Mensajero Paramount (1931-1932)

Mgmajera tfarammuit ha volado al encuentro de la tropa entre cuyos soldados busca ansiosamente con mayor angustia amorosa cada vez, a Tom Brown... Por fin detiene a un sargento, lo interroga, imperiosa, casi agresiva . . . — Tanto como muerto no, senorita... — dice el veterano con aspereza. — Lo dejamos en Amalfa... Bueno. No quiero quedarme atras... — termina haciendo intento de reunirse a la columna. — I Herido de gravedad? — No fuimos alia a divertirnos . . . — grune el sargento. — No me detenga mas, que tengo sueno. * * * En compania de monsieur de La Bessiere, que ha sabido aceptar con filosofica serenidad el brusco cambio de sentimientos de la que hasta hace poco fuera su prometida, sale Amy Jolly para Amalfa. Alii, cuando pregunta por el legionario Tom Brown, nadie puede darle razon de el, nadie lo conoce siquiera ... Al fin un soldado herido la pone al corriente de todo : el que busca esta ileso, quiso hacerse pasar por muerto, probablemente para desertar, pero, descubierto el engano, lo destinaron a la columna que saldra dentro de unas horas a vengar el desastre del barranco de Amalfa. En estos momentos debe de hallarse en la taberna de la esquina, aprovechando las ultimas horas de libertad, tal vez de vida. 5fc 5fC Voces de mando. Soldados que corren a ocupar sus puestos en la formacion. Despues la columna que se aleja. . . Amy Jolly, en el automovil de monsieur de La Bessiere, lo ve todo como en un sueno... La tropa que empieza a alejarse... Tom Brown que le envia un ultimo adios. . . A poca distancia de la marcial columna marcha otra formada por mujeres. Es la legion del amor, la legion dolorosa de las que sin uniforme, sin bandera, sin esperanza de ascensos ni de cruces, van a sufrir todas las penalidades, a desafiar todos los peligros del desierto por seguir a su hombre. Los ojos diafanos, los maravillosos ojos azules de Amy Jolly se iluminan con extrano brillo de entusiasmo y de lagrimas. Abre la portezuela del coche. Y como una automata, como si obedeciera a una fuerza superior a su voluntad, corre a unirse a la legion de las que aman . . . Marlene Dietrich, la radiosa estrella de Marruecos, eonsidera que el amor es siempre espontaneo y no puede erearse Cualquier mujer, cualquier hombre, pueden inspirar carino a quien se les antoje. Pero, pese a todas las Artes Amatorias, no ocurre lo mismo con el amor. El arte de hacer enamorarse a un hombre es algo enteramente fuera posible metodo, y puede decirse que no existe. El acto de enamorarse es consecuencia de un destino especial y misterioso. Asi, por lo menos, lo cree Marlene Dietrich, la exquisita y exotica rubia de la panta11a, recientemente traida de Berlin, y contratada, por la Paramount. Marlene acaba de triunfar plenamente en su pri mera pelicula hablada en ingles y filmada en Hollywood, titulada Mamie cos, en la que colabora con Gary Cooper y Adolphe Menjou. A proposito del amor, miss Dietrich se expresa en los siguientes terminos : “Atraer a un hombre es cosa relativamente facil ; hacerle enamorarse es algo completamente distinto. Si la atraccion intima, real, del corazon, fuese algo dependiente de preceptos de tecnica amorosa, el amor seria la cosa mas incolora y aburrida del mundo, y alcanzaria, a lo sumo, las proporciones esteticas de una raiz cubica. Es posible premeditar una conquista puramente material, pero provocar un amor es algo que escapa por completo a toda premeditacion, por cuidadosa que sea.” “Toda mujer esta siempre en condiciones de atraer a cualquier hombre, y para ello le basta ser considerada, discreta, carinosa y tolerante. El hombre tiene el mismo privilegio, y puede atraerse igualmente las simpatias de cualquier mujer. . . por los mismos medios, que, dicho sea de paso, son tan antiguos como la vida misma. Pero, l puede decirse otro tanto del amor ? El amor es una pasion puramente objetiva, y no puede regularse mediante procedimientos subjetivos.” Los extras son tan importantes como las mismas estrellas en una pelicula Los extras de los estudios son tan importantes, para el exito final de una pelicula, como las estrellas mismas, de acuerdo con lo que declara Josef von Sternberg, el popular director de Marruecos. Los extras constituyen el ambiente o fondo de una pelicula, y cuando el ambiente y el fondo son malos, la pelicula no puede ser buena. Por otra parte, un buen fondo anade realismo a la cinta, y la hace mas efectiva. De ahi la importancia del extra. P AGIN A 8