Mensajero Paramount (1927)

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2b Mensa/era paramount se proporner capturar y perseguir a un hombre, mi hay otro remedio que rendirse a discreción. Por algo los Modernos Mandamientos de la mujer del teatro repiten diez veces la misma admonición : "No lo dejes escapar"... Y así se soluciona una situación que en un principio tenía todos los visos de acabar en una verdadera tragedia de bambalinas. las coplas que acompañaban a la música. Kitty, en el centro del escenario, obscuro. con la lamparilla eléctrica en la mano, surgiendo a la altura de las circunstancias, tomó la parte de la tiple y empezó a hacer jugar la luz en las pantorrillas de las coristas y sobre los espectadores que ocupaban las primeras filas del teatro, entre los cuales otaban, naturalmente, los consabidos calvos \ los críticos de los periódicos. La novedad de la presentación tomó a la audiencia como por encanto y empezaron a sentirse los aplausos, que se repetían con más vigor después de cada copla, y la valerosa Kitty seguía cantando con su coro, y haciendo jugar la luz en la sombra, y entonando el estribillo de la pieza : "Tú, me tienes sumido en la duda. Mas prefiero la noche a la ruda Luz </!((• trai(/a la triste verdad... Deja el alma que viva en la sombra, No analices ; si un labio te nombra Y te besa, ardoroso, no importa la edad." El empresario, llevado, al igual que el público, por el ritmo de la canción, el maravilloso efecto de la obscuridad y la picardía con que Kitty sabía aplicar el estribillo y dejaba caer la luz de su pequeño reflector, olvidóse por completo del rencor que habíale llevado a suspender la canción y aplaudió también. Besó a Kitty, felicitó al autor y dio gustoso toda clase de explicaciones para que no quedara en la más ligera tela de juicio la conducta de la animosa joven, que tan bien había sabido sacar adelante la obra de su adorado compositor. Más aún. decidió que, en adelante, se siguiera presentando el acto con el mismo efecto de obscuridad, pero, no pudo triunfar en su proyecto de desprenderse de la empalagosa tiple y tuvo que consolarse con seguir aguantando sus mimos y sus caprichos. Cuando una mujer P íGiy.i 20 ESTHER RALSTON Y SUS PATROCINADORAS Esther Ralston puede, con justicia, vanagloriase de que nada, o casi nada, les debe a los hombres, en lo que a sus triunfos cinematográficos se refiere. La hermosa rubia de la película Los diez mandamientos mo dernos, que en muy pocos años ha logrado llegar muy cerca de la meta de sus aspiraciones, dice con orgullo que los dos únicos directores cinematográficos femeninos que existen en el mundo son los que han contribuido materialmente a sus más recientes éxitos. La primera de estas mujeres fué Lois Weber, quien, favorablemente impresionada por la rara belleza de la joven actriz, le ofreció la interpretación de un papel secundario en una de las películas por ella dirigida. La segunda patrocinadora de Esther Ralston fué Dorothy Arzner. la primera y única mujer director que ha traba jado en los estudios de la Paramount. Esta notable mujer fué la que dirigió las admirables escenas de la película, intrínsecamente de asunto femenil, intitulada La Reina de la Moda, en la cual, como se recordará, Esther Ralston desempeñó el papel de protagonista con verdadero acierto. Desde el estreno de aquella película, Miss Ralston ha figurado en los elencos de la Paramount con el título de estrella con luz propia. Que el título de estrella de la Paramount otorgado a la bellísima Esther lo fué por derecho propio y en atención a sus innegables méritos, lo demuestra plenamente la protagonista en Los diez mandamientos modernos, película que se estrenará hoy en el teatro SOLO LAS MAS HERMOSAS Sólo las más hermosas de entre muy cerca de mil hijas de Eva fueron aceptadas por los directores del estudio de la Paramount para tomar parte en las escenas de la película Los diez mandamientos modernos, que se estrenará hoy en el teatro La estricta y meticulosa selección de las más bellas entre las bellas se hacía indispensable por la sencilla razón de que muchas de ellas tenían que competir con Esther Ralston, una de las mujeres más hermosas que aparecen en la pantalla cinematográfica. Además de las pruebas fotogénicas, las aspirantes tuvieron que someterse a ciertos requerimientos esenciales, por lo cual fué indispensable desechar a docenas de ellas antes de juntar a las veinte beldades que reunían todas las condiciones pa ra ser consideradas como tales y poder tomar parte en las brillantes escenas de la película Los diez mandamientos modernos. Notas Cortas de Publicidad El autor de la letra de la canción El beso a oscuras, en torno a la cual giran las escenas finales de Los diez mandamientos modernos, es un distinguido joven poeta hondureno muy conocido en | los círculos literarios latinoamericanos. Esther Ralston, protagonista de la película Los diez mandamientos modernos, de la Paramount, perteneció en su niñez a una troupe de artistas de circo dirigida por su padre.