Mensajero Paramount (1931-1932)

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Mgnsajem ^paramount j: las y en la cual abundan los yacimientos de petroleo. De poco servirian aquellas ni estos ni cuantos tesoros pueda contener la isla a los naufragos, quienes lo pasarian muy mal en medio de tan envidiables posesiones si no fuera porque Jerry, el curioso cacique, provee a todas sus necesidades y hasta a su regalo con verdadera esplendidez de soberano. A iniciativa suya, la isla queda declarada en estado de perpetua fiesta ; miss Wood y sus companeros no tienen mas ocupacion que asistir a rusticos pero suculentos banquetes, gozar de la amenidad de los muchos y encantados parajes dig : nos de una egloga virgiliana que hay en la isla, reir las agudezas del cacique, admirar los cantos y las danzas de sus vasallas o, para no ser menos, bailar y cantar a su vez { entre los aplausos de los islenos. Como puede suponerse, los amores de Wally y miss Wood les hacen sentir que la isla es un verdadero paraiso, y otro tanto, a lo que se colige, acabara por parecerles a Voltaire MacGinnis y a miss Cook, en los cora zones de los cuales han hecho tambien bianco las flechas del diosecillo alado que contra todos las asesta y siempre da en el corazon. Asi terminara, en un cuadro perfectamente idilico, la historia de estas extraordinarias aventuras de no haber ocurrido los sucesos de que va a darse noticia. Quiso ia casualidad que el yate de mister Wendell, padre, recibiera uno de los mensajes inalambricos enviados por el Andes cuando zozobraba. Despues de haber navegado por los parajes cercanos al del siniestro, el yate, a bordo del cual viajaba mister Wendell, procedio a tocar en las islas cercanas, por si era caso que hubieran hallado refugio en ellas algunos de los naufragos. Asi fue como dieron con la isla donde se encontraban, y muy a gusto segun sabemos, Wally, miss Wood, Voltaire, miss Cook, Basilio Pistol y Jerry y sus vasallas. El arribo del yate, al volverla a un mundo del cual se creia alejada para siempre, desperto en la modista de los ojos verdes y la cabellera dorada nuevas ambiciones de dinero, para realizar las cuales comprendio le brindaba coyuntura muy propicia la isla cuyos criaderos de perlas y yacimientos de petroleo cobraban subita valorizacion con la presencia del multimillonario mister Wendell. No se hizo este el remolon para llevar a cabo lo que le parecia un negocio redondo ; y antes de que el yate emprendiera viaje llevando a bordo a los naufragos, quedaba cerrada en firme la venta de la isla por la cual recibia miss Wood un milloncejo de dolares. De esta manera, al desprenderse el barco de las costas del tropical paraiso, todos se sienten felices : miss Wood y Wally, porque nada se opone ya a la realizacion de su matrimonio ; Voltaire y miss Cook, porque piensan casarse apenas lleguen a los Estados Unidos ; Basilio Pistol y Jerry y las islenas que hablan ingles como si hubieran nacido y vivido en Nueva York, porque les halaga sobremanera la idea de verse muy pronto en Broad way en cuyos teatros y cabarets esperan divertirse lo que no es decible, y mister Wallace Wendell porque la isla, que apenas le ha costado un mi '