Teatro Al Dia (July 1936)

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que se efectúa de una parte queda nulificada totalmente debido a la necesidad de consumir más corriente. En este caso, claro está, mo se efectúa ninguna economía. Además, los carbones se fabrican de todos tamaños y capacidades de manera que se pueden fácilmente escoger aquellos que mejor se presten a las necesidades y requisitos de su sistema de proyección. Quemar carbones a amperajes más bajos de los que se recomiendan para cada carbón es lo mismo que si compráramos un camión de 10 toneladas para transportar cargas que no excederán nunca de una tonelada. Para corrientes de arco de 32 a 40 amperios el espesor correcto del carbón positivo debe ser de 6 milímetros y el del negativo de 5 milímetros. Para corriente de 42 a 50 amperios, de 7 milímetros el positivo y de 6 milímetros el negativo. Para corriente de 56 a 65 amperios, de 8 milimetros el positivo y de 7 milímetros el negativo. Si se usa corriente de arco más baja de la que se recomienda para un carbón de un espesor dado, el cráter que se forma en el mismo será demasiado llano y el color de la luz carecerá de uniformidad. Si por el contrario se usa corriente de arco más alta de lo que se recomienda para el tamaño de carbón que se emplea, el consumo de los carbones resultará excesivo y la iluminación inconstante y carente de uniformidad. CONSUMO El carbón Suprex negativo se consume más despacio que el positivo. A su punto más bajo de consumo el carbón positivo quema con una rapidez que es más del doble de la rapidez con que se consume el carbón negativo. El consumo de los carbones positivos de los tres tamaños que hemos mencionado, a su más bajo punto de consumo, es de 6.5 a 6.75 pulgadas por hora, y a su más alto punto de consumo, de 1314 pulgadas por hora. El consumo del carbón negativo se mantiene práctica: mente constante dentro de los límites de su capacidad y es de 334 a 4 pulgadas por hora excepto en el caso de los carbones de 6.5 milímetros en que el consumo aumenta desde 334 pulgadas por hora a 58 amperios hasta 41% pulgadas por hora a 65 amperios. La rapidez con que se consumen los carbones cambia según se aumente o disminuya el amperaje. El consumo del carbón positivo es tanto más rápido cuanto más se aumente el amperaje, mientras que el del carbón negativo. se mantiene casi uniforme. Debido a estas caracteristicas de los carbones Suprex es imprescindible el uso de un perno de alimentación para el carbón positivo y otro para el carbón negativo, lo que permite graduarlos independientemente y mantener siempre la debida corriente en el arco. TAMANO DEL ARCO La longitud del arco es de suma importancia. Cuando se emplean carbones Suprex ésta debe ser siempre de 9/32 a 5/16 de pulgada. Si el cráter del carbón positivo se mantiene a una distancia constante del reflector (la distancia focal correcta), entonces la longitud del arco puede variarse considerablemente sin afectar apreciablemente ni la iluminación de la pantalla ni la distribución de la luz. Un arco demasiado abierto, de 3% de pulgada por ejemplo, producirá una luz incierta en el arco y una pronunciada oscilación en la pantalla. Un arco demasiado cerrado, de 3/16 de pulgada por ejemplo, hará que se forme una crosta de carburo rojizo sobre el carbón negativo, lo que hace difícil tarea muchas veces el volver a encender el arco. Un arco demasiado cerrado producirá chisporroteo y soltará hollin. Aunque el voltaje del arco dependerá de la corriente que se utilice, éste es generalmente de 30 a 40 voltios a cada extremo. Bajo condiciones normales el voltaje será de 30 a 31 voltios a 40 amperios y aumentará aproximadamente a razón de un voltio por cada cinco amperios. La capacidad voltáica de los carbones de 5 y de 6 milímetros es generalmente de 30 a 33 voltios; la de los carbones de 6 y de 7 milímetros, de 30 a 35 voltios; y la de los carbones de 6.5 milímetros es de 31 a 39 voltios. La profundidad del cráter aumenta en proporción con el aumento de la corriente del arco, con lo cual se obtiene más luz aprovechable. Por ejemplo, un aumento de 10 amperios en la corriente del arco que representa un aumento de 25% en la corriente, produce 50% más de luz. Cada aumento de amperaje, desde el mínimo hasta el máximo, aumentará considerablemente la iluminación. Este aumento en la iluminación viene acompañado de un aumento en el vatiaje que se consume en el arco y un aumento en el consumo de los carbones. Desde el punto de vista de la iluminación que se produce en proporción al vatiaje que se consume, el sistema de proyección por medio de carbones Suprex resulta el más eficiente que se ha descubierto hasta la fecha. La Selección de Materiales Acústicos e De cómo las variaciones de las frecuencias, la disposición de la sala y otros factores determinan qué material o materiales deben usarse Por C. C. POTWIN y S. K. WOLF EN LAS PRIMERAS etapas de la reproducción sonora en los teatros, el problema de la acústica no se consideraba como de primera necesidad o importancia. La generalidad de los exhibidores se sentían satisfechos si el sonido era inteligible. En otras palabras, no se pensaba en dar al teatro tratamiento acústico a no ser que la reverberación del sonido fuese tan excesiva que afectase la entrada de taquilla. Los adelantos técnicos en la ciencia de la reproducción sonora, junto con el aprecio que hace el público de las mejoras introducidas en los teatros, han hecho que exista más viva competencia entre la mayoría de los exhibidores. 38 En la actualidad resulta prácticamente imposible el administrar un teatro con provecho financiero a no ser que la calidad de la reproducción sonora alcance el grado de perfección que el público exije y que encuentra en aquellos teatros modernos construidos especialmente para que reúnan perfectas condiciones de acústica. Los exhibidores van despertando ya a la realidad y están tomando las medidas necesarias para corregir los defectos de acústica de que adolescen sus teatros. Es el propósito de este artículo hacer una presentación clara y precisa de lo que requiere el teatro, discutiendo los factores principales que determinan la selección de los materiales que deben usarse para que las condiciones acústicas del teatro alcancen el más alto grado de perfección. Una de las innovaciones más recientes introducidas en los sistemas de reproducción sonora es la extensión de la escala, de manera que puedan reproducirse fielmente notas más graves y sonidos más agudos. Los sistemas antiguos, por ejemplo, podían reproducir fielmente frecuencias que fluctuaban entre 75 y 5.000 ciclos por segundo aproximadamente, mientras que en los sistemas de reproducción sonora lanzados al mercado recientemente esta gama de frecuencias se extiende una octava hacia arriba y hacia abajo hasta incluir frecuencias de 50 a 8.500 ciclos por segundo, poco más o menos. Aquellas personas que no estén familiarizadas con los tecnicismos de esta materia se preguntarán cuál habrá de ser la ventaja que se obtendrá como resultado de esta extensión de frecuencias. Ello podrá demostrarse por medio de una prueba auditiva que, si se hace en una sala pre FEATROS AUD DA