Mensajero Paramount (1927)

Record Details:

Something wrong or inaccurate about this page? Let us Know!

Thanks for helping us continually improve the quality of the Lantern search engine for all of our users! We have millions of scanned pages, so user reports are incredibly helpful for us to identify places where we can improve and update the metadata.

Please describe the issue below, and click "Submit" to send your comments to our team! If you'd prefer, you can also send us an email to mhdl@commarts.wisc.edu with your comments.




We use Optical Character Recognition (OCR) during our scanning and processing workflow to make the content of each page searchable. You can view the automatically generated text below as well as copy and paste individual pieces of text to quote in your own work.

Text recognition is never 100% accurate. Many parts of the scanned page may not be reflected in the OCR text output, including: images, page layout, certain fonts or handwriting.

Mensa/era tfaramxuuit Bud deja a Chick al cuidado di Juanita, para lanzarse a uña de caballo en persecución de los miserables, que no teniendo el valor de luchar cara cara se escudaron con las sombras de la noche para asesinar cobardemente a un chiquillo. — ¡ Al Potrero ! ¡ Al Potrero ! gritan mil voces por las cumbres y los llanos. Los hacendados y ganaderos de la comarca, unidos por el común peligro, abandonan sus hogares, rifle en mano, para ponerse a las órdenes de Bud, quien en un amoroso arrebato ¡uro a Juanita vengar la muerte de su hermano, o perecer en la empresa. * ^ * Muerto el último de los bandidos, restablecida la paz en la comarca y vueltos los hacendados y ganaderos al calor de sus hogares, en El Potrero las campanas repican a fiesta ¡Cuan ajeno estaba el joven jinete de saber que el autor de la muerte del sheriff era nada menos que Marcos Lañe, el hermano de l.i encantadora Juanita ! Mas. cuando Bud lo supo, ya era tarde. I no de sus acompañantes, aleccionado por Wagner, disparó a mansalva contra el infeliz .Marcos, a quien Bud, horrorizado e indignado por la aleve acción de su subalterno, condujo, moribundo, a la hacienda El Po. mientras los dos jinetes que le acompañaban se lanzaron a todo galope en dirección del pueblo para dar cuenta al infame Wagner del cumplimiento de sus siniestras órdenes. * * * A la trágica muerte de Marcos siguieron unos días de tregua en el sangriento conflicto entre los ladrones de ganado y los hacendados. Mas la paz en el valle no podía ser muy duradera. Por las noches, en el silencio de la oscuridad, sólo turbado de vez en vez por el canto lúgubre de alguna ave nocturna, se deslizaban misteriosos jinetes en i Igo extraño e inasequible. Poco a poco, Juanita iba restaurando a la hacienda las reses que los ladrones le habían robado, cumpliendo a-i la promesa que antes hiciera a su hermano en su lecho de muerte. Una tarde, al oscurecer, Bud recibió una carta escrita de puño y letra de Juanita en la cual ésta le manifestaba que tenía razones sobradas para exonerarle de toda culpa en la muerte de su hermano y le daba cita en El Potrero para revelarle el nombre del verdadero culpable, que era, además, el jefe de la banda de ladrones de ganado que infestaba la comarca. Alegre como un jilguero por haberse ganado la confianza de la dama de sus ensueños, aquella misma noche Bud se dirige, jinete en su brioso Relámpago, hacia El Potrero, seguido, sin saberlo, de Chick, a quien en más de una ocasión debió la vida. Mientras Bud está prendido de los labios de Juanita escuchando la relación de los crímenes y robos cometidos por Wagner y sus secuaces, Chick escudriña con sus ojos de lince las tinieblas de la noche temeroso de ver aparecer en ellas el relampagueo de un disparo. De pronto, un chasquido seco y un grito de dolor simultáneos hacen volver en sí a Bud de su arrobamiento. Cliick yace en el suelo sin sentido, mientras Relámpago escarba nerviosamente el suelo con sus manos como si ardiese en ansia de ir en persecución del malvado cpie hirió a su amiguito. *¿ f»