Mensajero Paramount (1931-1932)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

iMgnsajera tfarammint u LA INCORREGIBLE” Narracion de JOSE LUIS SALADO ; CUANDO alguien pregunta por miss Evelyn Thorne, oye siempre la misma respuesta : — Es una muchacha orgullosa y banal . . . quemaria una casa para divertirse. . . A Roy O’Bannon, el fiscal del distrito, le dicen lo mismo : Evelyn es una garzona que justificaria otra novela de Margueritte. Mujer muy deportiva, muy a tono con la hora de hoy. Nada, rema, patina, monta a caballo, tripula un automovil. El automovilismo, sobre todo, es su pasion. Acaso la unica pasion de esta magnifica estatua de hielo. No se sabe que Evelyn haya querido nunca a nadie. Amar, para ella, es un deporte menos apasionante que lanzarse al vertigo de la velocidad, mientras el contador del coche va marcando cifras sensacionales. Para Evelyn, toda la carretera es suya. Pero los agentes de la circulacion no piensan como ella. Por ejemplo: el agente Drummond. El cual la detiene un dia, en plena carretera : — ; Ha creido usted que esta en una pista para su uso particular? Evelyn se echa a reir : — Es una lastima que les cambien a ustedes frecuentemente de destino. . . Todos los muchachos que prestan servicio en esta carretera me conocen ya . . . — Esa no es cuenta mia. I Como se llama usted ? El agente prepara su carnet, su lapiz. Evelyn deja caer a los pies de Drummond una pulsera. — Se le ha caido este brazalete — dice Drummond. Evelyn lo mira sin demasiada atencion : — No es mio. — <;De quien, entonces? — No lo se. Y se va con su automovil, carretera adelante. Oliendo a gasolina, que es el perfume ideal para una autentica musa de la velocidad. . . * * * A la noche, Roy O’Bannon dialoga con Evelyn : — Ya se que a usted le gusta imponer siempre sus gustos. — Naturalmente. Ella explica por que. Paso ya, para fortuna de la mujer que aspira a vivir por cuenta propia, el tiempo de las damiselas romanticas que eran, flores de decadencia sobre la otra flor invertida del polison, un juguete masculino. La mujer de hoy no tiene nada que esperar ni temer del hombre. . . ■ — Especialmente — anade Evelyn — una mujer rica esta asistida por privilegios especiales. O’Bannon protesta : — No, no. — i Por que no ? Un ejemplo cualquier persona de su amistad, yo misma, es sorprendida cuando intenta robar algo... Digame: usted, fiscal ;seria tan severo conmigo como con mi modista ? — La misma justicia para ustedes dos. Evelyn se rie : — Por lo visto, usted es un puritano. Pero iy sus subordinados? Elios quieren dinero. Yo, mi libertad . . . O’Bannon se rie tambien : — Por si acaso, no se le ocurra a usted desafiarme . . . iDesafio de amor? Quizas. O’Bannon tiene cerca de si la carne juvenil de miss Thorne, que pide besos. . . Y, naturalmente, Roy besa. Ella, naturalmente tambien, se deja besar. — Te habran dicho que soy una mujer inconstante — explica luego con ese afan de confidencia que anima siempre a la mujer en los momentos sentimentales. — No hagas caso. Ya ves : esta noche he besado por vez primera a un hombre . . . Roy besa otra vez a Evelyn. — i Ouerida ! Ahora besa ella tambien. * * * Lunes : Evelyn vuelve a su casa. A su casa que hoy esta llena de policias... — I Que ha pasado aqui ? Se lo explican entre lagrimas. — i Ay, Evelyn! Tus alhajas... ^No sabes? Te las han robado... Todas... Ha sido esta madrugada. El mayordomo dice que les desperto un ruido sospechoso. Subio, y pudo comprobar que el joyero estaba abierto. Entonces me aviso, y los dos buscamos por toda la casa sin resultado. Nada. Ni un signo de violencia en las cerraduras. . . V I i i P AGIN A 5