Mensajero Paramount (1931-1932)

Mensqfera paramount “LA PURA VERDAD” Narracion I A Liga de Accion Social contra el Desnudo, celebra un baile, j con objeto de recaudar fondos para continuar su magnifica campana. Entre los aristocratas que asisten a la fiesta, se hallan, el acaudalado banquero Lamberti, con su mujer y su hija Emilia. Esta es tesorera de la Asociacion, y en un momento, habla con Cambio, hombre de negocios, para decirle que no sabe como guardar un cheque de doscientos cincuenta mil frances, perteneciente a la Liga. Cambio se ofrece para guardarlo, haciendola saber que con el estara mas seguro. Emilia se lo entrega confiada. Acaba el baile que resulto esplendido. A la manana siguiente celebra su reunion la Junta de Damas. La presidenta es, a la vez, una mala cantante. Entabla una acalorada discusion con el padre Doran y se queja de que en el baile la dejaron sola, mientras cantaba, obfigandola a hacer el ridiculo. En la reunion se encuentran, tambien, Emilia y su novio Roberto, tos salen juntos, y en la calle compran un periodico que anuncia en gruesos caracteres, “El ultimo escandalo financiero.” Cambio acaba de fugarse con el cheque de doscientos cincuenta mil francos. Emilia se ve en un terrible apuro, pues no podra responder de dicha cantidad en la proxima junta. Recuerda, entonces, que el banquero Silvan la hace el amor y que a el puede pedirle dinero prestado, valiendose del gran interes que le inspira su belleza. Consulta con Roberto que siente celos y se opone a ello. Recuerda a su padre, el senor Lamberti, que prometio en cierta ocasion hacer un donativo a la Sociedad, duplicando sus fondos, siempre que estos alcanzaran la suma de quinientos mil francos. No sabe que determinacion tomar. Roberto le dice que no dispone de la cantidad robada, pero que dentro de dos dias podra ofrecersela. Emilia va a casa de su padre. Su novio la acompana. Este entra en el despacho y ella se queda esperando en el hall. Lamberti trata de unos asuntos con su sobrino Ricardo, y niega al novio de su hija una cantidad que le pide prestada, aconsejandole que si necesita dinero puede vender acciones de mercurio que estan muy bajas. Aquel asegura que es imposible, que nadie las comprara. — Pues mienta usted, para venderlas. — Yo no se mentir. — En asunto de negocios, no existe la verdad ni la mentira. Y para demostrarle lo facil que es vender estas acciones. . . Lamberti habla por telefono con el banquero Cruchado : — ; Tiene usted noticias de la existencia de acciones de mercurio ? — Si, y estan por los suelos. . . — Pues muy pronto, van a subir el doble. — En ese caso, es interesante . . . —Pues le prometo reservarle quinientas. . . Cuelga el auricular y dirigiendose a Roberto : — i Ve usted que facil es? Entra en el despacho Silvan, el hombre de negocios que hace la corte a Emilia. Lamberti continua ponderando su mercancia, y consigue del recien llegado que compre un numero considerable de acciones. Mas tarde, en el despacho, se discute si es o no necesario mentir para negociar. Roberto protesta y dice que el no seria capaz de decir una mentira. Y se formaliza una apuesta de quinientos mil francos, que ganara el novio de Emilia si resiste veinticuatro horas diciendo unicamente la verdad. Durante este tiempo, no podran separarse, ni decir a nadie lo acordado. Lamberti comienza por crear una disculpa para salir de casa. Su mujer es celosisima, hasta el extremo de sufrir con frecuencia grandes ataques de nervios. Y asegura a todo el mundo que tiene escondidos una bomba de mano, una pistola y un punal ; armas que usara tragicamente el dia en que su marido la engane con otra mujer. Por fin salen de la casa y van a un lujoso cabaret, donde se encuentran con Las Espanolitas, una pareja de baile que actuaron en la fiesta del dia anterior. Se llaman, Mabel y Sabel. Son momsimas. Pero... viven bajo la autoridad de su tio Apolodon que las explota con el pretexto de velar por su honradez. La primera le gusta extraordinariamente a Lamberti, pero el “tio” se indigna ante su asiduidad. Roberto, por verse obligado a decir siempre la verdad, ocasiona varios disgustos, y provoca a una rina terrible con Apolodon, por lo cual se ven obligados a salir precipitadamente. Tras ellos van Las Espanolitas y todos suben al mismo coche. Lamberti, al llegar a su casa, da orden al chofer de que lleve a las chicas donde le digan. Pero estas que han encontrado una ocasion para huir del tio, prefieren sin que nadie lo sepa, dormir dentro del automovil, en el garaje. PAGINA 29 4