Mensajero Paramount (1927)

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Mensajera tfaramaunt tástrofe, se pensó en evitar el mayor mal posible y abrir una brecba en el cauce del río, para desviar sus aguas hacia una quebrada seca que no muy lejos del lugar corría. No se tenía a mano suficiente dinamita, pero se envió a buscar a la población, y se creía poder salvar la situación de esta manera. Pero lo malo del caso fué que los camiones encargados de transportar la dinamita a la presa no pudieron combatir la furia de los elementos y se atascaron y encenagaron en la mitad del camino. Como el peligro creciera y la dinamita no llegara, los de la presa llamaron por teléfono a Tomás para que procurara averiguar lo que pasaba. ¡(][ Tomás, después de hacerse cargo del tremendo peligro que encerraba la situación, determinado a tomar una resolución extrefma, hablóle al Veneno de esta suerte : — Veneno, es necesario que esta dinamita llegue a la presa. Vamos a probar si con r, nuestro tractor podemos salvar el peligro. ,jCon los cambios que le he hecho creo que (podrá salvar el lodo y todos los otros obstáculos que se presenten. ¿ Me ayudas ? — Mi amo, no me quedé atrás en Flandes y no he de quedarme atrás ahora. A la . piden. Y subiendo los dos al tractor del viejo Stoddard, friéronse derechos y sin ambages a la busca de la dinamita. Encontraron los camiones atascados, los pusieron a remolque el uno del otro y empegaron a arrastrarlos con su tanque, que daba unos resoplidos que parecían los de la agola de la máquina. En la presa el desconcierto había llegado su grado máximo. Ya se habían abandonando todas las esperanzas ; ya se habían despachado emisarios para que notificaran a las gentes que era necesario desalojar las casas, había llegado el momento del fatal ¡ sálvese quien pueda ! En esto, como por milagro, divisaron los de la presa la luz potente de los reflectores del tanque. Hubo un arranque espontáneo de entusiasmo. — ¡ La dinamita ! ¡ La dinamita ! . . . Y apenas estuvo el tractor entre aquellas gentes, empezóse sin pérdida de tiempo la descarga de las cajas de explosivos. La dinamita había llegado, pero, simultáneamente con su llegada, rompíase una brecha en el muro de contención y empezaban las aguas a desbordarse por ella con furioso impulso. — Si no se tapa esta brecha no habrá ya nada que nos salve — gritaba el banquero Martín. Entonces, Tomás, con una inspiración sublime impuesta por la fuerza de las circunstancias, subiendo al tanque, se lanzó con él dentro la presa para usar la pesada mole como tapadera de la brecha. La maniobra tuvo buen éxito. El tanque se empotró entre las piedras de la abertura, mientras Tomás, empujado por la corriente, se iba a perder entre las aguas torrenciales que se arremolinaban con un retumbar de trueno. ^ La presa se había salvado. Tomás, aunque resentido por los golpes recibidos en la caída, se sentía feliz por haber logrado realizar algo grande con su tanque. El banquero Martín ya no se rehusó a prestar su crédito para que el negocio de Stoddard pudiera marchar hacia adelante. Y en cuanto a Alicia, se sentía feliz cuidando las heridas \áe Tomás, que, afortunadamente, no tenían mayor importancia. A esto sucedieron momentos de beatífica calma durante los cuales las emociones que embargaban el alma de los dos enamorados se manifestaban silenciosamente en toda su arrebatadora intensidad. Tomás y Alicia permanecieron mudos por espacio de unos minutos en el transcurso de los cuales vivieron toda una vida de inefable felicidad, pues las palabras sobran cuando los corazones hablan. Cogidos de la mano se miraban en los ojos, comprendiéndose perfectamente. Los labios de ella parecían murmurar; Tomás, mientras que los de él sólo una palabra divina hubieran podido pronunciar: Alicia. L. D. C. "Mensajero Paramount es una obra útil y agradable reveladora de justas tendencias para que el exhibidor informe con acierto su criterio sobre las nuevas producciones cinematográficas y no sólo eso, sino también para inculcar en los públicos por medio de un reclame correcto la afición al buen cine." Calderón y Salas Porras, Chihuahua, México. PAGINA 23