Mensajero Paramount (1931-1932)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

c mgnsa/era paramount ha visto durante los ultimos meses a no cultivar mas trato que los foragidos que tiene a sus ordenes, no ha podido menos de experimental' ante miss Randall la anoranza del mun do al cual tuvo que renunciar para salvar la vida. Que en ese sentimiento haya un germen de naciente ternura, no parece del todo descaminado suponerlo : con lo cual se ve que Hank no anda enteramente errado en sus cavilaciones, aunque si en lo de ellas que le hace imaginar a su rival pronto a lanzarse sobre la joven, como el mismo Hank lo hubiera hecho ya, de no contenerlo el miedo a su jefe. El amor, si amor o principio de amor es, en efecto, lo que siente el jefe de la Legion Fronteriza por su cautiva, es el mas ren dido, caballeresco y hasta timido de cuantos amores se albergaron en pechos varoniles. Porque harto comprende el capitan bandoleros la distancia que media entre el, lo que la vida ha hecho el, y la que ve como ver pudiera una estrella. Ver a Juana Randall en el campamento de la Legion Fronteriza de de ha sido para Jim Cleve causa de muy encontradas emociones. Lo ligan a la joven lazos de gratitud, que arrancan de haber sido ella la unica que creyo en su inocencia e hizo cuanto estaba a su alcance por defenderlo cuando todos los vecinos de Alder Creek lo acusaban con ensanamiento. Su caracter generoso y resuelto lo empuja a tomar partido por la prisionera ; lo haria sin vacilar, si no le detuviera el agradecimiento que debe tambien a Jack Kells, el que le salvo la vida. Queriendo conciliar los extremos de la apremiante disyuntiva que se le plantea, o cuando menos saber con seguridad a que atenerse antes de tomar una resolucion, Jim Cleve habla al capitan de los bandoleros en estos terminos : — Jack, me gustaria saber con certeza lo que va a hacer con esa muchacha. . . Cuando me uni a la banda, no crei que se tratase de molestar a mujeres indefensas. . . — No le pasara nada — contesta el otro en tono que tranquiliza por completo a su interlocutor, pues es mas elocuente, en su honrada sinceridad, que las mismas palabras a que acompana. — Manana por la noche, luego de saquear a Alder Creek, la dejaremos libre. Aunque Juana Randall se ha negado obstinadamente a darle la mas leve informacion, el jefe de la Legion Fronteriza, a punto ya de lanzarse con toda su gente sobre el pueblo, quiere tentar fortuna por ultima vez. — He venido a ver si esta dispuesta a darme algunas noticias de Alder Creek — dice entrando en la choza en que esta encerrada la prisionera. —No se nada, ni se lo diria aunque lo supiese — contesta ella. — Lo esperaba . . . presenti que era usted valiente, y eso me agrada. — I Cuando va usted a dejarme libre? —Si todo sale como espero, la pondre en libertad manana mismo, pero. . . ; manana no ha llegado aun ! — concluye a guisa de despedida. Hack, que ha visto al capitan hablando con miss Randall y que por no haber alcanzado a oir el dialogo le da significado muy di verso del verdadero, precipitase sobre el que juzga su afortunado rival cuando este sale de la choza. — ;De modo que querias pegarme un tiro a traicion, Hack? — pregunta el capitan despues de haberlo desarmado. — i Pues claro ! j Tu tratabas de quedarte solo con la muchacha ! j No lo niegues, que lo vi todo por la ventana ! — Bueno, acabetnos de una vez... — grita el capitan ya a cabo de paciencia. — ; Dale el revolver, Jim ! — ; Es cierto lo que ha dicho Hack? — pregunta el aludido sin obedecer lo que le mandan. — j Ni tu ni nadie tocara a esa muchacha ! — agrega en actitud de quien esta resuelto a jugarse el todo por el todo. — I Y a ti que te importa esa mujer? — pregunta Kells con cierta sorna al improvisado desfacedor de entuertos. PAGINA 29