Empresario Internacional (May 1940)

EL AIRE EN EL ENTERIOR DEL TEATRO La temperatura correcta es sólo uno de los factores esenciales del adecuado acondicionamiento El fin del acondicionamiento de aire es, como todo el mundo lo sabe, proveer comodidad, pero hay todavía muchos que dejan de comprender que la simple temperatura, acusada por un termómetro, no significa nada en el sentido de la verdadera comodidad que buscamos. En efecto, es posible sentirse más cómodo en un clima seco, a una temperatura de 100 grados F., que en un clima húmedo a úna de 90. El acondicionamiento de aire bueno requiere no sólo una temperatura correcta, sino también una cantidad correcta de aire en movimiento y una cantidad correcta de humedad en el aire. Ninguno de estos factores significa gran cosa, tomados separadamente. Para resultados satisfactorios, los tres han de ir juntos, correctamente coordinados, añadiéndose que el valor de cada uno está inseparablemente ligado, en todo momento, al valor de los otros dos restantes. Así como el gerente o administrador de un teatro sabe exactamente lo que necesita en proyección, poseyendo los conocimientos y medios para conseguirlo, debe también tener un entendimiento cabal de lo que se requiere para asegurar, en beneficio de los espectadores, esas cómodas condiciones atmosféricas, dentro del teatro, que son tan esenciales para el buen desarrollo de su empresa. El cuerpo humano es un motor que genera calor. Los alimentos, el aire y el agua le sirven de combustible. Parte del calor generado se necesita para vivir. Parte queda almacenada en el cuerpo. Cuando acumulamos demasiado calor, mos sentimos incómodos y es necesario desprendernos del exceso para sentirnos cómodos de nuevo. di Siempre que las condiciones del medio ambiente sean favorables para ello, el cuerpo humano puede desprenderse del exceso del calor natural, de las dos maneras siguientes: EMPRESARIO INTERNACIONAL MAYO-JUNIO DE 1940 (1) por radiación — el calor acumulado sobre la piel se disipa, pasando a las capas de aire contiguas al cuerpo, que están más frescas que la piel, y (2) por evaporación — la humedad que sale por los poros de la piel, se evapora, y al hacerlo consume calor. En ambos casos, el movimiento del aire promueve el procedimiento. Correcta temperatura interior Nuestra temperatura interior cómoda es de 98,6 grados F. Nuestra temperatura exterior o de piel, có: moda, es de 88 grados F. Cuando sentimos mucho frío, nuestros cuerpos, dentro de ciertos límites, activan su maquinaria calefactora y generan más calor; pero, cuando nos sentimos muy acalorados, el exceso de calor debe quitarse de nosotros por radiación, por evaporación o por ambas cosas. El acondicionamiento de aire correcto envuelve la creación de esas condiciones atmosféricas en que tanto la radiación, como la evaporación, puedan funcionar sin la menor dificultad, lo mismo que de esas condiciones de temperatura que no requieran ningún exceso de radiación o de evaporación. Como la ropa más liviana retiene de 5 a 6 grados F. de calor, y como la temperatura cómoda de la piel es de 88 grados, se verá entonces, claramente, que se necesitará un exceso de radiación y evaporación, a menos que el aire contiguo se mantenga a una temperatura de 88 menos 6, es decir, 82 grados. A esta temperatura de aire nos sentiremos cómodos, siempre que las otras condiciones del aire permitan el desarrollo de una evaporación normal. Humedad y movimiento La humedad en al aire y el grado de movimiento del aire, gobiernan el punto en que la perspiración podrá evaporarse a una temperatura determinada. Este teatro de cine representa la última palabra en estilo perfilado “ultramoderno”. Su torre en espiral tiene como 40 m. de altura y está iluminada con neón azul y luces de tres colores de efecto muy llamativo. La boletería tiene base de acero inoxidable y bronce. El vestíbulo, de 6 m. de altura, aparece mucho más alto debido a los efectos de la iluminación.