Teatro Al Dia (April 1937)

La Infancia y el Cine Deben los Exhibidores y Empresarios Escoger Entre las Películas para Niños Aquellas que Enaltecen la Popularidad de su Local. GRAN IMPORTANCIA se ha dado en los últimos años a la asistencia de los niños a los teatros y cines, habiendo sido este asunto largamente discutido por psicólogos y científicos, ya que es bien sabido la influencia beneficiosa o malsana que una cinta cinematográfica puede tener en el delicado cerebro de un niño, perdurando a través de los años y ocasionando, a veces, impresión tan aguda que ha causado detrimento a su salud. Deberá el dueño de un teatro tratar de ofrecer una exhibición exclusivamente para los niños, digamos, una mañana todas las semanas, por ejemplo, los jueves o los sába dos, que son generalmente los días de asueto para los pequeños escolares. Existen ahora en el mercado lindísimas cintas producidas con el único objeto de divertir e instruir a los pequeñuelos que gozan a un extremo indecible con la caída de una persona, las muecas irrisorias de un payaso, los saltos de un titiritero, y demás simples ardides. Sin embargo, las películas modernas para el público juvenil, desarrollan tramas en que la parte educativa juega un poderoso papel, procurando grabar en la fresca memoria de la infancia datos intere santes sobre ciencias naturales, hechos históricos. Y deberán presenciar de cuando en cuando, hazañas de héroes, descubrimientos de inventores, y conocer los hombres que han revolucionado el mundo con sus notables proezas y sacrificios. Aviadores, mecánicos, exploradores, son todos grandes favoritos. Cintas de perros y animales domésticos son muy populares entre los niños, siendo conocido el profundo cariño y perfecto entendimiento que existe entre los animales y los niños, especialmente los perros y caballos, cuyas volteretas extraordinarias los lanzan en paroxismos de entusiasmo. Vistas bellas e instructivas harán que las madres consideren su teatro como el templo de atracción para sus hijos, poniendo especial empeño en llevarlos el día de la artes y -función muy engalanados y muy dispuestos a obedecer a todo el mundo. Se puede tramar e inventar muy curiosas novedades para atraer al público diminuto, tal como ofrecer premios de juguetes y dulces poco costosos durante la función. Uno de los más populares números en los teatros de los niños es el de un caballero que los entretiene desde el proscenio, contándoles graciosas e instructivas aventuras, y tanto llegan a amar la voz de este amigo, que esperan ansiosamente la hora en que puedan dirigirse al teatro en donde este fiel camarada los acoge con rostro sonriente y benévolo, de modo que la mera vista del adorado amigos alegra sus candorosos corazones. El capitán Volney Phifer y su joven esposa entretienen a los muchachos, jugando con sus animales amaestrados, durante un entreacto de la cinta ''Tarzán Escapa'” en el escenario del Teatro Loew's de Syracuse, N. Y. Otra atracción distintiva es el emplear una señorita, a quien le gusten los niños y tenga paciencia con ellos, para que se' encargue de recibirlos, llevarlos a sus sitios: respectivos y atender a sus pequeñas necesi-. dades, no dejándolos embutirse de dulces y* confites y enseñándoles a comportarse lo mejor posible durante la función. De este” modo, las madres podrían traerlos hasta la' puerta del teatro, o enviarlos con una: doméstica, quedando después en manos de la competente empleada, teniendo la seguri= dad de que estarán tan bien vigilados como: en su propia casa. ] Esta costumbre es muy popular en las” ciudades de los Estados Unidos, en donde la mayoría de las madres tienen que atender a sus quehaceres y no pueden, como serian sus deseos acudir a la representación con' sus ágiles retoños. Permitasenos añadir aqui—aunque algu=' nos no crean ésta una verdad infalible— que resta hasta cierto punto sobre los hom-'; bros de los exhibidores de cines y teatros la responsabilidad de que sus representaciones influyen poderosamente sobre las inclinaciones de sus jóvenes concurrentes,' y que siendo beneficiosas, los conduce in=* conscientemente hacia elevadas regiones, siendo bien sabido que la ambición se des-' pierta a veces muy temprano en el alma de' un niño, mucho antes de que sus padres siquiera lo sospechen, y admiran profundamente los ejemplos de los grandes hombres, imaginándose que serán ellos algún día los: protagonistas de tan bellas y tan nobles' acciones. Ningún esfuerzo deberá parecer demasia-= do grande a un exhibidor cuando el resulta-* do, además de dar notoriedad y producir ganancias a su teatro, será también en pró de la educación de los futuros hombres y? madres de mañana. En estos momentos tan desaparecer. empresas de los famosos guerreros del pasado brillarán continuamente en la posteridad. Sin embargo, es preciso guiar la inclinación de la infancia hacia hechos* en que figuren hombres benévolos y pací-* ficos que han conquistado el mundo, no! empuñando la espada contra sus hermanos. y derramando inútilmente sangre humana, ' sino por medio del amor a la ciencia, alé arte, la literatura, gloriosos descubrimientos! y empresas atrevidas, todo ello emprendido con el sencillo objeto de mejorar las con-=' diciones de sus semejantes y ayudarlos al encontrar la paz y felicidad. ¡ Tarea hermosa es sin duda la de encami= nar hacia el bien, por medio de películas sanas, sencillas y educativas, las despiertas! y curiosas imaginaciones de los pequenuelos tan amados por el mundo entero! ES TRA E inciertos enf que el mundo se halla en tan caótica con=* fusión, es bueno recordar que la antigua y? tan arraigada idea de hacer admirar a los* niños películas de grandes guerras, debe* Bien es cierto que la historia? antigua es fascinadora y que las denodadas: DIA A a _— == ES AIN == S =>