicentes que se dejarían seducir por las cintas de mérito postivo en la argumentación y en la presentación. Y esto es irrefragable. Las emociones del ver (y no del oír), las novelas y la comedia de los grandes ingenios, son puras, y bellas, impecableSj por lógicas; por reales y siempre superiores; por más armónicas que las que suelen ofrecer esos dramones, argumentos hechos de cuadros espeluznantes montados por un directora rtístico casi siempre omnímodo y omnisciente perdido. ¡Cuan evocador y qué fuerza de realización efectiva y orgánica hay en la conItemplación de la Plaza de Toros de Sevilla, •donde admirable de alegría fresca y gracia I macarena e infantil pasó Consolación para iencontrar los primeros guasones requiebros !| de Julio, el primo desconocido 1, y aquello de los labradores sudorosos, devotos al to DlCIEMBRE, 1920 < que de campanas de la ermita realizado por las ingenuas travesuras de esa mocita tormento de la casa de doña Sacramento Marquesa de los Arrayanes. ¡ Cuánto no dicen de la diáfana autenticidad creadora de los autores felices y de la unidad emocional del argumento! Decídamente hay que dar un sesgo premeditado a la absorbente y extraviada dirección que tiene a su cargo la elección de temas trabajados para el cine, en la que se han sistematizado muchas especiosidades ya aburridísimas por lo cansonas. Destiérrense, en lo posible — y sí que se pueden — los motivos amorosos; las intrigas de salón tan pueriles, los escritorios de los banqueros y las fáciles adquisiciones de minas y de propiedades heredadas del abuelo que encargó la entrega de ellas al abogado traidor. Es decir, liberar la creación, ampliar su sentido. Toda la obra de W. S. Hart, por ejemplo, es un solo argumento de títulos distintos. Los de las hermanas Talmadge, y Bessie Barríscale, Tom Mix y Warren Kerigan, y en suma, la mayor parte, son uno sólo, descompuestos y fragmentados en obras distintas. Naturalmente. Y no se explica la ceguera de los encargados de construir esos dramitas gemelos; que eso es demasiado visible hasta para los más ignorantes. Por eso se suelen aceptar de un millón que se envían, sólo cuatro o cinco utilizables. ¡Es claro; si hay una norma de la que no se puede salir!, una, ya tan convencional, que no resiste el análisis critico. * « * Parece que los grandes empresarios de esta Isla, don Rafael Napoleoni, don Francisco Maymón, don Miguel Portell, don Eduardo G, González y Julio Bruno, dueños respectivamente de Broadway y varios cines de la isla; del teatro Yaguez, del Cine Tres Banderas y del Rialto, todos se han propuesto ennoblecer hasta lo sumo el Cine, puesto en peligro por la ya señalada monotonía de las producciones. Con la conjunción celebrada entre los hermanos Gelabert, dueños del Victory y el Imperial y don José Piñeiro (agente de esta revista en Río Piedras) y dueño del Teatro Nuevo, puede asegurarse que una etapa de estimables novedades hará la creciente y deseada amenidad de los espectáculos. "Bruno y González" se proponen levantar en uno de los mejores sitios de Santurce un erran teatro, envidia de empresarios espléndidos. A eso, añádase la elegante iniciativa de los hermanos Gelabert y Pepe Piñeiro, publicando a sus expensas una revista semanal, para dar cuenta, exclusivamente, de sus espectáculos, al modo de Rialto, con lo que se atreven a un gasto más, pero que, en cambio, va levantando la dignidad del negocio. Que lo merece. * * * El día 28 de este mes se inauguró el gran Teatro América, de Crosas y Compañía, maravilla de gusto y esplendor, como que es hoy el más importante de esta ciudad. Y señalaron su estreno con la deliciosa película "La Chica del Mar", de la casa Republic Pictures Corp., por los artistas Betty Hilburn y Chester Barnett, y con una suntuosidad increíble. Hubo una gran retreta frente al edificio, fantásticamente iluminado y concurrido por lo más selecto de esta ciudad. Hay que aceptar que este gran teatro de la Marina, ventiladísimo, de una capacidad, decorado y comodidad plausibles y de gran lujo, como ninguno hasta ahora ofrece a los dilettantes del cine y de todo género de espectáculos nobles, el sitio deseado. Y vaya la enhorabuena a los brillantes fundadores del Teatro América, regalo de buen gusto a nuestra sociedad. Guayama sostiene dos teatros magníficos. El Cine Primavera 3' el Campoamor, en los cuales se reparte la ansiedad de aquel público por las bellezas de la pantalla. Bayamón tiene el Cine Variedades, también de visible importancia, con capacidad y escenario para los variettes que lo viistan periódicamente. En estos días se ha señalado El Cine Norma estrenando en él varias cintas, sin duda por combinación hecha en los programas diarios por las empresas alquiladoras. Se nota eso porque la mayor parte de los estrenos en Puerto Rico han correspondido a Rialto, Tres Banderas y Luna, los tres cines de la ciudad solicitados por propios y extraños desde su fundación. * * * Están aún en el cartel, "El Misterio de los Trece", "El Testigo Oculto", "Vivo o Muerto" (Jack Dempsey), "El Torbellino", "La Nueva Aurora", "Elmo el Temerario", "Las Aventuras de Ruth", episodios para dos meses, con sus diez y seis dramas excelentes filmados por los artistas más v mejor prestigiados. A la vez que en Bayamón y en Morovis, se exhiben en Ponce, Guayama, Humacao. Fajardo, Yauco, Cayey y Caguas, y en toda la isla, porque sus inocencias logran interesar por un momento, como todo lo extraordinario. El episodio, para la generalidad del público consciente, no tiene otro valor que el del drama o la comedia que lo acompaña. Y eso es lo cierto. Ganarían las empresas suprimiéndolos de la escen 1, economizándose los miles de dólares que cada una cuesta por su aparato y los peligros de los artistas que los filman. * * * Una de las más hermosas cintas del mes, "La Llama Inextinguible", por Mme. Olga Petrova, y "La Lección", "En Alas de la Ilusión", "Una Novela del Hampa", "La Incógnita Victoria", "La Avalancha", "Matrimonio por Venganza", con Constance Talmadge, Catherine Calvert, Ethel Clayton, Bert Lytle, Elsíe Ferguson y Lila Lee. "La Dama Duende", de la Studio Film Co.; "Preso pero libre después", de la Caribean Film Co.; "La Hija del Lobo Solitario", por la celebrada Louise Glaum, de la Metro-Pathé; "Horrible Duda", Gaumont* Path; "Treinta mil dollars", de la Pathé Pictures; "Juanito en Broadway", de Artcraft Pictures, Vaudeville; "Sal y Pimienta", comedia graciosísima de Viola Dana, de la Metro; "La Mujer Prohibida", de la admirable Clara Kimball Young; "El Mundo en Venta", "Las Calaveras del Terror", "La Hermana Fantástica", "A Prueba de Balas" de Harry Carey, y muy pocas otras han constituido los programas de todos los cines, desde el Ríalto hasta el Rívoli, de Río Piedras; Estrella, de Aguadilla; Teatro Oriente, de Humacao; Cervantes, de San Lorenzo, y el Beliograf, de Cataño, pues que no existe privilegio en las exhibiciones y lo mismo Morovis que Arecibo, El Delicias de Ponce que el Cine de Manatí, pueden en el mes ofrecer las más caras y celebradas novedades. Fueron "Los Viandantes", por Herbert Rawlinson; "Todo, menos la verdad", por la pareja de Eddie Lyons y. Lee Moran; "Una Prueba Diabólica", por May Allison; "Una pequeña Optimista", de Vivían Martin; "Carmen", por la formidable Geraldina Farrar; notables algunas, pueriles muchas y, en honor a la verdad, casi todas para mero entretenimiento de efímero deleite, estrenándose la última, la llamada "The lone Wolf's Daughter", con Louise Glaum, llena de violencias insólitas y de desesperadas y falsas situaciones. . . El Caballo de batalla. Enrique Lefebre. > PÁGINA 1020