Teatro Al Dia (April 1937)

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Selección y Cuidado de Uniformes Para Empleados de Cines y Teatros e El uniforme que debe usar el empleado de un teatro, con sugestiones acerca de la clase de tela, color modelo y adornos para el mismo Por HOWARD A. ZEIMER LOS UNIFORMES de los empleados de teatros deben armonizar con el local que representan, debiendo expresar severa elegancia, cierto tinte de esplendor, pulcritud, distinción y sincera hospitalidad, cualquiera que sea el tamaño del edificio, y en cualquier parte de la ciudad en donde esté situado, ya sea en un suburbio, en calle apartada, o en el centro de la villa. RECIBIDOR DE BOLETOS Comencemos por los teatros pequeños, que cuentan con un solo recibidor de boletos. Deberá este joven llevar un traje de abrochadura cruzada sobre el pecho, con dos hileras de elegantes botones. La levita y los pantalones deberán confeccionarse del mismo material, adornándolos con una franja de un color que haga fuerte contraste, o también se puede hacer la levita de un color y el pantalón de otro, combinando acertadamente los dos matices. Compleméntese el atavío con una gorra militar de visera satinada. ACOMODADORES El uniforme más usado por los acomodadores es el de chaqueta estilo bolero, abertura cruzada sobre el pecho y dos hileras de botones, conocida bajo el nombre de “Chaqueta Eton” en los países anglo-sajones, ajustándose los pantalones más arriba de la cintura. Este uniforme es de un chic tan marcado, que su estilo es completamente universal. No se olvide que los tonos de los colores, los adornos y el corte atrevido, dan a este traje ventajas muy importantes. Deben, al mismo tiempo, escogerse muy cuidadosamente los accesorios que acompañan esta garbosa indumentaria, tales como cuellos, pecheras de camisa, corbatas, y otros, los que deberán cambiarse frecuentemente, de manera que el joven presente una apariencia inmaculada en todas las ocasiones, es decir, cambiarlos siquiera dos veces por semana. Aunque generalmente se prefiere un cuello alto militar para los acomodadores, recuérdese que para dar un buen efecto, estos cuellos deben quedar muy ceñidos, pues de otro modo, pierden completamente su atracción. Ahora, bien, como los tamaños de cabeza varían enormemente, y costaría mucho dinero cambiar constantemente los 28 tamaños de los cuellos, desde luego que nunca se sabe si el empleado va a durar toda una temporada o unos pocos dias, no es de todo punto conveniente el adoptar este tipo de cuellos. En los últimos tiempos, han estado en gran boga los uniformes blancos, confeccionados con telas lavables, tales como gabardinas, sargas, crudas y multitud de otras, las que bien planchadas relucen y tienen siempre apariencia de frescura. | El jefe de los acomodadores deberá llevar un signo distintivo que lo destaque de los otros empleados, pudiendo usar una o dos hileras más de galones, una sugestiva charretera, o trencillas o franjas en los hombros y mangas. Las palabras “Jefe de Acomodadores” bordadas bonitamente en una manga o en el frente del uniforme, cumplen también este cometido. En los teatros grandes, en donde se emplea un conserje, deberá vestirse a éste con suma discreción, tratando de que no se haga notar por una elegancia chillona o de mal gusto, sino más bien que su porte distinguido impresione agradablemente a los espectadores. Antes de elegir el uniforme, considérese la estación del año, pues esto influirá en el color, espesor del material y corte del mismo. En la primavera será conveniente un traje de tela medianamente ligera y tonos brillantes combinados con otros oscuros. En el verano, es más apropiado un vestido de color claro, blanco o crema. Estos pequeños detalles seducen al público, pues muchas TEATFRO ATL “DAA