Mensajero Paramount (1931-1932)

Mensa/era tfaramaunt POUR EPATER HOLLYWOOD MARY BRIAN es una de esas artistas que tienen el valor suficiente de afirmar su individualidad, aun a riesgo de cjue quienes juzgan por las apariencias crean que lo hace solamente pour epater Hollywood. Cuando las damas comenzaban a dejarse crecer el cabello, la hermosa ingenua de la Paramount asombro a la colonia cortandose el suyo. El ultimo peinado de Mary Brian, que consiste en una especie de corona de bucles, aparece por primera vez en la pantalla en la cinta Errorcs Sociales, en la que trabaja tambien Leon Erroll. El individualismo de Mary Brian no se limita al peinado, e invade tambien los dominios todos de la vestimenta. Mary fue una de las primeras, ! hace cosa de tres anos, en ponerse de falda larga, causando , con ello no pocos comentarios. Prefiere lo pintoresco a lo convencional, y si se puso falda larga no fue para asombrar a los amigos, sino para expresar mejor su personalidad de ese modo. Hace pocos meses, Mary se presento en una fiesta de gran gala, luciendo una camelia blanca en el pelo. El efecto fue maravilloso, y su ejemplo no tardo en ser imitado por el elemento joyen de la colonia. Mary Brian, ademas, se permite el heroismo de ser economica en materias de guardarropa, y no rehusa ponerse un vestido algunas veces mas de las convenidas. Hay vestidos que los usa durante toda una temporada ; y eso en el seno de una comunidad 1 donde el cambio de modelos esta a la orden del dia. Seneillez en el Arte Kay Francis, la artista de la i Paramount que ha conquistado en menos de ano y medio envi\ diable fama de elegante, condena resueltamente todo lo llamativo v hace de la seneillez norma iml perativa en el arte de ser elegante Sus colores favoritos son los de tonos atenuados. Los Coches de Joinville Por Renee cTAcreve “SALGA DE LA COCINA” Roberto Rey y Enriqueta Soler, de los Estudios Paramount de Joinville, segun apareciun ante la camara en una de las escenas de “Saiga de la Cocina,” la nueva produccion his pano pari ante hecha en Europe por la gran editora. HAY EN LA VASTA aglomeracion formada en Joinville por lo que se llama los Estudios Paramount un lugar apartado, no enteramente desprovisto de originalidad e interes para quienquiera que, con ojos de observador, se detenga a mirarlo. La vida intensa que ludle en la ciudad de las peliculas manifiestase alii en forma desusada. No es el movimiento sino la quietud la nota caracteristica. Pero una quietud expresiva, llena de ese silencio sugestivo en que las cosas parecen cobrar alma y hablarle a la nuestra con atenuados acentos. Es tal lugai" el de la parada de los automoviles que dia tras dia acuden del tumulto de Paris para dejar en el sonoliento suburbio, transformado hoy en una ciudad polimorfa por la Paramount, al director famoso, a la artista celebre, al ingeniero o al fotografo; en suma, a cuantos de una u otra manera intervienen en la produccion de las cintas cinematograficas que pasean despues por el mundo entero la marca de la cumbre y de las estrellas. Ha pasado la hora de la animacion. He aqui reunidos, por el resto del dia, todos esos coches que se acomodan segun el azar de la llegada. Los hay de muy diversas clases : desde la suntuosa limusina del personaje de la cinematografia hasta el Ford de lance cuyo dueno es un obrero. Mas no se hallara un solo que, bajo la caricia del palido sol de la manana de invierno, no vaya adquiriendo poco a poco su fisonomia, su alma. . . Un paseo entre estos automoviles de los Estudios Paramount de Joinville es, en verdad, interesante. Al verlos asi, democraticarnente con f undidos, no puede uno excusarse de pensar que expresan, mejor que larguisimas disertaciones, el espiritu de los tiempos. En todos ellos parece alentar el signo de la solidaridad, de la coordinacion fecunda que es la clave del vivir de nuestros dias. Desiguales en lo exterior, esos coches que se igualan en la paciencia de la diaria espera nos recuerdan que los que aqui han traido son tambien, dentro de sus diferencias de capacidad, iguales ante el trabajo para el cual se han congregado en Joinville. MODAS DE LA PARAMOUNT ^pRAVIS BANTON, el diseJ nador de modas de la Paramount, muestrase partidario decidido de los dibujos de flores para el adorno de los vestidos que Madame luce de noche. Prefiere los rainos de flores 11amativas, tales como claveles, Idas y rosas de invierno. Las flores abundan prodigamente en uno de los vestidos que Clara Bow luce en la pelicula Su Noche de Bodas. El mas llamativo de todos los ramos es uno de claveles blancos, azules y rojos, que la popular artista ostenta en el ojal de la solapa de un precioso vestido azul de rica y brillante seda. La popularidad de los adornos y accesorios negros, en eontraste con los vestidos de colores brillantes, ha impulsado a Banton a aceptar tal innovacion como uno de los elementos dominantes de la rnoda primaveral de varias temporadas ; una de las primeras en lucir tal combinacion fue Marlene Dietrich, en la produccion de la Paramount Marntccos, en que colabora con Gary Cooper. Miss Dietrich ostenta en dicha pelicula un vestido de crespon rosa, con el que contrastan el sombrero y los guantes, negros y perfectamente estilizados. La silueta de campana, ahora tan popular, fue adoptada por Banton en la primavera de 1928. Las faldas de los modelos, asi como las mangas y los sacos, estaban armados con crin de caballo, para lograr el efecto apetecido de rigidez, simuladora de una campana. Ruth Chatterton lucio uno de estos modelos, en encaje negro, en la cinta La Mujer de Cualquiera. Lillian Roth adopto identico estilo en la pelicula Piernas Marinas, en la que colabora con el cada vez mas popular Jack Oakie. Banton asegura que en la moda entrara de nuevo, y muy pronto, la nota dominante de lo pintoresco, afirmandose cada vez mas la nota no menos importante de la femineidad, aroma de la vida. P AGIN A 20