Mensajero Paramount (1931-1932)

Mgn&ajera tyarammuit iSSSS. “CON BYRD EN EL POLO SUR” EN BARCELONA PRESENTACION de la magnifica pelij cilia documental de la Paramount Con Byrd en el Polo Sur, efectuada en el Coliseum de Barcelona, fue un verdaderc aconteciiniento que llevo al regio salon de la calle de Cortes compacta concurrencia, entre la cual abundaban personajes de senalada figuracion en los circulos cientificos de la Ciudad Condal. El ser este film Paramount obra que lleva diestramente combinados en su contenido el interes emocional de la arriesgada aventura del contraalmirante Byrd y sus esforzados companeros, el sentido humorista, y el valor cientifico de los descubrimientos y observaciones efectuados en el primer vuelo sobre el Polo Austral, explica por que entre los espectadores que llenaron de continuo el Coliseum mientras la obra se mantuvo en el cartel figuraran tanto el hombre maduro a quien atraia principalmente el valor documental de la cinta como el nino para I quien las escenas tomadas en los hielos antarticos tenian todos los caracteres de lo maravilloso. Con anterioridad al estreno de Con Byrd en el Polo Sur, efectuose, en el mismo Coliseum, una exhibicion privada de la cinta, ante un lleno como pocas, acaso ninguna vez, se habia visto en Barcelona. Y decimos esto porque la concurrencia que lo formaba estaba compuesta por cuanto de mas sobresaliente y distinguido hay en el mundo de las ciencias, las letras y las artes en la capital catalana. Como jugoso preambulo a la exhibicion de la epopeya cinematografica de los hielos, tan habil y cumplidamente captada por las camaras de la Paramount, el ilustre astronomo y escritor don Jose Comas Sola, Director del Observatorio Fabra de Barcelona, dicto una conferencia de vulgarizacion cientifica en la cual trato del alcance y significacion de la hazana llevada a cabo por Byrd. Despues de disertar sobre los polos, los movimientos de rotacion y de traslacion de la tierra y la posicion del eje del primero con respecto al piano de la eliptica terrestre, el conferenciante entro en materia en estos terminos : “De todos modos, a los efectos de nuestra conferencia, a la finalidad de prologar la proyeccion de la cinta cinematografica de la expedicion del comandante Byrd, no nos interesa lo que liace referenda a la sucesion de los equinoccios. Lo cierto es que el eje ; de rotacion terres tre esta inclinado ] respecto a la per 1 pendicular al piano de la rotacion de 1 la Tierra forman do un angulo de 23° 27’ aproxima'< damente, angulo ■l este que no es cleric tamente desprecia ble, sino por el contrario muy sen [/■ sible. No es nues*a tro proposito el 'S buscar los origenes c' de esta inclinacion, •t1 origenes que en realidad son desconocidos. Lo que si podemos hacer es establecer una comparacion rapida entre la inclinacion del eje terrestre y la inclinacion del eje de los otros planetas del sistema solar. Y asi, vemos como la inclinacion en Marte es de 2 7° aproximadamente ; que el eje de rotacion de Jupiter es casi normal al piano de su orbita ; y como en cambio en otros planetas, como Urano y Neptuno, la inclinacion es superior a los 90°, dando ello por resultado el movimiento retrogrado.” “A primera vista podra parecer que no tiene importancia alguna el hecho de la inclinacion del eje de rotacion terrestre sobre el piano de la orbita, pero lo cierto es que en la practica la tiene y muchisima. Imaginemos por un momento que el eje de rotacion de la Tierra fuera perpendicular al piano de su orbita : en este caso, facilmente se comprende que la primavera o el otono, el equinoccio, en fin, seria perpetuo en la Tierra, toda vez que el dia seria igual a la noche en todas las latitudes.” “Imaginemonos, en estas condiciones de equinocio perpetuo en la Tierra que un observador se trasladara a cualquiera de nuestros dos polos ; tanto da que fuera al Norte como que fuera al polo Sur : este observador, situado en el polo, haciendo abstraccion de los efectds de las variaciones atmosfericas, veria constantemente como el Sol giraba a su alrededor y rasando el horizonte, en forma que no podria decir con exactitud si estaba en la noche o estaba en el dia.” “Dicho esto, imaginemonos ahora que el eje de rotacion de la Tierra cambia de posicion y forma un angulo mas o nrenos considerable con la perpendicular al piano de la orbita terrestre. En este caso varian completamente los puntos de vista. Y siendo esta inclinacion la representada por un angulo de 23° 27, que es la inclinacion del eje de nuestro planeta, ocurrira que si un observador se coloca a la distancia angular del polo, o sea en el circulo polar artico o en el circulo polar antartico, vera que en el dia del solsticio de verano el Sol no se oculta, que pasa rasando el horizonte a media noche, o sea, que vera el sol de media noche. En cambio, el dia del solsticio de invierno vera como el sol no se levanta; pasa rozando el horizonte, pero por debajo de este. De manera que en estas condiciones habra, lo hay, durante el ano, un dia sin noche en un hemisferio, y en el otro hemisferio un dia sin dia.” “Si en vez de estar este observador a una distancia del polo equivalente a 23° 27’ se acerca hacia el polo, entonces observara que en vez de pasar durante el ano un dia sin noche, pasaran varios dias sin noche, como ocurrio a los hombres que constituyeron la expedicion Byrd en su instalacion del campamiento de invierno llamado ‘la pequena America.’ Sobre este campamento, instalado a una latitud de unos 78° grados reino una noche de cuatro meses.” “Pero ya en este plan de suposiciones, imaginemos que el observador se va acercando mas y mas hacia el polo y que llega al mismo polo, sea este el boreal o el austral. El observador colocado en el punto matematico que representa el polo, notara como en el dia del solsticio de verano el Solalcanza la maxima altura sobre el horizonte, altura que sera la de 23° 27’. Ira apreciando como pasan los dias, mejor dicho los espacios de tiempo de 24 horas de cuyo hecho no tendra mas conocimiento que el que le proporcione la consulta al reloj ; y notara como el Sol va girando a su alrededor y describiendo no un circulo verdaderamente, sino como una especie de helice, descendiendo cada vez mas hasta que llegara un momento, al cabo de tres meses, que el Sol estara rasante en el horizonte. Y a partir de aquel momento el Sol ira bajando cada vez mas, desaparecera por consiguiente del horizonte y el observador se hallara sumido, en la obscuridad, en una noche de seis meses ; hasta que transcurrido ese tiempo, pasados esos seis meses, de nuevo subira el Sol y disfrutara el observador de un firmamento iluminado, de un dia de seis meses de duracion. Por consiguiente durante el ano habra en aquella latitud un solo dia luminoso de seis meses de duracion y una sola noche, obscura, de otros seis meses de duracion.” “La expedicion Byrd ha comprobado un hecho de mucho interes cientifico : ha comprobado que en el Polo Sur existe un continente tan grande como Europa ; que existe una especie de macizo montanoso cuya altura media es de 2.000 metros y en el grandes cordilleras de montanas con volcanes inclusive. Esta comprobacion, constituye la confirmacion de la denominada teoria tetraedrica de la figura del solido terrestre, o sea la teoria de la actual distribucion de los Continentes y de las formas que estos presentan.” “Efectivamente : el relieve monta 1 1 noso que constituye el casquete polar austral es la demostracion de lo que desde hace anos se ha venido en teoria defendiendo por ilustres geologos. La teoria tetraedrica, se El contraalmirante Richard E. Byrd y los dos fotografos de la Paramount, Joseph T. Rucker y IF illard V underveer, a (pries debemos dos eslupendas vistas del r ran film documental “Con Byrd en el Polo Sur. P AGIN A 28