Mensajero Paramount (1931-1932)

Mgnsaiera paramount \&Mires3 ROBERTO REY ACLARA EN UNA ENTREVISTA CIERTO ENIGMA El insigne y graeiosisimo actor de Un Hombre de Suerte ahorra trabajo a los venideros historiadores del cinematografo hispanoparlante al decir donde naeio y que circunstancias lo llevaron a ingresar en la pantalla UNO DE LOS atributos de la celebridad parece ser la confusion, nacida tal vez del mismo afan de conocer a la persona celebre, que crea acerca de los hechos conexionados con ella. Clasicos son los ejemplos de las poblaciones que se disputan la gloria de contar entre sus hijos a tal o cual figura de las que llenan el mundo con su fama. Asi, mucha es la tinta que ha corrido, y mucha mas la que correra todavia, en polemicas con las cuales lucen los eruditos su saber y satisfacemos los que no somos eruditos nuestra curiosidad. Aunque sea arte nacido de ayer y cuyos hechos son por fanto de facil averiguacion, no escapa el cinematografo a la ley general que quiere que la historia indague, discuta y compruebe antes de afirmar. Lo demuestra, c o m o caso reciente, lo ocurrido con Roberto Rey, el Chevalier del mundo de habla espanola. I De donde es Roberto Rey ? Desde que se estreno en la pantalla con la graciosisima comedia Un Hombre de Suerte, dialogada por el chispeante Munoz Seca, se han hecho con respecto a la nacionalidad del insigne actor de la Paramount afirmaciones muy diversas. Quienes lo declararon espanol, y de la mismisima Villa del Oso y el Madrono por mas senas ; quienes, nosotros entre ellos, mexicano. Unos se fueron a la America del Sur a buscarle cuna, sin que faltaran los que suponian al nuevo astro parisiense de nacimiento, hi j o de latinoamericanos y educado en Espana. En lo que todos estaban y estan conformes es en que el artista de los Estudios de Join ville de la Paramount resultaba un artista cinematografico con todas las de la ley. Pues bien, para ahorrar trabajo a los venideros historiadores de la cinematografia hispanoparlante, Roberto Rey nos dice ahora, en entrevista publicada en El Cine de Barcelona, donde nacio y como principio a trabajar en el lienzo de plata. Oigamosle : : ? — Soy chileno. : ? d — Mis padres espaholes y vivi casi todo el tiempo en Espana. — Hace muchos anos que trabajo en el teatro. — En Barcelona he cosechado muchos aplausos . El publico de aqui fue siempre muy benevolo conmigo. Yo no he merecido nunca tanto favor por parte suya. -I — Nunca pense en hacer peliculas. Cuando trabajaba en Espana miraba con carino la produccion nacional, pero era tan poca cosa al lado de la yanqui, que no paso por mi mente la idea de (Cont. en la pdg. 34) Roberto, que estd en su ley en Joinville, entre estas bellas. dice que es Roberto Rey y estd hecho un rey entre ellas. UN A UTOR ECHA EL MUERTO A OTRO EN CASA DEL DIF UNTO PEDRO MUNOZ SECA, el aplaudidisimo autor comico espanol a cuya siempre fecunda y regocijada pluma debe j: mos el dialogo de Un Hombre de Suerte, cinta de la Paramount editada en los Estudios de Joinville, no es hombre que reserve i los chistes y ocurrencias para ponerlos solo ■■ en lo que escribe. En la vida real, lo mismo , que en el teatro, Munoz Seca es. . . un film Paramount. Digalo si no el modo como, alia en los comienzos de su carrera, supo nuestro autor echar el muerto a un companero, y en la mismisima casa del difunto. El caso fue como sigue. Acompanado de un pariente que se sentia unido a el por los dobles lazos de la sangre ' y de la admiracion a sus obras, las cuales empezaban por ese entonces a conquistarle la popularidad de que hoy disfruta, el autor del dialogo de Un Hombre de Suerte fue a hacer una visita de pesame. Ya es sabida la cscenografia de las visitas de pesame. En una sala, la de mas respeto, las senoras de la casa reciben v atienden las visitas femeninas. En otra habitation los caballeros tejen sobre la vida del desaparecido una corona de siemprevivas ya muertas antes de nacer, y despues, con mas o menos discretion, comentan la actualidad. Munoz Seca y su pariente engrosaron el ' corro de los comentaristas. Inclinaciones de cabeza, mudos saludos ceremoniosos. Ninguno de aquellos caballeros les conocia 1 Pronto, no obstante, se restablecio la conversation en el punto interrumpido por la llega : da de los dos nuevos visitantes. Y estos pu ' dieron oir lo siguiente : — Pues es una obra graciosa, pero estupida. — Bueno ; hay que oir la de burradas que se dicen en ella. — iQue quiere usted que saiga de un tipo como Munoz Seca? El pariente va a interrumpir. Con disimulo, Munoz Seca le contiene. Prosigue el otro cabaliero: — iUstedes no le conocen? Yo, si. Es un pobre desgraciado. No hara nada. Resulta insoportable. Poco a poco va el conocedor explayando el concepto poco halagiieno en que tiene a Munoz Seca. Los demas le escuchan, y a veces, recordando (Cont. en la pag. 34) P AGIN A 17