Mensajero Paramount (1931-1932)

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Men&ajera tfammmuxt dora, toma la palabra el senador Powell, quien, por razones hasta entonces misteriosas, ha decidido seguir a los aventureros. Sus palabras aclaran definitivamente la situacion: — Yo, senores, soy el ingeniero del canal de Erie, y la compania que me emplea me ha confiado la mision de desenmascarar a Hycross. Afortunadamente, nuestro amigo Looney ha dado con la clave, y manana mismo empezaremos las obras de drenaje del rio. Ni que decir tiene que, pocos dias despues, el gran Littleton Looney se hace cargo de las obras de desecacion del rio, bajo la direccion del ingeniero del canal de Erie. Esta vez, nuevamente en su puesto de la grua, resuelve dar de lado a su idolo historico, para sustituirlo por otro infinitamente mas cercano en el tiempo y en el espacio. Y Ellen, orgullosa, contempla con admiracion a su futuro marido, el gran Littleton, el Orgullo de Syracusa, a quien en un momento de ceguera llamara alguien el Tonto de Capirote, cometiendo asi la mas grave de las injusticias historicas. venido de la superficie anatomica de Oakie, fueron a acariciarle ciertas zonas vulnerables cuyo nombre omitimos por falta de espacio. Y tal es la causa de que Oakie tuviese que dormir boca aba jo una porcion de dias El Berengaria atraca en los nuielles de la Paramount en mitad de Long Island Si el encabezamiento de estas lineas dista un tanto de la verdad, no por eso deja de ser relativamente verosimil, como vera en seguida el lector. A fin de rodar con toda propiedad una de las escenas de El Tonto de Capirote, fue necesario construir, en el estudio paramountista de Long Island, una reproduccion exacta del puente de paseo del Berengaria. Tan realista era la reproduccion, que el propio Jack Oakie estuvo a punto de ma jarcias, si hemos de usar el nombre que emplean en nomenclatura maritima. E n cambio, para que el realismo fuera completo, no faltaron el olor a brea ni el balanceo que tan desastrosas consecuencias tuvo para Oakie y sus companei'os d e navegacion p aramountista d e El Tonto de Capirote, la pelicula a la cual ha llamado alguien el mar de la risa cinematografica. El Tonto de Capirote haee eaer a dos actriees en una tentacion Las actriees de cine gustan a veces de los vestidos que ostentan en la pantalla hasta tal punto que se los apropian para lucirlos en la vida de fuera del estudio. Tal es el caso, por ejemplo, de Ginger Rogers y Betty Starbuck. Tanto les gusta ron tres de los vestidos que ostentan en la cinta El Tonto de Capirote, en la que actua el sin par Jack Oakie, que decidieron apro piarselos sin grandes ceremonias. Lina epidemia que a nadie perdona Las autoridades medicas locales que tienen a su cargo la salubridad de Long Island co Mala Punteria de un Director Jack Oakie tuvo que dedicarse a dormir boca abajo durante varios dias, a raiz de filmar una de las escenas de El Tonto de Capirote. En dicha escena, que se rodo en un campo de golf de Long Island, Oakie tuvo que someterse, por exigencias del oficio, a que le diesen varios pelotazos. La pelota era de las de golf, y la punteria del metteur en scene, A. Edward Sutherland, de las que merecen un castigo en esta y en la otra vida. El resultado es que la mayoria de los pelotazos, lejos de acertar en el lugar con naria no se pued e transportar porque el rio no lleva agua suficiente j convirtamos el rio en carretera ! i Que la carretera esta humeda ? j Pues se seca ! Apenas acaba Littleton Looney de dar su solucion salva rearse, y si las viotas no acudie ron a posarse en los cordajes de la nave fue por la sencilla razon de que no las habia en el estudio. Y porque el Berengaria de la Para mount, con todo y ser un trasatlantico, no tiene cordajes, o P AGIN A 15