Mensajero Paramount (1931-1932)

Mensajero ffaramaunt cial bajo la humilde apariencia de un guardafrenos al que su trabajo lie va al empalme, Jerry traba amis tad con Pepper, y no tarda en quedar flechado. No le parece mal a la pelirroja el nuevo pretendiente, ante el cual sufren definitivo eclipse las ilusorias esperanzas de Clicker y las no menos ilusorias de Boots, quie nes, poniendose al cabo de acuerdo en esto como lo ban estado en todo lo demas, began a la poco halagadora conclusion de que el recien llegado y no ninguno de ellos es el hombre al que prefiere el adorado tormento de ambos. El idilio lleva todas las trazas de culminar en matrimonio cuando he aqui que interviene un nuevo e importante persona je. Mister Jordan, alto empleado de la empresa, juzga que el hi jo del senor director esta a punto de cometer una calaverada irreparable; y cree cumplir con un deber imperativo al poner a mister Hamilton, padre, en autos de lo que esta ocurriendo y lo que ocurrira si no se acude a evitarlo prontamente. Una nueva complicacion surge en la senda, hasta ahora liana y florida de los enamorados : Whipple, el padre de Pepper, enterado de que Jerry no es tal guardafrenos sino el hi jo del director de la compania ferrocarrilera, cambia la actitud de expectativa benevola con que mirara los amores de su hija por la de franca y resuelta oposicion. Para hacer valer la cual acude al expediente de encerrar a Pepper, que asi no podra ver al novio ni comunicar con el y acabara por olvidarlo. i Ilusiones de los padres de todos los tiempos ! La pelirroja, con la ayuda de Penelope, la hermanita menor, un diablillo a quien encanta verse envuelto en tan desusada aventura, logra escapar y corre adonde la espera su novio . . . En casa de mister Hamilton, a la cual la lleva Terry y la presenta como su prometida, esperan a la pelirroja dificultades que le haran ver que el amor entre millonarios no es siempre miel sobre hojuelas. III I I ■■ III I l l I Virginia Hamilton, su utura cuhada, la recibe muy cordialmente, le brinda desde que se :onocen afecto y confianza, que parecen, y en realidad son, hijos le la mas sincera y espontanea simpatia. Mister Hamilton, el suegro en agraz, no se le muestra hostil. Hombre mundano y conocedor de la vida que es, fia antes a la mafia que a su autoridad de padre el logro de lo que desea, que no es otra cosa sino hacer que Jerry se desencante de Pepper y llegue, por propia voluntad, al rompimiento al cual no le llevaran ahora prudentes consejos ni energicas amenazas. Fiel a la norma de conducta que se ha impuesto, mister Hamilton, a tiempo que atiende y aun festeja a la prometida de su hijo, niegase a nombrar a este para cierto importante puesto que h i quedado vacante en la empresa. Los amores del joven, segun da a entender, le han convencido de que carece del aplomo necesario para desempenar cargos en los cuales no son suenos y suspirillos eroticos, sino una inteligencia practica, atenta a la prosa del negocio, lo que hace falta. Aunque como padre le duela proceder asi, como director de la compania de ferrocarriles no tendra mas remedio que proveer la vacante nombrando para llenarla a mister Jordan que si es hombre capaz. Tanto esto como otros medios de que mister Hamilton sabe valerse, llevan al animo de Pepper el triste convencimiento de que esta siendo un obstaculo para la felicidad del que ama. . . Lo unico que procede, pues, es alejarse de el ; y la manera mejor de llevarlo a cabo, de impedir que Jerr la siga y acabe acaso por veneer sus escrupulos, sera conducirse en presencia de su prometido en forma tal que le convenza de que cometio un error al enamorarse y caeria en otro mayor aun si llegara a tomarla por esposa. La fiesta que los Hamilton daran esa noche en su casa brindara a la abnegada Pepper coyuntura de ponev por obra la resolucion que tantas ocultas lagrimas le cuesta ; en la cual se sostiene solo porque se repite cada vez que siente que la voluntad le flaquea que es por el que ama, por salvar de muchas humillaciones v de grandes pesares al que ama mas que a si misma, por lo que debe mostrarse a sus ojos como mujer frivola, casquivana e indigna de que la ame un hombre como el. El padre de Jerry, al que confia su plan, lo halla, como podra suponerse, muy acertado ; y siempre muy diplomaticamente, aparen AOIM 6